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sábado, 28 de mayo de 2011

El circo también se indigna

Son días de agitación social y política en España. Apareció el 15M y todo se desbordó en Sol, desaparecieron los nombres de asociaciones, los promotores, las cabezas visibles y aparecieron las asambleas, los portavoces cambiantes, los idealistas, los toldos y los confusos medios de comunicación. Un movimiento sin precedentes y que desmiente las voces de juventud dormida para demostrar al mundo que estamos hartos. Los políticos a su rollo, sin hacer mucho caso de lo que estaba pasando, con la certeza de que no iba mucho con ellos cuando son la principal queja de este movimiento. Todavía no se ha visto a ninguno bajar a la calle a hablar con los portavoces, simplemente lo ignoran, pensando que así desaparecerá solo el "problema". Los que han intentado "limpiar" las concentraciones han visto que eso sólo consigue reforzarlo y dar la razón a las protestas.


Apareció también el circo, indignado y solidario. Muchos cirqueros estuvieron en Sol desde el primer día y arrimaron el hombro haciendo lo que mejor saben hacer, espectáculo. Primero como iniciativas espontáneas y luego organizados a través de redes sociales, reflejo de lo que estaba pasando en las plazas españolas.

Paseando por Sol se podían ver caras conocidas poniendo una nota de color diferente a estas reivindicaciones: EsteOeste, Cía Dementes, El Circódromo, El BonSite, Aula de Circo Chaminade, PSF, AVC, Cirque Belui, Circoforum, Carampa y muchos más cirqueros y payasos de forma independiente están apoyando el movimiento 15M. Organizan pasacalles vestidos de banqueros o currantes, interactúan con los asistentes, promueven la concienciación desde sus personajes. Los banqueros obligan a todos a pasar por el aro para conseguir una hipoteca, éstas, a su vez, se suben a la chepa de todo aquél trabajador que encuentran.


Se han planificado hasta galas de circo, todo para apoyar el movimiento 15M desde todos los puntos de vista, focalizados en el motor de todo esto: estamos hartos de cómo funcionan las cosas y creemos que se pueden cambiar. Ójala lleguen los acuerdos de mínimos y Sol y las demás plazas concentren sus esfuerzos en una o dos ideas comunes a todos los indignados, sólo así se logrará que se produzcan cambios.



Enhorabuena a todos los que apoyais el movimiento, del modo que sea. Si queréis seguir las actividades de los cirqueros en Sol, pasaros por su grupo en Facebook: Circoquincedemayo. Os dejo con el impagable momento que nos regalaron los EsteOeste cuando un periodista de Intereconomía cometió el error de entrevistarlos (min 2:30).


viernes, 27 de mayo de 2011

Ración de vídeos del mes XIV

Entre indignados, Sol, 15M, desalojos de "limpieza", elecciones teñidas de azul, finales de la Champions y sucesiones a dedo conviene tomarse un pequeño respiro y disfrutar de vídeos refrescantes. Espero que sirvan para tomar aliento y poder seguir indignándose con más fuerza.

1) Eric Bates, cigar boxes. Cogiendo una disciplina algo caída en el olvido (los Kremo pusieron el listón demasiado alto) y sumándole acrobacias, Eric Bates sube unos vídeos donde combina trucos de esos casi imposibles (supongo que tras varias tomas) con otros de pura fuerza y habilidad. Me quedo con las ganas de ver una rutina completa suya de cajas de puros.



2) Denis. Preciosa rutina de spinning la que nos regala este francés. Esta es una de esas disciplinas que son mucho más difíciles de lo que aparentan y hacer un número tan limpio y tan bien hecho se merece que nos quitemos el sombrero. De lo más bonito que he visto este año, todo está cuidado al milímetro y acaba arriba, chapó.




3) Infoncundibles, otra cosa. Los hermanos infoncundibles son ya unos clásicos en el circo nacional. Su número de "diabolo classic metal" sigue con la misma fuerza que hace años. Ahora han sacado este impresionante vídeo promocional en donde, desde el Bon Site, nos demuestran que están más en forma que nunca. Enhorabuena a MacShalbert por la edición, brutal.




