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miércoles, 30 de diciembre de 2015

Mirada al 2015

Año intenso donde los haya, en lo personal y en lo colectivo. Por desgracia ha sido un año de guerras, de terrorismo desbocado, del Oriente Medio cada vez más destruido, de injusticias sociales, de dramas migratorios, de caos climático, etc. Por suerte también ha sido un año interesantísimo en cuanto a elecciones (4 en un año), con un fin del bipartidismo y lo que sana eso la democracia, de futuros cercanos positivos, del comienzo del fin del ébola, etc. 

En lo personal un año de cambios, todos en positivo. Por el nuevo hogar, por el fin de un ciclo laboral-formativo e iniciar otro ciclo laboral muy interesante,  por el nuevo EUCIMA que ya se está gestando, por la infinidad de proyectos circenses en los que me estoy involucrando, todos ilusionantes y, por supuesto, por Alicia.




Vamos a aprovechar para ver qué tal se ha portado el 2015 en el blog que, pese a la escasa aportación, creo que ha sido muy interesante.



 No está nada mal. Sólo me queda dar las gracias a todos los que os pasáis por aquí de cuando en cuando, a los que comentáis y a los que leéis en silencio. También a todas esas personas a las que quiero y con las que he podido compartir pequeños (y grandes) momentos este intenso año, ellas ya saben quienes son y si no, me encargaré de ir haciéndoselo saber a lo largo de 2016.








Por desgracia, echaré mucho de menos a Krahe, menos mal que nos quedan sus canciones.


¡Salud y mucho circo en 2016¡

lunes, 7 de diciembre de 2015

¿En qué piensa Wilbur?

En el número 6 de la calle Fernando el Católico hay un pequeño y acogedor bar llamado "La Bruschetteria de Françoise". En él está Víctor Ortiz, más conocido como "Wilbur", junto con Carlos Such, amigo común. La idea era hacer una entrevista, pero con Wilbur no hay cabida para formatos encorsetados, su cabeza está desordenada, igual que su pelo rizado. La charla entre amigos deriva en un sin fin de anécdotas y risas. Víctor no es Wilbur, pero hay algo del personaje en él. En la distancia corta es tímido y tranquilo, pero para él es inevitable ver el lado gracioso de la vida y buscar la risa, propia y ajena. 




Víctor Ortiz nace en Alicante en 1981. A los 5 años acaba de forma casual apuntado en el club de gimnasia artística de su ciudad. “Mi padre quiso meter a mi hermano en la gimnasia, mientras le hacían las pruebas de selección, yo hacía el loco en las escaleras, al final me cogieron a mí”, recuerda Víctor. Allí es entrenado por Javier Amado “mi segundo padre, lo veía más que a mi familia” y comienza a competir. Destacó en campeonatos nacionales, sobre todo en los aparatos de suelo, salto y barra. “Era un año menor que Gervasio Deferr, coincidíamos en los campeonatos. Él y Oriol Combarros eran ya los buenos en España, los guays. Yo solía llevarme oro o plata, pero cuando competían ellos no había forma; aunque ahora me llevo muy bien con 'Uri'”.

Reconociéndose como un gimnasta más técnico que físico, recuerda la dureza de un deporte como la gimnasia: “Exige muchísimas horas a la semana, de lunes a sábado, sacrificas muchos planes, siendo adolescente es duro. Yo ahora lo recuerdo con gracia, pero he llegado a llorar, sobre todo con las sesiones de flexibilidad; contaba las horas que quedaban para la siguiente sesión, era horrible”.

Su carrera deportiva le llevaba hacia el Centro de Alto Rendimiento en Madrid a los 16 años, pero una lesión y una selección algo enrevesada truncó este camino. “Me habían escrito del CAR de Madrid, llegué a tener la maleta preparada junto a la puerta de mi casa esperando la confirmación durante unos días. Hubo un rollo un poco raro y acabaron metiendo a un cubano, el caso es que al final me quedé sin mi oportunidad y dejé de competir. No me hundí, pero fue una noticia que me jodió”, recuerda el acróbata.




Como toda su vida había girado en torno al gimnasio, Víctor siguió yendo a entrenar. Allí estaban sus amigos y podía practicar break, “por esa época tenía varios vídeos de break-dance en VHS, me encantaba. Conocí a un chico que iba al gimnasio y hacía break, empecé a practicarlo y salir a bailar. La gente flipaba conmigo porque en seguida me salían todos los movimientos y porque era mucho más joven que ellos. La base que da la gimnasia te permite aprender rápido”. Así es como comienza a fusionar las acrobacias y el break, grabándose en una pequeña cámara para luego analizarse. Es ahí cuando decide recopilar todos sus movimientos y sacar un vídeo en Youtube en 2006 llamado 'Acrobacias y acrosport', con miles de visitas (ver su canal de vídeos).



Es en esa época cuando se encuentra con 'Piti' (José Ignacio Úbeda), un malabarista de Donyet Ardit que entrenaba allí y con el que hizo buenas migas. Así conoce el circo y Piti se lo lleva a hacer bolos (actuaciones) con él. Pero mientras descubría este nuevo mundo Víctor intentaba ganarse la vida: “nunca fui un buen estudiante, era muy disperso, de hecho lo sigo siendo, me pasaba las clases dibujando”; por lo que empieza a mirar salidas laborales “trabajé un verano de carnicero en el Mercado Central, en un puesto de una prima de mi padre, fue divertido, pero creo que me pagaron en total 1000 pesetas o algo así”, recuerda entre risas. “Después acabé en una farmacia, de repartidor, me saqué la FP de auxiliar de farmacia y entregaba los pedidos con mi Kangoo, estuve así 3 años. Era la época que comenzaba a actuar con Piti y con alguna empresa de animación, llegó un momento en que no podía compaginar todo”. Entonces Víctor se dio cuenta de algo importante: “lo de la farmacia no era lo que quería ser y lo dejé; por azar descubrí una vocación, el circo, y no volví a buscar otros trabajos”.


Wilbur (D) medallista junto a Javier Amado (2ºD)


El nombre de Wilbur nace en Elche, en el festival Elx al Carrer, en uno de los bolos de Piti. “Una hora antes del espectáculo no sabíamos qué ibamos a hacer, y Piti se dio cuenta que no tenía nombre artístico. 10 minutos antes de salir a escena comencé a leerle todos los folletos y panfletos que teníamos cerca, decía un nombre y le miraba y él negaba con la cabeza. En un momento dado leí Wilbur (creo que de un equipamiento de sonido) y asintió, poco convencido. En el show dijo mi nombre un millón de veces y como había amigos viéndonos todo el mundo comenzó a llamarme así. Al final le he cogido cariño al nombre y me gusta”.

