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domingo, 29 de enero de 2017

Ración de vídeos del mes. Enero 2017

Hale, pues ya hemos cambiado de año, no sé si os habíais dado cuenta. Espero que la lista de propósitos haya vuelto a crecer, que uno se queda muy a gusto escribiéndola. Luego del dicho al hecho hay un trecho, que dicen. La principal noticia en este mes parece ser que ha sido que está haciendo frío, algo inimaginable en invierno. Por suerte tenemos a los intrépidos periodistas becarios en el puerto de montaña de turno informándonos de que, efectivamente, hace frío. También hemos descubierto que el asunto de las tarifas de la luz huele peor que la tesorería del PP. Volvemos a darnos cuenta de que estamos frente a las eléctricas y su trato de favor por las políticas de turno. Nunca pierden, como la banca.

Menos mal que al menos tenemos el circo, que aporta raciones calentitas y humeantes para sobrellevar mejor el invierno.

Pasen, hay sitio al fondo

1) Josh Horton. Es un malabarista estadounidense que está sabiendo moverse muy bien en Youtube. Ha conseguido que algunos de sus vídeos sean muy valorados por público no-cirquero. Ha sabido darle ese puntito de viralidad que nunca he entendido por qué no se ha conseguido antes en el circo. Tirando de trucos "imposibles" y con la ayuda de sus amigos de la WJF edita vídeos entretenidos y vistosos como este:



2) Ilko Iliev. La premisa es simple: un poco de parkour en línea recta a vista de dron justo en plano cenital. El efecto es magnífico, tanto que a veces da la impresión de estar observando un videojuego. Más de esto, por favor.



3) Etienne. Seguimos con los drones. Etienne es de esa gente con ese "algo" que los hace especiales. Cada vídeo suyo a mí me parece imprescindible. En esta ocasión no es tanto por los trucos que muestra (que también) sino por dar otro pasito en el uso de nuevos planos a la hora de filmar circo. El dron era inevitable que llegase y vamos viendo cómo usarlo adecuadamente, éste es un buen ejemplo:



4) Les objects volants. La innovadora compañía francesa suele buscar cosas diferentes que ofrecer. Uno de sus últimos vídeos puede parecer simple y algo tontorrón, pero a mí me ha encantado. Un osito de peluche haciendo malabares.



5) Pinito del Oro. Junto a Miss Mara, la gran trapecista española, una de las mayores estrellas de circo de todos los tiempos. Gracias a Escircofrenia estoy pudiendo disfrutar de muchos vídeos clásicos, una gozada. Numerazo de Pinito en el trapecio, sin red ni arnés, de esos que te mantienen en tensión hasta que acaba. El circo de antes.






6) Top 40. Luke Burrage volvió a sacar su Top 40 con los votos de la comunidad malabarística, muy generoso por su parte. Se va notando el paso del tiempo y cómo poco a poco pesa más el ser popular en la red más que ser un gran malabarista. Poco histórico, una sola mujer, Wes Peden no ha ganado. Todo eso sorprende, pero casi lo que más ha hecho correr la tinta ha sido el hecho de que el gran Anthony Gatto se quedase fuera, que dio para un debate que ya comenté en estas páginas. A disfrutar:



Chupito y gran postre:



Espero que hayan quedado satisfechos.

¡Salud y mucho circo!

jueves, 19 de enero de 2017

¿Está Anthony Gatto infravalorado?

El pasado 6 de enero, Luke Burrage publicó su esperado Top 40 de los Malabaristas de 2016, un ranking que cada año genera más expectación. Pocos días después, el propio Luke lanzaba este otro vídeo, donde exponía una curiosa reflexión: Anthony Gatto es mejor de lo que podrías imaginar.





Lo siento, el vídeo sólo está en inglés y Luke habla rapidísimo. En resumen, lo que viene a expresar en el vídeo es su sorpresa por la ausencia de Gatto, por primera vez, del ránking de los mejores malabaristas. Si bien es cierto que el ránking lo que premia es a los artistas más relevantes de ese año, Luke reivindica que Gatto sigue siendo el mejor y que sigue suponiendo una gran influencia para todos.

Para demostrar eso Luke muestra un vídeo que grabó en 2000 en una convención británica, donde Anthony Gatto estaba practicando con un corro de gente alrededor. Como comenta Luke, él simplemente estaba entrenando aconsejado por Nick Gatto, su mentor. Sólo en esa sesión Gatto batió 5 récords mundiales, simplemente entrenando: 9 pelotas (106 recogidas), 9 aros (90 recogidas), 10 aros (25 recogidas), 12 aros (12 recogidas), 7 mazas (más de 1 minuto). Tenéis aquí la sesión de entrenamiento completa, una joya al alcance de todos gracias a Luke Burage:


Luke da la razón a aquellos que dicen que hay malabaristas que han conseguido logros algo mayores que los de Gatto, pero él defiende que son cosas muy específicas, como las 9 pelotas por la espalda de Ty Tojo. Explica que Gatto no estaba interesado en batir récords, que su maestría en un campo tan grande del malabarismo (bolas, mazas y aros) es inabarcable, batió esos récords sin proponérselo, frente a público, en uno o dos intentos. Y todo eso fue hace 17 años. Llegar a un nivel tan exageradamente alto en los malabares puros no ha tenido parangón y quizá no lo vuelva a tener desde que decidiera retirarse en 2014 (podéis leerlo en este espectacular artículo de Jason Fagone, traducido por Antonio del Río). Por eso él lo describe como algo muy inspirador, darse cuenta de lo bueno que era, de lo sólido que era.