4) Claudia Oddi. Italiana que conocí en el Open Stage del EUCIMA 2011 por su actuación con Raphael (Metlili). Si el vídeo lo firma Rapha, es un seguro de edición cuidada, buenos planos y música de esa que se queda en la cabeza. Claudia pone trucazos combinados con un precioso estilo y una eterna sonrisa en la boca, así da gusto.



5) Azo, showreel 2010. Conocí a este particular americano por un vídeo etiquetado como "el tío con más talento del mundo", donde un tipo completamente alejado del mundo del circo y con mucho aspecto de autodidacta mostraba al mundo sus variadas habilidades. Algunas son cómicas, pero hay que reconocer el mérito de llegar a ese nivel y versatilidad. Bravo por este programador de videojuegos y por su hobby llevado al extremo.




6) Wes Peden y Jay Gilligan, 43 Tricks. El plato fuerte del día no podía ser otro que de Wes Peden (el que puede que vuelva a molar). En la anterior ración de vídeos hablé de su blog y sus decenas de trucos que estaba subiendo. Entre esas joyas me encuentro este vídeo, parte de su actuación en el Show Box Tour con Jay Gilligan. Si bien la música baja el ritmo de la rutina, es espectacular la capacidad que tienen para proponer cosas diferentes estos dos malabaristas. Mucho prechac, mucha investigación en las salidas, mucha coordinación de movimientos y ni un fallo; así no se puede ser crítico con ellos, me lo ponen dificil.

43 Tricks (Jay Gilligan & Wes Peden) from Wes Peden on Vimeo.



¡Salud, indignación y mucho circo!

jueves, 26 de mayo de 2011

La acrobacia hecha poesía

Siete acróbatas y nada más -y nada menos-, un gran escenario cuadrado, luces laterales y cenitales y nada de escenografía. Cuatro hombres y tres mujeres componen el elenco de Circa, la joven compañía australiana dirigida por Yaron Lifschitz y que ha cosechado premios y elogios allá por donde ha pasado. El Teatro Circo Price cierra su participación en el XXVIII Festival de Otoño en Primavera de la Comunidad de Madrid presentando a Circa por primera vez en España. Tras traer al Circus Ronaldo el listón estaba alto, pero con Circa jugaban sobre seguro y no ha defraudado en absoluto.



De forma muy lenta, desde el suelo y con extrañas contorsiones, gestos y acrobacias acompañadas por una música repetitiva y machacona. Así se van presentando los artistas, haciendo temer que vamos a presenciar una obra de circo-teatro conceptual que tanto abundan y nos retrotraen a los teatros de finales de los sesenta. Pero por suerte Circa va cogiendo ritmo y lo va metiendo en el cuerpo de los espectadores. Los siete acróbatas se atreven con todo: mano a mano, torres humanas, portes, verticales, acrobacias de suelo, etc. Artistas completos que han coreografiado al extremo su puesta en escena y el dinamismo de entradas y salidas es impresionante. Invitan a la audiencia a presenciar una danza acrobática despojada de artificios pero conjuntada con unos recursos audiovisuales sabiamente aprovechados que arriesga y gana.


Logran ponerte en pie al ir subiendo la intensidad y complejidad de sus acrobacias, grupales o en solitario, que llegan a un cénit a mitad de espectáculo. Juegan con las esculturas que forman sus cuerpos, con las posturas adoptadas, los originales balanceos y los vuelos imposibles que sacan exclamaciones y que terminan de enganchar a la audiencia. Es el momento álgido y el que les permite que el público sea cómplice el resto de la obra. Ya que en Circa también hay tiempo para pausas y silencios, para juegos chasqueando dedos colectivamente y para el humor, sonrisas necesarias que brotan por lo bizarro (hay un globo de modelar y orificios corporales implicados, no diré más) o por lo simple de la propuesta, como los juegos de dedos y verticales o unos portes poco académicos.


La segunda mitad sí tiene una estructura más definida donde podemos ver un espectacular número de cintas aéreas, un trapecio fijo a dúo, unas acrobacias con tacones cercanas al sadomaso o un mano a mano con toques de humor. El vals à mille temps de Jaques Brel nos acompaña en un impresionante número de hula hops que vuelve a levantar la obra, si es que alguna vez había caído.