Es en esa época en la que conoce a Antonio Gómez, otro 'machaca' de gimnasio con el que congenió desde el principio. “Es mi mejor amigo, nos dedicábamos a entrenar como bestias en el gimnasio haciendo acrosport. Él siempre ha sido muy deportista y muy fuerte, de hecho me portaba a mí y en cierta forma me cuidaba, porque tenía la cabeza más cuadriculada que yo. Me ha salvado de más de una caída y de más de una pelea. Fuimos al primer campeonato de España de acrosport en Salamanca y lo ganamos”. Antonio se fue a Madrid a estudiar Ingeniería de Caminos y dejó el circo, pero la amistad permanece, “hemos compartido piso varias veces, de hecho ahora volvemos a vivir juntos”, afirma (nota: se le puede ver junto a él en esta gala del III Encuentro de Malabaristas de Alicante).




Enamorado de la sensación de libertad que transmite el circo, en contraposición con la rigidez de la gimnasia, Wilbur va aprendiendo a base de observar y de probar en escena, sin ir a cursos ni escuelas. Hacer reír era lo que más le atraía, “siempre me ha gustado hacer el tonto, a mi entrenador lo tenía frito con mis bromas. En el circo podía desarrollar mucho esa parte, la del payaso, ya que la base técnica ya la tenía de sobra”.

Cansado de la escasez de trabajo levantina, decide probar suerte en Madrid en 2008. Allí conoce a David Morales “El Capitán Maravilla” y se integra en su espectáculo Mono A Mono B. Una época difícil ya que, tras dedicar un año de preparación y montaje, jugándose los ahorros, el espectáculo sale de gira en 2010, en plena crisis. Pese a ello van a muchos festivales y triunfan, “era un show muy potente, diferente, frenético, dos locos vestidos de monos, con mucha referencia a películas y conectando muy bien en escena. Al público le encantaba, lástima que costara tanto de mover y montar, llegamos a comprar un camión para poder transportar todo”. Del Capitán Maravilla sigue aprendiendo técnica del humor y es él el que le recomienda hacer un espectáculo en solitario. Nace así “Piensa en Wilbur”, primero como número de 10 minutos para galas, luego como show de 1 hora.



Habiendo dejado Mono A y Mono B en 2014, ese año presenta de forma inesperada una gala de circo en el CircArte de Alicante, que funciona. “Después vino el EUCIMA (Encuentro Universitario de Circo de Madrid) me piden presentar su gala. Yo había actuado en 2012 allí en solitario, pero me dijeron que quería que presentara y me lancé; la sorpresa es que era en el Price y ante 900 personas. Me lo preparé con tiempo y para mí fue brutal, una gran experiencia, creo que gustó mucho”.  La multitud de galas y eventos que ha presentado posteriormente dan fe de su éxito como presentador, un papel que no tenía planeado,  “me gusta mucho, pringas y tienes responsabilidad, pero tienes mucha libertad, me encanta presentar”.



Cuando se le pregunta por aficiones fuera del circo, Víctor responde sin dudarlo, “me gustan los números de humor, sobre todo el absurdo; sigo viendo vídeos de break-dance; me relaja mucho pintar y me gustan las películas, sobre todo los thrillers y las antiguas. Los genios clásicos como Chaplin, los hermanos Marx o el Gordo y el Flaco me fascinan. Nos creemos que ahora la gente está inventando muchas cosas y hace 80 años se hacían barbaridades geniales”. Pese a que su personaje es un bailón empedernido, reconoce que le cuesta bailar en serio, “es curioso, he bailado tanto haciendo el tonto que bailar en serio me da vergüenza, aunque me guste. Eso sí, en pareja soy un desastre bailando, lo mío es más en individual, aunque siempre acabe haciendo el idiota”. Y se reconoce enamorado, pero de Flow “es mi perro, un Staffordshire Bull Terrier negro, muy social y más simple que un cubo, me encanta”.

Mirando al futuro, Víctor está planeando un nuevo show largo en solitario. “Me voy a vivir a la Sierra para crearlo allí con tranquilidad mientras continúo el show actual. Quiero centrarme más en el clown, sin tanto texto, aunque usando acrobacias mientras me permita el cuerpo. No quiero alejarme de Wilbur, que es un personaje que funciona”. Actualmente ha entrado a formar parte de Clandestino, adult cabaret, en el recién estrenado Gran Teatro Príncipe Pío de Madrid.



Antes de despedir la entrevista, Víctor reflexiona sobre el circo: “a actuar se aprende actuando y te tiene que ver gente. Soy muy lanzado pero en ocasiones es muy duro, yo me he llegado a quedar en el coche sin poder salir antes de mi primera actuación en solitario en el Retiro. Los comienzos son difíciles, eres muy malo y comes mucha mierda, pero vas aprendiendo y te acabas haciendo bastante lanzado. Es una profesión muy bonita y muy dura”.

Gracias a Carlos Such por ayudar en esta entrevista
Fotografías cedidas por Víctor "Wilbur" Ortiz

jueves, 3 de diciembre de 2015

El futuro Centro de Documentación Circense necesita la ayuda de todos

En la escuela de circo Carampa se está retomando una gran iniciativa: crear un Centro de Documentación Circense. Una maravillosa noticia que, debido a la falta de apoyos institucionales, se ha volcado en una campaña de crowdfunding para lograr financiarlo. Cualquiera puede apoyar el proyecto y disfrutar de él. Un proyecto que viene de lejos y que su promotor, Javier Jiménez, contesta a esta entrevista explicándolo brevemente.  




¿Qué es un Centro de Documentación Circense?
Eso me pregunto yo, porque ya he intentado hacerlo un par de veces y las dos veces lo he tenido que dejar a medias. Una en el Price y otra en la EMCA (la extinta Escuela Municipal de Circo de Alcorcón). Los dos primeros años del Price, a mi me contrataron para un departamento, que ya no existe, el departamento de documentación. Eramos dos, una chica, Nefer, y yo. Pero parece ser que hacer un Centro de Documentación oficial requiere muchas cosas, así que se desistió de la idea, me pasaron al departamento de hacer de todo un poco y de ayudar al director artístico y eso fue lo que me llevó a la calle. Lo intenté de nuevo en la EMCA, pero cuando el alcalde nos quitó la subvención, nos tuvimos que reinventar la EMCA, pues los cursos no podían ser tan baratos como antes. 

En Carampa se me pidió que fuera a la EMCA a ocuparme un poco de las pocas clases que había y de organizar los ensayos de los grupos que solicitaban el espacio. Tenía mucho tiempo libre, así que me puse a ordenar los libros de Carampa, que junté con los míos, que empezaban a ocupar demasiado espacio en mi casa. Lo mismo con los videos y dvds. Empecé a colgar pósters de las paredes, y a poner librerías en una de las habitaciones. Ordené los libros. Fotografié las cubiertas y los coloqué. Estaba todo listo, casi a un  par de semanas de la fecha de inauguracón, el alcalde se enteró de que no nos habíamos ido, de que aguantábamos ahí sin la subvención y decidió echarnos, sin más. Sin darnos demasiado tiempo. Así que tuve que empaquetar de nuevo todos los libros , videos, dvds, revistas, postales, promos, etc. Así que no sé muy bien qué es un Centro de Documentación  Circense, no me han dejado saberlo. Pero imagino que es como un Centro de Documentación cualquiera pero dedicado al circo





¿De dónde sale el material allí reunido?
Como ya he dicho, son libros o material de Carampa, algunos libros cedidos por Donald, otros regalados por amigos o socios y muchos de mi colección privada, tanto de libros como de videos. Me he pasado muchos años buscando material, libros viejos, videos de circo, era un poco obsesiva mi afición.

