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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Entrada de los gladiadores y más música circense

Si hay algo a lo que todo malabarista, a su pesar, se ha terminado acostumbrando, es a escuchar la cantinela de "tito-titorirorito-tito...." mientras uno hace malabares. Es así y hay que asumirlo, si estás practicando o haciendo una pequeña muestra informal ante un grupo de gente, siempre habrá alguien que la entone con una sonrisa en la cara. Así de originales somos los humanos. A mí ya casi me sorprende si no lo oigo.



El caso es que en un ataque de curiosidad de los míos he decidido buscar el nombre original de este tema universalmente asociado al circo. Tras un par de pruebas y gracias al omnipresente Google (a veces da hasta miedo) y a Wikipedia he descubierto que no es si no una marcha militar, La Entrada de los Gladiadores, de Julius Fučík, un compositor Checo de finales del siglo XIX y principios del XX.

Superada la sorpresa inicial todo tiene cierta lógica. Si se escucha con calma e intentando eliminar de la mente las carpas de circo, la obra tiene claro corte militar. Supongo que a alguien a principios del siglo XX le debió parecer gracioso introducir las entradas de payaso en los circos con música militar, y más con esta llamada "la Entrada de los Gladiadores".

Resulta que Fučík (1872 - 1916) dedicó su vida a componer y dirigir marchas militares, dejándonos una fecunda herencia de más de 300 obras. Dado su interés por la Antigua Roma, Fučík escribió esta obra rememorando a los gladiadores entrando en el coliseo a dar su vida. Esperemos que no sepa que los gladiadores a los que da entrada llevan ropas anchas, mucho maquillaje y una nariz roja. Eso sí, también se dejan la piel por el espectáculo, dignos sucesores.



Algo parecido pasa con la Danza del Sable de Aram Khachaturian (1903 - 1978), todo el mundo la reconoce al instante, la sabe tararear y la asociará inmediatamente a momentos de tensión con objetos en equilibrio inestable. Originalmente escrita para representar una danza típica armenia en el ballet Gayaneh, ha pasado al imaginario colectivo como banda sonora de equilibrismos con platos, monociclos o momentos de gran agitación.




Bueno, al menos ahora sabemos ponerle nombre y cara a estas mundialmente conocidas melodías. Yo no puedo resistir la tentación de dejaros con otra melodía de circo, pero de un circo muy especial, espero que os guste:

2 comentarios:

  1. Uno de esos artículos breves, pero redondos!

    ...

    Entre otras cosas por el final, que ha sido inesperado y encantador:-).

    N.

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