Circa termina como empezó, con coreografías acrobáticas donde la facilidad de ejecución y la elegancia son insultantes, danza y poesía en la expresión corporal que hicieron ponerse al público en pie para despedir a los artistas durante un largo rato. Merecidos los aplausos para esta valiente apuesta; a veces la simpleza, bien ejecutada, basta.


Sólo del 24 al 28 de mayo. Entradas aquí.


Artículo escrito para la revista Zirkólika (núm. 29)

Otros enlaces:

martes, 24 de mayo de 2011

La familia dell'arte

Una gran familia circense con trece miembros es la encargada de un disparatado circo itinerante donde tres generaciones tratan de mostrar sus números con aromas clásicos. Con su último espectáculo vino Circus Ronaldo al Teatro Circo Price en Madrid del 10 al 15 de mayo. Lo hizo, además, mostrándolo de una forma peculiar: la mitad del público se sitúa frente a la pista y la otra mitad tras el telón, viendo directamente las bambalinas, donde se cocina el show, pero sin poder más que oír e intuir lo que sucede al otro lado. En el descanso, los espectadores deben desplazarse a la otra parte de la grada para completar el espectáculo. Así, en la parte delantera se puede observar como los integrantes de este circo intentan dar una imagen lo más digna posible de su desastroso espectáculo. En la trasera, en cambio, vemos el guirigay de los preparativos, donde mil y una situaciones absurdas se suceden en los preparativos de los artistas o el mobiliario. Evoca a Chaplin, a su humor melancólico y a su infructuoso intento de hacer las cosas bien despertando la empatía del público.



Dentro de este circo, donde reina lo tragicómico, hay espacio para números con fuerza, aunque quizá tan entrelazados con la puesta en escena que cuesta sacarlos de contexto y tomárselos en serio. Hay un estupendo número de funambulismo por parte de Kimi Hartman que enamora -y con razón- al clown, una sorprendente Nathalie Kuik hace de forzuda y lanzadora de cuchillos al estilo más clásico, María Ronaldo sube unas escaleras cuyos peldaños están formados por afilados sables y, entre bastidores, un jovencísimo Pepjin Ronaldo va demostrando su múltiples habilidades sin salir a pista hasta la catarsis final, donde cobra protagonismo. Todo acompañado por una reducida orquesta formada por David van Keer y la polifacética Rachel Ponsonby.


Y luego está Danny Ronaldo, este magnífico clown -sexta generación de familia circense- demuestra que es un artista polivalente a la antigua usanza. En sus múltiples entradas a pista nos deleita con sus notables habilidades como músico, malabarista, acróbata y funambulista. Todo envuelto en el manto de su personaje, tierno, divertido, sensible y enamorado perdidamente que conecta de inmediato con el público.

Esta variopinta familia está constantemente en escena, duplicando su actuación en cada función. Todo está perfectamente coordinado y coreografiado, lleno de gags y con gran dinamismo; sobre todo en la parte posterior, donde incluso tanta actividad puede abrumar al espectador y sumarlo al desconcierto de sentir que se están perdiendo el espectáculo de la pista. Eso sí, los personajes quedan bien definidos, dejándonos claro su papel en el seno familiar e incluso revelándonos algunas de sus relaciones internas que involucra más a los espectadores en la historia y los hace más cómplices y casi parte de este pequeño circo.



Este formato de espectáculo partido me ha sorprendido aunque no me ha terminado de convencer. La primera hora viendo sólo la parte de atrás del telón acaba cansando y dejando la sensación de estar perdiéndose cosas. Creo que la historia se entiende mejor viendo primero la pista y luego bambalinas. Aun así, aplaudo la valentía de los Ronaldo por apostar por esta curiosa puesta en escena y por el más que notable resultado logrado. Este coraje y profesionalidad es el que hace que estos belgas lleven más de cien años de circo itinerante a sus espaldas, y por muchos más.