¿Cuándo empezó tu afición al coleccionismo de material de circo?
La verdad es que siempre he sido un poco coleccionista. Mi padre coleccionaba sellos, vitolas, cucharillas de café, jarras de barro e hijos —somos 8 hermanos—, así que me parece que lo heredé de él.  Siempre, desde que fundamos la AM (Asociación de Malabaristas) he ido recopilando material, las revistas, las publicidades de los grupos y los pocos videos que había por entonces. Un libro sobre freaks que contaba historias maravillosas sobre ellos me hizo comenzar mi colección de libros, primero todo el material que encontraba sobre freaks, y luego más tarde comencé con el circo. Tenía un amigo alemán, un coleccionista especializado que también vendía,  que me aconsejaba qué libros pillar. Me he gastado mucho dinero en todo eso, porque después me encapriché de los pósters de circo polacos, de los sellos de circo, las películas con algo de circo, los libros de la lista de Toole Stoott, en fin, en vez de comprarme una casa a plazos, me compraba libros de viejo sobre circo en todos los idiomas. Ahora que he dejado de comprar compulsivamente, me he atrevido a comprar mi casa.

¿Por qué consideras importante que exista ese Centro de Documentación?
Es importante, es evidente. Cuando teníamos la biblioteca/videoteca operativa en Carampa, antes del youtube y todo eso, nuestra colección ya era importante y muchos alumnos y otros profesionales de circo han gastado muchas horas viendo videos u ojeando lilbros. Ahora queremos hacer eso mismo, pero con más material y todo más ordenadito y clasificado. 




¿Hay otros similares en Madrid o España?
Que yo sepa, solamente hay una biblioteca en 9Barris, en Barcelona, con una sección importante de circo. Nuestra colección es mucho más grande. Hay y habrá otras colecciones, alguna de libros más importante que la nuestra, pero no tienen esa vocación de estar abierta al público. Creemos que puede inspirar y servir a nuestros alumnos y que con el nuevo Grado Universitario de Circo de la Universidad Juan Carlos se va a utilizar bastante. 

¿Por qué un crowdfunding?

Nuestras cuentas, nuestra economía —las de Carampa— no son demasiado sólidas, nunca sobra dinero. Siempre andamos raspados, así que cuando planteé la necesidad de sacar los libros de las cajas, porque ya llevaban dos años en un almacén y los dueños ya habían empezado a preguntarse cuándo los iba a sacar, e hicimos cuentas vimos que teníamos que pedir un crédito. Los créditos nos asustan un poco, así que decidí probar con el micromecenazgo. Sabía que hay mucha gente que conoce la colección, que ha disfrutado de parte de ella, en la carpa o en la EMCA, que me han pedido información y se la he facilitado sin pedir nada a cambio, así que confiaba en que habría bastante gente que nos apoyaría y así está siendo. Las aportaciones son generosas. Hay más aportaciones de 50 € que de 10 €, me encanta, pero yo quiero que todos mis amigos pongan 10 € porque quiero regalarles dos entradas para cualquier cirkabaret. Echo de menos a los patronos de 10. ¿Me ayudas a conseguirlos?




¿Para cuándo calculáis que va a estar listo?
Estará listo en marzo. Tenemos previsto una fiesta de inauguración, un cirkabaret Centro de Documentación el 12 de marzo, así que para ese día tiene que estar todo listo. Ya hay mucho avanzado por todo el trabajo que hice en la EMCA, aunque hay que actualizar bastantes cosas, podría estar operativo muy pronto y seguir clasificando y ordenando sobre la marcha. Lo importante es sacar los libros de las cajas y colocarlos en las estanterías.  

¿Cómo podremos usarlo los aficionados al circo?
 Los interesados pueden hacerse socios del Centro por muy poco dinero, unos 10 € al año. No se podrán sacar los libros. Son para consultar in situ, pero facilitaremos el trabajo de todos los que quieran investigar sobre la historia del circo o sobre otros temas relacionados con el circo. Los alumnos y  profesores de Carampa y los socios de la AM tendrán acceso al Centro sin tener que pagar esos 10€, pero habrá un horario de uso. La colección es valiosa y hay que protegerla.


Muchas gracias Javi, por la entrevista, por las imágenes y por la iniciativa. Todos los aficionados al circo estamos deseando que este proyecto salga adelante y lo podamos disfrutar. 

lunes, 30 de noviembre de 2015

Ración de vídeos del mes. Noviembre 2015

 Esta vez la ración es colaborativa. Resulta que uno es aficionado, casi obsesivo, de los vídeos de circo. Afición que intento contagiar a través de estas raciones y a través de la página de Facebook del blog. Resulta que uno tiene amigos que también son aficionados obsesivos, unos ya de origen, otros se han ido convirtiendo con el tiempo a esta fe. Así, sabiendo de estas obsesiones, decido convocar una tarde de circo, de vídeos de circo. Entre todos elegimos muchos vídeos y pasamos la tarde viéndolos y comentándolos, aprendiendo y disfrutando de esto que tanto nos gusta. Estos son algunos de los que vimos. Mil gracias a esa gente que decidió pasar una tarde de domingo viendo vídeos de circo entre amigos. Habrá que repetir.

Pasen, hay sitio al fondo.

1) Marie-Ève DicaireBailarina reconvertida al circo en la escuela de Montreal, se especializa allí en el equilibrio de manos. Tras pasar por numerosos circos contemporáneos de gran renombre, desde 2012 actúa en el Cirque Plume. Allí muestra este precioso número, donde destaca esa facilidad para realizar figuras complejísimas, sobre todo a una mano. Elegante y muy, muy buena. Gracias Amaya.




2) Yana Kudryatseva. La reina indiscutible de la gimnasia rítmica actual. Con sólo 18 años ya ha ganado 3 veces seguidas el mundial de gimnasia, en el último ganando 5 oros. Parte de su éxito radica en, a parte de su extraordinaria técnica, en sus novedosos movimientos, como el spinning del minuto 1:32 del vídeo. A mí, que hace tiempo que veo la gimnasia con otros ojos, me ha encantado.Gracias Iván.