Yo no puedo más que coincidir en lo que dice Luke. En varias ocasiones he comentado la poca memoria que tenemos. En mis raciones de vídeos suelo poner un vídeo antiguo para que nos demos cuenta del nivel del circo de antes. La escuela soviética consiguió en los años 60 llegar al cénit del circo en cuanto a habilidades técnicas se refiere. Llegaron además en varias disciplinas: acrobacias, equilibrios, báscula, columpio y también malabaristas. Revisitar a Ignatov o a Alexander Kiss es ver un vídeo en el que continuamente resuena en tu cabeza un "qué bestia, esto ya no se ve". De hecho, muchas de esas barbaridades (no encuentro otro nombre) soviéticas no se han vuelto a repetir. Quizá hoy en día China sea la única escuela que apuesta por el "más difícil todavía", por eso siempre se lleva algún premio en cualquier festival de circo.


Pero en la era de Internet y Youtube eso va cayendo en el olvido. El boom que ha experimentado el malabarismo es impresionante, hay mucha gente haciendo 5 mazas con facilidad, en los encuentros se ve mucho nivel, pero también hemos olvidado mucho. No recordando a los clásicos caemos en escenas curiosas como ver un espectáculo que acaba con 5 mazas por la espalda y aplaudirlo a rabiar. Espera, esto ya se hacía (y mejor en muchas ocasiones) hace 40 años, ¿qué está pasando?

La tendencia a realizar un circo más "artístico" ha hecho que se pierda nivel en muchos shows, no pasa nada, son cosas de la historia y de los gustos de la gente. Entiendo que haya mucha gente a la que ver a Gatto le aburra soberanamente y prefiera ver un número minimalista con una bolsa de plástico de Jerome Thomas. Sobre gustos, ya se sabe. Yo personalmente disfruto mucho de todas las propuestas y reconozco que ver "burradas técnicas" me gusta mucho, quizá soy algo old-fashioned. El debate sobre si un malabarista tipo Anthony Gatto es mejor o peor que otro tipo Wes Peden es entretenido pero algo estéril, como comparar músicos o pintores de diferentes épocas. 

Lo que reivindico, como Luke, es que bebamos de la Historia, démosle crédito y el valor que merecen los logros previos. Antes del boom del circo contemporáneo, el de los encuentros de circo y el de Youtube existía un circo diferente, empeñado en romper todos los techos de la técnica. No lo podemos olvidar, y al recordarlo podremos apreciar mucho mejor el presente.



miércoles, 4 de enero de 2017

En Navidad, payasos

Como el turrón, la Gala de Payasos Sin Fronteras siempre vuelve por Navidad. Es una de esas fechas que se suelen reservar en el calendario, sobre todo si uno ya lo ha probado antes. Esta ONG presenta un tremendo recorrido y una infinidad de acciones realizadas. Su labor es, por desgracia, muy necesaria; pese a que inicalmente uno pueda pensar que hay cosas más importantes que llevar a zonas en conflicto. Pero no, la risa y la ilusión que generan en sus proyectos esta ONG allá donde vayan funciona como un bellísimo paréntesis en su día a día y seguro que deja un poso en su cabeza durante mucho tiempo. Lo ilustra perfectamente esta viñeta de Manel Fontdevila:




La Gala de Navidad es una de esas formas que tiene la ONG de visibilizarse y dar a conocer su trabajo, así como ayudar a financiar sus proyectos. Este año volvió a ser en el Teatro Figaro de Madrid, el pasado 3 de enero. Siguieron fieles al formato y volvieron a hacer una Gala Infantil y otra para público adulto.

En esta segunda Gala pudimos disfrutar de una gran noche de risas y circo. Condujo la gala Davel (Don Davel) que se estrenó, con buen resultado, en su papel de presentador. Una mezcla de efectos mágicos, risa floja y un peculiar acento ruso que iba y venía se conjugaban con su tarea de informar de los artistas y la ONG de una forma encomiable. Aprovechó también para presentar un nuevo número de su especialidad, los malabares con sombreros, junto a su compañera Anouk, que le acompañó a los efectos vocales y la música de su acordeón.



Curiosamente, esta gala comenzó con un número poco frecuente, una versión de Earth Song de Michael Jackson interpretada por el vozarrón de la cantante Jennifer Almeida. Tras ella intervino Iván G. Torre, verticalista del Aula de Circo Chaminade con su impresionante número de equilibrios en suelo y sobre los pulls. También en la primera parte las Sincronacidas, una descacharrante parodia de un ejercicio de natación sincronizada, ejecutado por Mon Salmón y Greta Marí.



El mago Miguel Ángel Gea se salió de sus habituales rutinas de magia de cerca para realizar su rutina de magia con monedas y de aros chinos, aderezado con su buen humor y su facilidad para hacer grandes a los "voluntarios". También pudimos disfrutar de uno de los grandes payasos residentes en España, el argentino Hernán Gené, muy implicado con la pedagogía del clown. Su número se sale de la norma, sin un argumento definido, jugando con 4 palabras en varios idiomas y utilizando registros audiovisuales. Ya para terminar, volvió uno de los habituales de estas galas, el humorista Agustín Jiménez, con un monólogo muy ágil que saltaba entre anuncios de teletienda, las sutiles diferencias entre hombres y mujeres y el lenguaje de los jóvenes.



El público se marchó del teatro Fígaro con lágrimas en los ojos y agujetas en la tripa de tanto reír, que es la mejor forma de empezar un año. Esta acción terapéutica que conlleva la risa en cualquier situación es aún más importante y necesaria en zonas de conflicto, donde esta cualidad humana a veces se ausenta durante demasiado tiempo. Por eso es esencial que existan ONGs como Payasos sin Fronteras y que todos colaboremos con ella.

¡Hasta el año que viene!