Artículo escrito para Zirkólika (núm. 29)

Otros enlaces de interés:

miércoles, 18 de mayo de 2011

Lo que consigue el circo universitario

¡Tres, dos, uno!...Y llegó la lanzada, y al ver todos esos malabares en el aire Jorge Conte, Iván González y el resto de organizadores y voluntarios sonrieron y respiraron tranquilos. Este acto común a todos los encuentros de malabaristas ponía el punto y final a meses de trabajo y dedicación.

Resulta que tras dos años de hacer un encuentro de un día, con talleres y gala, Jorge e Iván decidieron liarse la manta a la cabeza y dar el gran salto a convertir el EUCIMA (Encuentro Universitario de Circo de Madrid) en un encuentro de tres días. Contagiaron su entusiasmo a mucha gente (sí, también al que suscribe) y con el respaldo todo el Aula de Circo del CMU Chaminade lograron que del 6 al 8 de mayo, el EUCIMA fuese una realidad.

Pese a la cancelación de los seminarios intensivos programados para la semana previa por falta de suficientes alumnos, el viernes se abrieron las puertas con nervios y gran expectación. Los primeros inscritos pudieron ver la gran zona de acampada coronada por una enorme carpa de circo de más de 800m2 que dotaba de una magia especial a todo el encuentro.

Ser el primer encuentro que organizaban, las previsiones de lluvia para el sábado o la coincidencia con otros eventos similares pudieron ser las causas de que la afluencia de malabaristas fuera menor de los esperado. Aún así, la apuesta por la calidad de la organización no se vio afectada y el entusiasmo no decayó.


El viernes por la tarde tuvieron lugar los talleres programados, además de una interesante conferencia de Donald B. Lehn (director de Carampa) sobre el circo en la universidad. Por la noche tocaba el turno del Open Stage bajo la gran carpa. Artistas como Pedro Torres, Rafa (Metlili) y Claudia, Pablo Koala, La Debacle, o el improvisado presentador, el gran Javi Cassi, consiguieron que el nivel fuera altísimo y dejase a todos los asistentes expectantes ante la Gran Gala del sábado.Después vino la fiesta encabezada por el concierto del Dr. Sapo, tan encantado por tocar en un lugar tan especial que nos regaló más de hora y media de divertida música.

Esa misma noche comenzó a llover y no cesó hasta el sábado a mediodía, con lo que el agua y el barro se hicieron protagonistas esa mañana. Por suerte, junto a la acampada estaba el Chaminade con un gimnasio donde realizar los talleres y practicar a resguardo. Por la tarde escampó y las actividades al aire volvieron a ser una realidad.

A las 20h se abrieron las puertas de salón de actos del CMU Elías Ahúja para que diera comienzo la Gran Gala. Conseguimos reunir a más de trescientas personas para ver a artistas como Lucas Locus (rebote), Noel (diábolo), Stefano (verticales), Raquel San Gregorio (telas aéreas), EsteOeste (humoristas), Felix Feldmann (mazas) y Manolo Carambolas (mimo), presentados por “Rik y Martin” en el papel de Payaso Carambolas y su ayudante Membrillo. Fue un tremendo éxito y tanto artistas como público estuvieron espectaculares, lo que hizo que todo el mundo saliera de allí encantado. Desde esta tribuna quiero dar personalmente las gracias a Carlos Such por compartir su experiencia conmigo en esto de montar y regir una Gala, ya que consiguió que todos, artistas, técnicos (tremendos Libe y Alberto), mozos de pista y ayudantes, trabajásemos organizados y muy a gusto para lograr una Gran Gala como ésta.

Un pasacalles con batucada y fuego guió a los asistentes de vuelta a la Carpa para presenciar un olvidable monólogo, que luego fue compensado por el concierto de Gropius y por la fiesta posterior, donde los EsteOeste ejercieron de improvisados y geniales conductores.



El domingo nos saludó con un sol radiante, ideal para las olimpiadas, presentadas por Álex Jaxenolaf, que resultaron muy amenas. Luego de la comida popular y la mencionada lanzada llegó el turno de los abrazos, las sonrisas, las despedidas y las enhorabuenas. Toda esa energía positiva que hace que recoger la carpa se haga con una sonrisa en la cara y la conciencia de que todo ese esfuerzo había merecido la pena.