3) Yann et Greg. Yannick Thomas y Gregory Arsenal, integrantes del Cirque Le Roux, franceses que se encontraron en Montreal. De allí salieron con su mano a mano bien engrasado, listo para triunfar en festivales como Cirque de Demain y Sol y Circo. Esta es la actuación en la 31ª edición del primero, donde merecidamente ganaron un bronce. Uno de esos números que te atrapa y al terminar sólo puedes decir: "joder, qué bonito". Gracias Clara




4) Guillaume Karpowicz y Teemu Riihelä. Karpowicz es bien conocido en el mundillo del diábolo por su nivelazo, sobre todo en los números altos (traducido: lanzar muchos diábolos altísimo como si nada), también ha aparecido alguna vez por este lugar. Suele sacar vídeos que causan mucho revuelo, por lo novedoso y por su gran nivel. Ahora nos sorprende con esta combinación inédita de diábolo y trapecio washington (ejecutado por Teemu, un BBoy finés reconvertido al circo). No voy a añadir mucho más, sólo espero que se os queden tantas ganas de verlo en directo como a mí. Gracias Miguel


5) Charles Eric Bouchard. Nivelazo también el de este artista, que aún está en su periodo formativo. La cuerda lisa es una disciplina difícil, en ocasiones poco agradecida por ser menos vistosa que otros aéreos. Bouchard consigue fascinar y dejar con ganas de más.Gracias Chispu.




6) Troupe Kovgar. Puro estilo ruso. La troupe formada por el exgimnasta Andrey Kovgar, integrando a otros gimnastas con la idea de hacer una gran compañía. El número conjuga varias disciplinas clásicas, como la báscula, los saltos en zancos, las banquinas, etc; llevándolas a ese límite absurdo que sólo los rusos y los chinos conocen. Maravilloso. Gracias María



7) Collectif Petit Travers. El nuevo espectáculo de esta bella compañía francesa de malabaristas se llama Nuit. Su estilo es inconfundible e hipnotizante. A sus lanzamientos coreografiados dando la espalda al público han añadido toques de magia y una bonita escenografía. Imprescindibles en el mundo malabar. Gracias Carlos.



8) Rudi Macaggi. Acróbata italiano de familia circense, autodenomina su disciplina como "acromedia". Un loco de esos que sacan ese puntito que sólo da el circo. ¿Por qué hacer esa locura? Porque es circo. Gracias Chuspi.


Esto y mucho más se vio en la "velada cirquera". Espero que sus estómagos hayan quedado saciados

¡Salud y mucho circo!

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Cuatro años de La Pértiga

La Pértiga es un pequeño espacio de circo en Madrid. Nació hace 4 años con la ilusión de unos pocos de tener un espacio para entrenar y poco a poco se ha ido transformando en un lugar de entrenamiento, de aprendizaje y de cabarets. En estos años ha conseguido consolidarse y ser parte de la actualidad circense madrileña. Así, en la pequeña calle Albéniz, junto al metro Alto de Extremadura, tras un gran portón negro, se esconde un pequeño gran lugar de circo. Una de sus organizadoras, Inma "Malala" Ricoy, nos cuenta por entrevista electrónica qué es La Pértiga y su evolución en estos 4 años.



¿Cómo nace La Pértiga?
El germen de La Pértiga nace en Septiembre de 2011, cuando Tincho -Fontalicio- decide que quiere tener un galpón [construcción grande y techada destinada a diversos usos, tipo granero] para entrenar circo, algo común en Argentina. Primero convenció a Julián y a Bugo y después nos lió a todos. Y nos pusimos a buscar espacio, buscando un lugar para vivir y entrenar. Al principio éramos Tincho, Fa, Ale, Juli -todos argentinos-, Bugo -italiano- y yo -la "gashega".
Yo personalmente llevaba mucho tiempo haciendo cositas de payasa y animación. Al llegar a Madrid me apunté a Carampa y a la EMCA, donde hice aéreos, acrobacia excéntrica, pantomima, etc. Aquellos días yo salía con Julián, que me propuso formar parte de esto; sé que fue porque era la única que en aquel momento tenía un contrato de trabajo en vigor que nos pudiera hacer de aval, pero aquí sigo.

¿De dónde viene el nombre?
Cuando ya entramos en la nave, había un cartel de "se alquila" muy cutre que estaba pintado por detrás de lo que había sido un cartel promocional de un libro "La Pértiga del Funambulista" (Berta Tabor, 2007). Cuando nos pusimos a buscar el nombre para la Asociación, y después de pensar mil y uno, decidimos que "La Pértiga" no estaba mal y tenía un punto. Y ahí realmente nació "La Pértiga" como tal.



¿Habeis tenido problemas legales al crear y desarrollar el espacio?
Por ahora no, toca madera. Yo me he hecho en este tiempo un máster de "Trámites con la Administración" y por ahora tenemos todos nuestros papeles en regla. Nosotros funcionamos para dentro, todo se hace por y para los socios. Es un espacio privado, además de Asociación si Ánimo de Lucro. Pero bueno, fueron muchos paseos por pasillos con mi carpetilla para tenerlo todo claro.
Sí tuvimos problemas técnicos, sobre todo con la instalación de luz y agua.
El dueño nos dijo que era sólo hacer una llamada y dar el alta, pero resulta que la instalación estaba vieja y había que hacer de nuevo el armario de la luz y Fenosa nos estuvo dando vueltas durante un par de meses o 3 que fueron un infierno. Imagínate: invierno, en Madrid, sin luz, ni calefacción, ni agua caliente... Yo me iba a duchar a Carampa porque en aquella época trabajaba en una productora y tenía que tener una imagen medio presentable.


¿Por qué dar clases de circo?
Porque hay demanda, básicamente. En principio el tema de la Asociación lo pensamos para nosotros, ensayar, entrenar, tener nuestras cosas. Poco a poco vino gente preguntando por el espacio para impartir clases. Nos lo planteamos y ahí fuimos, de cabeza. Realmente no tenemos un planteamiento de Escuela de Circo como puede tener Carampa, nuestros cursos son cosas chiquititas, gestionados por los profesores, según van saliendo, no hay un plan de estudios ni nada por el estilo. De hecho en algunos de los talleres somos alumnos los de la casa y un par más. Pero no nos consideramos Escuela de Circo ni funcionamos como tal, eso lo dejamos para nuestros hermanos mayores. Nosotros nos llevamos un porcentaje de lo que saca el profesor, que da para cubrir gastos y poco más. Los profesores definen los horarios, precios, duración y contenido de la clase, según sus propios criterios.



La Pértiga en sus primeros días


¿Qué ideas iniciales habéis mantenido y cuáles habéis tenido que cambiar?
  Pues relacionado un poco con esto de las clases, lo de que la nave sea estrictamente nuestra. En principio iba a ser para nosotros, pero nos hemos ido abriendo a más usuarios y cursos. A día de hoy la nave ya no es nuestro hogar, es un espacio en el que hay más gente de fuera que de la casa. No te niego que a veces la atravieso en bata y pantuflas si hace falta pero bueno, te cuidas más y no es lo mismo que ser sólo los de la casa. En ocasiones da pereza, si te has acostado tarde, despertarte a las 10 con la música de la gente que entrena. Pero estamos contentos con los cambios que han ido viniendo, nos adaptamos.  