Habrá EUCIMA para rato, gracias a todos los que se pasaron por allí y un abrazo enorme para todos los que portaron camiseta naranja.

martes, 10 de mayo de 2011

Beneficios del malabarismo

Para cualquiera que haya practicado malabares con cierta continuidad resultará obvio enumerar algunas de las ventajas que produce dicha práctica: mejora de la coordinación psicomotriz, aumento de la capacidad de disociación entre las distintas partes del cuerpo, ampliación de la visión espacial y su relación y coordinación con las manos, incremento de los reflejos e incluso aporta una mayor disciplina, ya que como cualquier arte circense, requiere sobrepasar muchos fallos para ir adquiriendo las habilidades necesarias.

Quizá alguno recuerde que en la entrada que escribí sobre el origen de las mazas de malabares, éstas eran en un principio usadas como ejercicio gimnástico (y hoy día algunos las siguen usando así). Si le queréis echar un vistazo, haced click aquí.


Sin embargo, más llamativos me han parecido dos estudios científicos relacionados con el malabarismo y realizados a sujetos que practicaban malabares.

El primero1, realizado en la Universidad de Regensburg (Alemania) por el equipo de la neuróloga Arne May en 2004, aseguraba que hacer malabares puede aumentar la corteza cerebral (la zona más periférica del cerebro, donde se sitúan las neuronas, también llamada sustancia gris). Se basa en el principio de plasticidad cerebral, que viene a decir que el cerebro puede seguir modificándose incluso en la vida adulta, según los requerimientos necesarios, por eso podemos seguir aprendiendo nuevas habilidades de adulto. En el caso del malabarismo, incrementaba la materia gris en las zonas de la corteza dedicadas a las áreas visuales y motoras, lo cual era esperable. Cualquier actividad motora fina haría algo parecido, ya sea hacer malabares o tocar el piano, pero la ciencia necesita demostrar estas cosas para seguir avanzando, si no quedan en simples hipótesis. La mala noticia es que al dejar de practicar el aumento de grosor en dichas áreas se perdía, lo cual también encaja con la experiencia que todo malabarista ha vivido cuando pasa un tiempo largo sin entrenar, todo cuesta mucho más que antes, aunque algo queda. En palabras de la doctora May, “el cerebro es como un músculo y debemos entrenarlo”.



El segundo2 me ha resultado más curioso. En la Universidad de Kagoshima (Japón), el equipo del doctor Toshihiro Nakahara realizó en 2007 un experimento en 17 mujeres que sufrían un trastorno de ansiedad. A todas le pautaron el tratamiento habitual (farmacológico y psicológico) pero a 9 de ellas a los 3 meses las pusieron a hacer malabares con tres bolas, 10 minutos al día. Después de otros 3 meses recogieron datos por medio de pruebas para medir la ansiedad y vieron que en el grupo de malabaristas hubo mejores resultados (menos ansiedad) que en el de no-malabaristas. La muestra con 17 pacientes es muy pequeña y el experimento es peculiar, pero los resultados parecen indicar que practicar malabares podría ser útil añadido al tratamiento habitual para la ansiedad. ¿habrá en el futuro indicación terapéutica de malabares?.

El doctor Craig Stevens (OSU Medical School, Oklahoma) opina que todo el mundo debería hacer malabares, por los múltiples beneficios que conlleva.

Si os han parecido interesantes estos dos estudios, hay un blog en Internet que se dedica a recopilar estos artículos curiosos relacionados con el malabarismo: http://www.benefits-of-juggling.blogspot.com/

Bueno, pues ya sabéis, ¡a hacer malabares todo el mundo! ¡Salud!

Artículos mencionados:

1.http://www.nature.com/nature/journal/v427/n6972/full/427311a.html

2.http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1876467/

Artículo publicado para el número 27 de la revista Zirkólika.

domingo, 1 de mayo de 2011

Hay que entusiasmarse y obsesionarse. Entrevista a Churun

Óscar Diéguez, alias “Churun” (Madrid, 1973) es profesor de malabares de la Escuela de Circo Carampa desde hace 10 años. Ha dado clases y consejos a una infinidad de malabaristas (incluido yo mismo) y es, por tanto, un referente en el panorama circense nacional. Me he citado con él en la misma Carpa de Carampa, en la Casa de Campo de Madrid, en una soleada tarde que hace que las entrevistas sobre circo se conviertan en agradables charlas y se toquen muchos temas interesantes; este ha sido el resultado:

Pregunta. ¿Cómo empezaste en esto de los malabares y el circo?
Respuesta. Con 18 años o así vi a unos chicos haciendo malabares y me gustó, y cuando fui de vacaciones al pueblo de mis padres me hice unas pelotas de papel con cinta aislante y probé, pero la afición se me fue pronto. Al año, también de vacaciones, un chaval del pueblo tenía un diábolo, aprendí un poquitín y al volver a Madrid me compré un diábolo de madera en una papelería por 550ptas, que me duró un mes exacto. Cuando se rompió fui al Elefante Blanco a comprarme un Henry’s y luego, por medio de un amigo de mi barrio conocí la Asociación de Malabaristas, que tenía cursos sueltos por las tardes, esto fue con unos 20 años. No pensaba en el mundo del circo, sólo quería malabares y el resto me daba un poco igual. Venías aquí los miércoles y viernes a practicar y había bastante gente, así conocí a otros que también estaban empezando y me enseñaron: Raúlez, Dani Fausto…

P. Era todo muy autodidacta, ¿no?
R. Sí, ver cinco mazas era extraordinario, cuando venía algún alemán medio profesional era un acontecimiento y lo exprimíamos. Aparte de Rafael de Carlos que era el malabarista profesional que entrenaba aquí y era nuestra referencia. También nos enseñó mucho a todos el mítico Ant Platas que se pasaba a menudo.

P. ¿Quién daba las clases de malabares?
R. De malabares no había clases que yo recuerde. Más adelante las empezó a dar Jose, de Espiral Teatro, y luego, fuera de Carampa, aprendí mucho de Iris (Circo Plume), los dos eran malabaristas autodidactas muy buenos.

P. ¿Luego dónde seguiste formándote?
R. Hice cursos por aquí con Rafael de Carlos, al primero nos apuntamos sólo 6 personas. Antes se llevaba mucho los intercambios y una vez vinieron los “To Be 2” (Dirque y Matt), de Montreal, a los que les dejaron la carpa para preparar un espectáculo y a cambio daban cursos. Luego a Francia, cursos sueltos, nunca en escuelas de circo. Cuando volví, los que nos juntábamos íbamos a La Barraca en Moratalaz los jueves, y alternábamos sitios donde entrenar y para hacerlo casi a diario. Dejé de currar (era mensajero) y estuve un año cobrando el paro y practicando sin parar. Así poco a poco conoces más gente, yendo a los pocos encuentros que había, que entonces eran muy familiares. Aquella época fue muy bonita, por la gente que se conocía, y porque era un mundo por descubrir, en plena emergencia.

P. ¿Qué profesores has tenido que te hayan marcado?
R. Todos te aportan algo, claro que sí, aunque si tengo que elegir al que más me gustó es a Maksim Komaro, por lo claras que tenía las cosas y cómo las transmitía.

P. ¿Cuándo empezaste a hacer de esto tu profesión? ¿Empezaste dando clases directamente?
R. No, empecé a trabajar con Blanca y Jose, en Espiral Teatro. Pasacalles, animación, bolos, lo que surgiera. Luego Jose empezó a dar clases en la recién creada Escuela de Alcorcón. Luego él me pidió que diera algunas clases, creo que porque no le gustaba mucho lo de empezar de cero cada trimestre, algo así. Así que empecé en la EMCA, y cuando se creó el primer anual de Carampa comenzó las clases Jose, pero tras ciertas desavenencias con la Asociación [de Malabaristas] dejó de darlas y me pidieron a mí que diera el segundo anual (hace…..). Mientras he seguido actuando con Blanca y Jose (hacía diábolo y passing), un número de calle de verano con una chica con la que salía, un pequeño número de cabaret…Aunque la verdad es que nunca me gustó mucho actuar.