¿Algún proyecto interesante que os hayáis quedado con ganas de realizar? 
La nave iba a tener un estudio de sonido, para sala de ensayo de música y grabaciones. Esto es porque Juli, uno de los socios fundadores, es técnico de sonido y era su idea inicial. Cuando vimos que el proyecto era irrealizable, por caro, complejo y por restar mucho espacio a la nave, decidió desvincularse del proyecto para buscar donde montar su estudio. Actualmente lo tienen, muy cerquita de aquí, Colectivo CenikaBuena y Chiplab, y nos siguen echando una mano con la parte técnica de los cabarets, así que al final fue para bien. Aparte de eso, pues tenemos ganas de tener un suelo como Dios manda, recto, liso y de tarima flotante, y una calefacción guay, aunque es un tema muy caro y complejo.


 Los cabarets se han consolidado como algo fijo en la programación circense madrileña, ¿Estáis contentos con cómo van funcionando?
Sí, siempre estamos contentos con los Cabarets, venga más o menos gente. De media vienen unas 50-60 personas, que son casi fijos, aunque el aforo varía cada vez, es imposible de prever. Ahí seguimos, mes tras mes.  Los números son estupendos, puedes ver premieres de lo que están creando los artistas y eso me parece muy interesante.  Otro punto que tenemos muy en cuenta es que los artistas estén contentos y puedan desarrollar su trabajo cómodamente y se sientan valorados. Procuramos que, ya que no están siendo pagados, se sientan bien tratados, respetados como personas, artistas y profesionales. Por eso somos muy estrictos en la preparación previa de los cabarets, con las pruebas escalonadas y unos tiempos medidos de prueba de sonido y luz. Yo soy muy maniática con eso, porque vengo del Cine y ahí las cosas van así, súper cronometradas. Por otro lado a mí, como artista, lo de llegar a probar a un sitio y que todo sea caótico me pone muy nerviosa y me afecta a la hora de actuar. También les damos de cenar y de beber y se respira buen ambiente. Creo que por eso los cabarets molan tanto, porque todo el mundo está feliz. Los próximos van a ser el 11 de diciembre y el 8 de enero. ¡Esperamos que se peten!  


La Pértiga en la actualidad


¿Por qué creéis que hay tan pocos sitios dentro de Madrid capital donde se pueda entrenar y programar circo?
¿Tan pocos? Creo que os quejáis de vicio. En toda Galicia -yo soy de allí- no hay ni la mitad de lo que tenéis aquí en Madrid: Carampa, el Price, Charivari, Fedriani, Tabacalera, Los Jacintos, mil sitios donde estudiar clown, tantos que ya me pierdo, etc. Y a unos pocos km. El Circódromo, Arribas, Bon Site, CircoDiverso... ¡Son un montón!.Está claro que siempre querríamos más, sobre todo si te comparas con otros países. Pero no, no son pocos, y además, somos cuatro gatos en el circo. Cuatro gatos majísimos y con muchas ganas de hacer cosas y que nos movemos un montón, pero al final  nos conocemos todos aunque sea de oídas.No creo que haya público ni demanda para mucho más. De hecho, nosotros cuando hemos montado aquí espectáculos unipersonales no hemos conseguido atraer a gente suficiente para que resultara rentable abrir la nave, por eso hemos dejado de hacerlos prácticamente. Aunque queremos darle una vuelta y volverlos a hacer, porque es otro tipo de propuesta escénica diferente al cabaret que nos interesa bastante. De hecho, el próximo fin de semana hay un espectáculo unipersonal programado.

¿Cómo es la situación actual de La Pértiga? 
De los iniciales sólo quedamos Ale y yo. El resto se han ido desperdigando por el mundo y aunque pasan por aqui siempre que vienen a Madrid, los derroteros de la vida los han llevado por otros lados.
En lo económico, como siempre; manteniéndonos, intentando invertir y mejorar pero sin muchas posibilidades de hacerlo, la verdad. Pagamos un alquiler muy alto (debido a la ubicación y a que nos la metieron doblada), dos seguros, y no tenemos demasiados ingresos. En cuanto a recursos humanos somos los de la casa y cada vez más socios, y con eso sí que estamos contentos, porque son más manos a la hora de trabajar y más cabezas a la hora de pensar. Apoyos no tenemos más allá de nosotros, que financiamos todo lo que hay aqui con la pasta que sale de cursos, entrenos y cabaret, más lo que aportamos de nuestro propio bolsillo mes a mes en forma de alquiler (los que vivimos aqui) o de cuota de socio. Quizás debiéramos buscar mecenas o subvenciones, pero nos gusta ser así, independientes y un poco underground.

¿Proyectos futuros?
¡El suelo! ¡La calefacción! La verdad a mi me gustaría ir evolucionando y dentro de unos años, cuando ya no quiera vivir en una nave fría y llena de gente, poder alojar a compañías para que hagan sus creaciones, o a alumnos de Carampa, para que tengan un sitio barato donde vivir y entrenar. Pero bueno, por ahora seguir mejorando, invirtiendo en material para los entrenos y los cabarets. Por cierto, aceptamos donativos: sillas plegables y focos nos vendrían estupendamente.  



¿Qué le recomiendas a alguien que quiera montar una nave de circo?
En primer lugar que tiene que estar muy seguro de lo que quiere hacer, asesorarse bien legalmente y por un arquitecto o albañil antes de firmar un contrato. Nosotros no lo hicimos y aún estamos pagando el pato por un par de cláusulas abusivas que nos metieron. También que tenga claro que esto aporta mucho pero hay que dedicarle mucho trabajo y mucho tiempo, y a veces no es tan gratificante como debiera. En una nave hace frío (en todas), hay mucha gente, las cosas se desordenan, se pierden o se rompen y nunca ha sido nadie, pero que si consigues superar las adversidades, te vas haciendo fuerte. Y que antes de montárselo por su cuenta miren si hay proyectos chulos que les puedan ir bien, porque a veces ya hay algo montado y puedes subirte al carro, que es mucho más cómodo, creo yo, que empezar de cero.
Por último me gustaría resaltar que en La Pértiga no somos sólo una Asociación, somos una Comunidad, prácticamente una Familia, y que estoy súper contenta y orgullosa de formar parte de ella.