P. ¿No estás cómodo?
R. Bueno, con Jose me lo paso muy bien y me divierto, pero no le cogí mucho el tranquillo. Pienso que sólo sé hacer malabares, pero hoy por hoy se pide más y yo también pido más a un número, no me veo haciendo una cosa a la que yo diría “qué haces tío, qué aburrido o qué soso”. Siempre me pareció un poco incoherente.

P. ¿Hay alguna actuación que recuerdes especialmente?
R. Me han gustado algunas actuaciones con Espiral Teatro, las del espectáculo Baba-bobo, porque ha ido gente amiga que no tiene mucho que ver con el circo y me he sentido más a gusto. Ese número con Blanca y Jose me gusta mucho y sigue en activo, aunque desde mi lesión no he vuelto a actuar [actualmente se está recuperando de una lumbalgia que le ha tenido varios meses de baja], y con el resto de la gente de la compañía, diez en total, nos llevamos muy bien, se trabaja a gusto.

P. ¿Y tu primera actuación?
R. Pues éramos muy cutres, hacíamos terrazas y cosas así, lo hacíamos para sacar dinero, con un diábolo de fuego, un pequeño “ampli” y poco más. Luego recuerdo una con Erika en que ella hacía swing y yo tres mazas que, aunque si lo viera hoy diría que era pobre, a mí me gustaba mucho.

P. ¿Has visto alguna actuación de malabares en los últimos tiempos que te haya gustado especialmente?
R. Me gustan muchas cosas, me gusta el número de Jordi Querol [medalla de plata en el 32º Festival del Circo del Mañana], es un numerazo muy suyo, muy personal. Disfruto también las rutinas pensadas, de esas que hay que ver tres veces para entender el quid de las cosas y, en eso, Maksim Komaro me gusta mucho. En general me gusta todo aquello que sea una barbaridad, y de esto hay clásicos, modernos…

P. De los clásicos, ¿Hay alguno que crees que te haya influenciado más o que marcaran tu estilo?
R.
Me gustaba mucho Dirque de “To be 2”, también Rastelli, Brunn, Gatto o Ignatov, claro, aunque me gustaba más verlos que pretender hacer lo que ellos, que está al alcance de pocos. Aparte de eso, me siento más libre con pocos objetos que con muchos, nunca he sido de sacarme trucos con siete pelotas, tengo ganas, pero tengo aun más de sacarme trucos con menos. Con muchos objetos no tienes capacidad de hacer mucho más que lanzarlos y recogerlos, en ese caso se ven más los objetos y menos al malabarista; con pocos objetos se ve más al malabarista.



P. Estás muy comprometido con la formación, ¿Qué te aporta a ti dar clases de malabares?

R. Me gusta ver cómo la gente progresa e intento ayudar a que la gente piense un poco más, nada intelectual ni parecido, pero sí que lo que se aplica a toda disciplina artística. Hay que tener cultura de lo que se hace, hacerse preguntas, y creo que en el circo hay carencia de esto. Se ha adoptado una forma preconcebida de hacer números y nos hemos quedado ahí, una estructura fácil y ya sale el resto, mostrar una técnica y sobre ella poner pegotes. Está bien, pero si te preguntas más cosas será más interesante, al menos para ti, igual no para el público.

Hay muchas maneras de hacer un buen número, pero siempre lo será si ha sido muy pensado y muy cambiado, entonces será resistente en el tiempo, a la primera es difícil hacer algo muy bueno. Eso sí, las cosas que funcionan hay que dejarlas como están, es como si una canción o una película a los diez años caducara y no se pudiera escuchar o ver más, eso no tiene sentido. Mira a Gatto o Ignatov, llevan haciendo cosas parecidas desde siempre, pero funciona, eso sí, la primera vez seguro que no tenían ese número tal como lo conocemos; incluso en el de Gatto hay pequeños cambios con el tiempo, siempre hay excepciones para todo.