Más información

lunes, 16 de noviembre de 2015

El circo duele

Duele la maza al golpear la mano

la espalda al agacharse a por la pelota

los pies sobre el alambre

las manos que agarran el trapecio

el cuello de mirar arriba a tus malabares

la cabeza al acumularse demasiada sangre haciendo la vertical

los tobillos al caer desde una doble altura

las lumbares de la contorsionista 

los hombros del portor 

la piel agrietada por la magnesia

los músculos cuando pasan de su punto de máxima elasticidad

los fallos, sobre todo en el ego

las caídas inesperadas y las previsibles

los golpes contra estructuras o compañeros

el suelo que nos recuerda  la ley de la gravedad

estancarse en un truco o en una figura

duelen las lesiones


Foto: Amaya Frías

Es así, el circo tiene algo de masoquista: 
se mueve con el dolor, avanza con él, a través de él; 
y es muy satisfactorio el resultado.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Historia y arquitectura del Price, por Flor Arango

Itinerante, es el primer adjetivo que rebota en nuestras mentes cuando pensamos en arquitectura circense contemporánea. Envolventes dinámicas de carácter temporal que brotan de forma libre y espontanea. Espacios palpitantes habitados a ratos cuya esencia misma versa sobre su fugacidad y su ulterior auto consumación; una vez cumplida su mirifica función se extinguen sólo por momentos para posteriormente volver a emerger. Son volúmenes que responden entre otras, a una de las soluciones arquitectónicas más primigenias: reunir.

Se trata de una arquitectura efímera, que pese a su carácter circunstancial, ha sido siempre una arquitectura relevante y recurrente. Es durante el Renacimiento y especialmente el Barroco cuando la arquitectura de carácter temporal y las construcciones con materiales maleables alcanzan su periodo de madurez. Estructuras livianas y edificaciones provisionales se erigen inmersas en el auge de las artes figurativas y otras artes efímeras como la música, la danza o el teatro. Lo rápido e improvisado se superpone a lo dificultoso, lo lento y lo costoso de tal forma que el trampantojo y los grandes montajes de escenografías y fastuosos decorados suplantan a lo real y enmascaran frágiles obras pasajeras destinadas a desaparecer tan pronto hubiesen cumplido su función.

En lo efímero, cada época ha materializado su idea de celebración empleando las técnicas y materiales disponibles del momento. Así, en la segunda mitad del siglo XVIII se generalizaron los circos de madera desmontables y a principios del siglo XIX se iniciaron las construcciones con lonas sostenidas por mástiles. Éstas, en un principio eran una simple carpa sostenida con un mástil central, sin embargo, se llegaron a hacer de hasta tres pistas circulares, multiplicándose el número de mástiles a la vez que aparecía el faldón perimetral de las lonas.



Hoy lo efímero sigue proyectando estas funciones lúdicas y experimentales que se generan a partir de las nuevas dinámicas de la sociedad postindustrial. Contemplan el cambio, el movimiento, la fugacidad y la mutabilidad y abren el dialogo entre el espacio público y la participación social. Se orientan no necesariamente a lo duradero, sino más bien al tránsito en el tiempo, el funcionar, el no molestar, el agradar, el simplemente estar, hasta acabar.

El circo es la ingeniería de lo móvil, se desplaza, cambia de forma y renace en diferentes fragmentos del tejido urbano el cual es en cambio, un esqueleto fijo, preciso y delimitado. Por definición pudiesen parecer dos conceptos antagónicos, sin embargo arquitectura y circo se intersecan también para generar espacios permanentes inscritos dentro de la estructura urbana. En España se construyeron numerosos Teatros Circo durante las dos últimas décadas del siglo XIX, convirtiéndose el Teatro Circo Price de 1880 en un referente tipológico para muchos de los que se levantaron en el país.

La peculiar historia del actual Teatro Circo Price cuya vida, paradójicamente, se dibuja como itinerante, se remonta a mediados del Siglo XIX cuando Thomas Price, acróbata y domador de caballos, adquiere un terreno en el Paseo de Recoletos (espacio que hoy ocupa el Palacio de la duquesa de Medina de las Torres, actual sede de la Fundación Mapfre) y monta una sencilla estructura para ofrecer espectáculos de caballos y acrobacias.

El apogeo de las artes circenses en esa época y la amplia oferta lúdica y cultural de la ciudad condujeron al irlandés a aventurarse en 1868 con la edificación del primer Circo de Price, proyecto del arquitecto Pedro Vidal. El resultado, inspirado en el Circo de Invierno de París, fue un edificio de estilo clasicista (ver imagen 1), de planta octogonal construido en su mayor parte de madera. Destacan los pilares dóricos (1) adjuntos a cada una de las aristas del volumen principal de tal forma que se crea la sensación de espacio circular, abarcando el máximo de superficie con el mínimo perímetro. Vanos mezaninos cuadrangulares (2) se disponen ordenadamente alrededor de toda la fachada del volumen que envuelve la pista circular de aproximadamente 13 metros de diámetro y que a su vez, sostiene una cubierta piramidal (3) rematada con una linterna (4). La circulación en el interior del edificio se solucionó con corredores circulares y el acceso a las gradas por vomitorios (5). Al volumen principal además, se añade otro en la parte posterior destinado a albergar los camerinos para actores y las cuadras.

Imagen 1. Primer Circo Price (1868). Click para ampliar

El éxito de este circo fue tal que 10 años después se comienza un segundo proyecto, esta vez sobre el papel del arquitecto Agustín Ortiz de Villajos. La piel del Price se traslada a la Plaza del Rey (actual localización del Ministerio de Cultura) y en 1880 se inaugura con un increíble cartel de artistas, un edificio de planta octogonal y estructura de hierro forjado (ver imagen 2). Resalta su elegante fachada principal construida en ladrillo y granito, de estilo neomudéjar-plateresco con elementos arquitectónicos característicos de la arquitectura festiva española de finales del siglo XIX y principios del XX, el ajimez (6), los arcos de herradura (7), el arco túmido (8) o los medallones con caballos en relieve (9). La cubierta de teja y hierro cobija la pista central de aproximadamente 14 metros de diámetro y las localidades distribuidas alrededor de esta en dos pisos. El edificio conserva el nombre de su fundador, Price, aunque también se le conocía en la época como el Circo de Parish. En múltiples ocasiones se usará también como cine y teatro por lo que también se le conocerá como el Teatro Circo Price.

Imagen 2. Segundo Circo Price (1880). Click para ampliar

El declive de la actividad de este edificio se producirá con el comienzo de la Guerra Civil que provocará importantes daños durante los bombardeos en el asedio a Madrid. A pesar de ello, se reconstruye y reabre sus puertas tras la guerra, sin embargo breve es su último momento de esplendor previo a su clausura definitiva y demolición en 1969.

 

Han de pasar entonces más de 30 años para que el Teatro Circo Price se reinvente una vez más y abra un nuevo capítulo en la historia de las artes escénicas en Madrid. Se emprende así en el año de 1999 el proyecto del actual Teatro Circo Price diseñado por el arquitecto Mariano Bayó, en esta ocasión situado en el abandonado edificio de la Fábrica de Galletas Pacisa, en la Ronda de Atocha. El conjunto, inaugurado a finales del 2006, está formado por seis edificios: el edificio de acceso principal que acoge las taquillas, tienda, cafetería y salas de exposiciones; el edificio circular que envuelve la pista, el edificio de trasescena, el edificio administrativo que incluye el aparcamiento y el área de carga y descarga y finalmente el edificio de oficios, talleres y zona preparatoria del circo (ver imagen 3).

La fachada que observamos desde Ronda de Atocha data de principios del siglo XIX y se corresponde con la fachada restaurada de la antigua fábrica de galletas, una construcción influida en parte por la arquitectura ferroviaria de la época, levantada en ladrillo y de estilo ecléctico con elementos clásicos y neomudéjares.

El principal elemento del complejo es el tambor (10), que actúa como eje regidor de los diferentes espacios que le rodean. El muro vítreo que cierra el cilindro se proyectó como elemento sugerente con el fin de que su presencia suscitará la curiosidad por lo que bulle en el interior. Los colores iridiscentes y metalizados de los mosaicos de vidrio de murano (11) provocan junto con el juego de luz natural una metáfora estética, creando destellos, reflejos y sorpresas tan llamativas como las lentejuelas mismas de las distintas vestimentas de los actores. 

Imagen 3. Tercer Circo Price (2006). Click para ampliar


Hoy el Price es sin duda un ejemplo de vitalidad donde se conjugan la arquitectura y el circo, lo fijo y lo móvil, lo urbano y lo extra urbano. Es un espacio que a la vez, constituye un importante emisor de datos que nos muestran significados dispersos y complejos sobre nuestra manera de habitar el mundo; y en tiempos de veloz evolución donde no hay cabida para la sedimentación de ideas, resulta casi inevitable echar a volar la imaginación y cuestionarse… ¿cómo será dentro de 300 ó 500 años, el artefacto, la mixtura entre tecnología y arquitectura que se ponga al servicio del circo y dé continuidad a la fascinante tradición circense que encierra Madrid?



 Para saber más:

viernes, 30 de octubre de 2015

Música y circo. Wilbur y Papawanda.

Influencia Magazine es una revista digital dedicada a la música. Además de reportajes y noticias de todo tipo, organiza algunos eventos muy atractivos.

En esta ocasión han decidido hacer una combinación de éxito: música + circo. ¿Y qué mejor combinación que la del grupo Papawanda con el acróbata Wilbur?



Papawanda es una banda madrileña camino de su segundo disco. Su música es animada y divertida, de esas que te obligan a bailar aunque no estés de humor. Contagiosa y pegadiza. Sus componentes sienten, además una afinidad con el mundo del circo, ya que tocaron en el 7º EUCIMA (Encuentro Universitario de Circo de Madrid) y el videoclip de su "canción del sol" está situado en pleno festival circense. Era por tanto inevitable que acabasen realizando eventos diferentes, mezclados con el circo.



Juntarse con Wilbur es ir a lo seguro. Es un personaje disparatado, de vitalidad extrema, siempre arriba. Sus acrobacias y actuaciones llevan a un resultado inevitable: la risa. La carcajada casi constante durante su espectáculo, que va generando un ejército de rendidos fans deseando verle de nuevo.




Ya sabéis, por sólo 6 € podremos disfrutar de una divertidísima noche de música y circo. La combinación ideal para el día 7 de noviembre por la noche, en la sala Moondance de Madrid.

Toda la información del evento aquí:

El silbato y el tiempo

Ocurre que un día, de la forma más inesperada, entre los cientos de actuaciones que has visto, una te marca. Fue en la EJC de Irlanda de 2014, ese día anunciaba el programa que habría una actuación de un tal Darragh McLoughlin, dentro del día irlandés. Con la rutina de un gran encuentro, vas a ver todo espectáculo programado casi por inercia, a ver qué ves. Y llega un artista y lo rompe todo.




Con el recuerdo de aquella actuación que tanto me marcó y tan fija se me quedó en la memoria, me entero que Darragh McLoughlin va a actuar en Madrid. Forma parte de un ciclo de teatro llamado "The best of BE", lo mejor del festival BE de Birmingham, que han tenido a bien en traerlos a Madrid.

Así, recordando las ganas de volver a ver este espectáculo, he acudido al Teatro de la Abadía y me he sentado en mi butaca. Y he vuelto a disfrutar como un enano.

This is a whistle  
When I blow my whistle, 
you have to close your eyes

When you hear it again,
you may open them 


Es una premisa sencilla, como las de las ideas geniales. Suena el silbato y cierras los ojos. Suena otra vez y los abres. En ese lapso en el que estás con los ojos cerrados, en escena suceden cosas, la línea temporal del espectáculo gira, salta y se entrecruza. Es como el espacio que hay entre las viñetas de un cómic, como los anuncios en una serie, la elipsis llevada al máximo. La clave está en que al volver a abrir los ojos, nada es lo que debería ser, el tiempo ha dado un salto hacia delante, o hacia atrás, o ha sufrido un dejà vu, o se ha roto del todo y ante nosotros aparece algo inesperado.

La simple construcción de una hilera con bolas de malabares, se ve interrumpida varias veces por el silbato. El espectador asiste fascinado al camino que va siguiendo esa hilera, y las situaciones absurdas que se llegan a vivir. Darragh juega a eso, a lo inesperado, a manejar el tiempo de forma imprevisible, siempre sacando una carcajada por el descubrimiento al abrir los ojos.



¿Cómo es una rutina de malabares en la que un silbato te obliga a cerrar los ojos en determinadas partes? Pues fascinante. Ese hueco de oscuridad hace al espectador partícipe de su propio espectáculo, uniendo mentalmente en ese intervalo las imágenes que sí se le permiten ver. ¿Y si hago trampas y no obedezco al silbato? Darragh también ha pensado en eso y depara algunas sorpresas.

Como malabarista además nos ofrece unas imágenes muy cuidadas. Desde cosas sutiles formando estructuras temporales con bolas, a trucazos bien manejados. Es la formación que arrastra este irlandés tras su paso por Berlín y por ACAPA (Holanda), su investigación posterior como Squarehead Productions. El resultado mereció se partícipe del Circus Next en 2013-2014, que financia proyectos artísticos diversos.


En definitiva, una de esas obras diferentes, que consiguen sorprender a cada minuto y cuyas posibilidades no parecen acabarse. Bien por ese espacio en negro que lo llena todo entre escenas.

Para saber más:

lunes, 26 de octubre de 2015

Probablemente, la mejor EJC. Parte II. Por Carlos Such

Seguimos con la fantástica crónica de la EJC que tuvo lugar este verano en Bruneck (Italia), redactada por Carlos Such. Ahora más centrada en los espectáculos. (ver aquí la primera parte)

Foto: Luke Burrage


Para empezar, de nuevo un chapeau enorme al equipo de programación de espectáculos. No se pecó ni de un exceso de programación ni cayeron en el error de quedarse cortos.