P. ¿Algún alumno que te haya sorprendido?
R. Los alumnos siempre me sorprenden, aunque Lorenzo Mastropiettro (Mr. Bucket), por ejemplo, ha sido un gran alumno y luego un gran artista. Mientras estuvo en la escuela se pasaba todo el tiempo en la biblioteca, aprendiendo, leyendo, se sabía todos los vídeos de los clásicos de memoria y se entusiasmaba con todo, que es lo fundamental. Hay que entusiasmarse y obsesionarse, no hasta la enfermedad, pero es necesario.

P. ¿Cómo ves la influencia de Internet en los malabares?
R. Pues ha sido un boom sobre todo en el tema de vídeos, la gente ve muchos vídeos y se sabe rápido lo que ha hecho cualquier persona en cualquier parte del mundo. También están los foros, los blogs, todo eso ayuda, pero sobre todo lo más importante han sido los vídeos. Y la comunidad, el circo es una comunidad un poco cerrada y ahora es más fácil entrar en este ambiente. Pienso que también el aumento de los festivales de teatro de calle en España ha hecho que sea algo más conocido el mundo del circo en ese aspecto, Se ha hecho una base más grande para que mucha gente pueda hacer cosas, hay más escuelas, cursos, talleres, encuentros de malabaristas, la posibilidad de viajar también es mayor, etc. Es decir, Internet ha sido un gran impulso, pero ya había una base creada que lo ha permitido

P. ¿Crees que hacer malabares sirve para algo? ¿Te puede aportar algo que se pueda aplicar a otros aspectos de la vida?
R. Sí, para cuando se te caen las cosas, aunque muchas veces se acaban cayendo igual (risas). No, ahora en serio, me hace darme cuenta de la simetría y la asimetría de las cosas, aunque no tengo claro si es que los malabares me han aportado eso o que me han gustado los malabares porque ya era yo así. También te aporta una gran concentración que entrenas a la hora de practicar, que luego te sirve para muchos otros aspectos de la vida. A mi me gusta mucho cocinar, por ejemplo, y necesito esa concentración a la hora de preparar una receta, tengo que tener claros los pasos a seguir y tener todo el material que voy a usar a mano. Lo mismo cuando entreno malabares.





P. Me han comentado que te gusta la cartomagia, ¿Qué similitudes y diferencias encuentras entre magia y malabarismo?
R. De similitudes: la constancia que necesitas para hacer los trucos, hay que practicar todo miles de veces. La diferencia: la teoría, la magia tiene una teoría muy estructurada y en malabares apenas la hay, o la hay técnica, pero no psicológica. De la magia es lo que más me gusta, la teoría, el estudio de cómo funciona la mente humana y cómo responde a ciertos estímulos o engaños, es apasionante.

P. A mí me llama la atención del mundo de la magia que es como más hermético.
R. Sí, es por no desvelar el misterio, no quitar la ilusión, aunque esto también está cambiando en magia, como ya cambió en malabares. Piensa que hace años nadie del circo enseñaba sus trucos y aun hoy sigue siendo así, por ejemplo, es muy difícil encontrar a un antipodista que te enseñe. Pregúntale a Leo Bassi, por ejemplo, de familia circense, que te enseñe antipodismo, no lo conseguirás. Aún consideran que es una tradición familiar, que les ha hecho estar donde están y no quieren compartirlo. Igual si muestras mucho interés te enseñan pero como a un discípulo, no como a un alumno.

P. Ya para terminar, ¿Qué proyectos tienes en el futuro?

R. Quiero seguir dando clases, me gustaría preparar unos intensivos aparte de Carampa, pero también seguir con la escuela, a ver qué pasa con el traslado a Alcorcón.

Otra cosa que yo no sé hacer pero la gente me pide es observar números, una visión exterior, no dirigir, porque no tengo ni idea, pero sí dar mi opinión, eso me gusta, es fácil (risas). Porque no me gusta la poca sinceridad que hay cuando se empieza, cuando le preguntas a un amigo “¿qué te parece mi número?”, todo el mundo te dice “genial, me ha encantado, sigue así…”. Se es poco crítico con los amigos y es contraproducente; no digo machacar al personal, pero sí hacer crítica constructiva, para que el artista pueda pensar en más cosas y tener un campo más amplio, plantearte preguntas.


Pues procuraremos hacernos más preguntas, mil gracias Churun, ¡salud y mucho circo!