Hubo dos grandes galas, aparte de los espectáculos que luego detallaremos: la Gala de apertura, que se celebró en un escenario en el centro de la ciudad, tras el concurrido pasacalles; y una Gala final (tres pases con los mismos números) en el Big Top.

En la Gala de apertura se vieron muchos y muy buenos malabares: Con mazas, el suave y cuidado número de Svetlana Zueva; después Anni Küpper demostrando una vez más estar a un altísimo nivel; un Jimmy González que levanta al público con su baile y sus malabares de arcilla; Eric Longequel un poco fallón con su número de diábolo; de nuevo Eric acompañado de Neta Oren consiguiendo maravillar al público con un número de movimiento, bolas y lanzamientos imposibles; un dúo cómico de trapecio, con un toque original por parte de las Passe Pieds; otro dúo, pero esta vez de diábolo, de Alexis Levillon y Victor Debouvère que mostraron una estética clásica con trucazos increíbles; y por último el presentador y malabarista Jon Udry, que amenizó perfectamente la Gala.

La Gala final, mucho más variada que la Gala Open, se realizó en una enorme carpa con escenario circular. De las cosas que más llamaron la atención fue lo cuidado que estuvo el tema de las luces. Cosa poco común en este tipo de eventos. Duró algo más de dos horas con descanso de por medio, y no dejó el listón nada bajo, ¡a ver qué montan en Almere 2016!

Las grandes triunfadoras de la Gala fueron Nata Galkina y Lisa Rinne. La primera, con un número nada clásico de antipodismo. Maravilló no sólo con su técnica sino con un peculiar personaje que ha trabajado durante este año en la escuela francesa de Le Lido. Por su parte Lisa, que entre otros muchos premios tiene una medalla de plata del Festival de circo Demain (París, Francia), fue la típica desconocida en el mundo de los malabares que dejó boquiabierto al público. La verdad es que nadie se esperaba un número de escalera y trapecio volante tan cañero y arriesgado.

Nata Galkina. Foto: Luke Burrage




Tony Pezzo no defraudó y abrió la función con su mix de bolas, mazas y aros. Aunque si tengo que elegir entre uno de los dioses Wes, Patrick o él, me quedo antes con los otros dos. Jacob Sharpe mucho mas limpio en escena de lo esperado. Con su personaje yankee que no se debe alejar mucho de su propia personalidad, llegó a lanzar hasta cuatro diábolos, aparte de otros trucos que sólo los diaboleros saben explicar. Olena y Svitlana es un número imposible de passing y monociclo, o más bien, de passing en monociclo. Dos jóvenes que apenas rozan la mayoría de edad y manejan ya un nivel de passing desorbitado. Lanzar diez mazas subidas en monociclos no parece especialmente sencillo. Aimé Morales, sobresaliente, como es habitual en él. Y como también suele ocurrirle, los técnicos de luces se encargaron de estropearle el número en algún pase. A pesar de ello, numerazo de rueda cyr para la Gala de la EJC. Miguel Gigosos volvió a mostrar sus lanzamientos imposibles que sólo él entiende. Además ahora hace una entrada mucho más bonita en escena y el número sigue mejorando.

Aimé Morales. Foto: Luke Burrage


Dúo TAU y Dúo Full House fueron los números más flojos de la gala. Los primeros hicieron una mezcla de antipodismo y robos con bolas, que no estuvo mal pero se vieron ligeramente eclipsados por el alto nivel de la gala. Los segundos, una pareja cómica que jugaban con el lenguaje y los tópicos mientras hacían robos de mazas y alguna que otra acrobacia. Stanislav Vysotskyi, para quien no lo haya visto nunca es un malabarista de pies. Juega maniatado y maneja los pies mejor de lo que utilizamos algunos las manos. 

 El pseudopresentador fue Gregor Wollny. Fue una apuesta arriesgada de la organización, ya que no es el clásico presentador que sale entre número y número, pero lo hizo fenomenal. Tuvo en cuenta que actuaba en un espacio circular y jugó mucho con ello. Sus intervenciones fueron cortas y cuidadas, evitando utilizar cualquier idioma para no perder ni ritmo ni atención. En definitiva, una gala de altísimo nivel que nada tiene que envidiar de muchas grandes producciones. 

Otros espectáculos programados fueron la Gala de escuelas, la Gala italiana, el espectáculo de Cie De Fracto “Flaque” y Mathias Romir con “Life is short stories”. Quizá la más floja fue la gala italiana, con un nivel por debajo de las expectativas, pero las demás sí ofrecieron espectáculos atractivos. 

Olena y Svitlana. Foto: Luke Burrage

La gala de escuelas es algo atractivo que estaría bien mantener en futuras EJC’s. Me parece interesante poder ver números muy distintos, cada uno con su toque personal y con el sello de su propia escuela. Todos ellos reunidos en un espacio de intercambio poco acostumbrado a ver este tipo de creaciones noveles. La gala, a pesar de tener varios altibajos mantuvo un buen ritmo. De ella destacamos que hubo dos números de españoles, el de Daniel Tamariz representando a Carampa y el de Máximo Pastor por la escuela belga ESAC. Sin embargo, fue Lucas Castelo, de Le Lido (Toulouse) quien se llevó la ovación de la noche con su número de bolas. 

Mathias Romir encandiló al público con su creación. Pequeños y cuidados detallitos audiovisuales se entremezclan con los malabares y la manipulación. Una auténtica delicia de espectáculo que el público agradeció ver. 

 Por su parte, Cie. De Fracto vivió sensaciones muy diferentes en los dos pases que hicieron de Flaque. En la primera, -la que yo vi- se vivió una especie de supervivencia escénica. La temperatura de la carpa alcanzó los cuarenta grados; mucho público no aguantó el calor y fueron constantes las entradas y salidas a la carpa. Todo ello mientras Guillaume y Eric aguantaban estoicamente en escena. La segunda función, mucho menos extrema, levantó al público e hizo quitarse a los artistas la espinita del primer pase. 

Pero antes de terminar no podemos olvidar muchas de las cosas que ocurrieron en la EJC 2015, como las descafeinadas olimpiadas en las que ni tan siquiera pudimos disfrutar del equilibrio de maza, gladiator y otros clásicos; o la asentada Batalla de diábolos que Wis y compañía montan con todo el cariño y cada año coge mas forma; el entretenido y bien recibido pasacalles por el centro de la ciudad que siempre deja atónito al público local funcionó una vez más aquí; o la Fight night, que ya es un macroevento al más puro estilo televisivo, en la que por primera vez -que yo recuerde-, no ganó Jochen. Y por supuesto, una gala de fuego en el centro del pueblo en la que no cabía un alma.  

En resumidas cuentas, ojalá se mantenga este nivel organizativo en Almere 2016 y podamos seguir disfrutando de este tipo de encuentros.

Gracias Bruneck.

¡Larga vida para las EJC!


Lanzada. Foto: Luke Burrage





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