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domingo, 4 de mayo de 2014

El reto del VI EUCIMA


Por las reuniones que comenzaron en octubre y se multiplicaron de forma exponencial. Por la elección de fecha, siempre compleja. Por la seguridad de que nos tocará lluvia por sexto año consecutivo (en una ciudad con 60 días de lluvia al año). Por añadir un día más al encuentro, idea feliz que no recapacitamos antes de dar el sí pero luego resultó satisfactoria. Por haber tomado nota de errores y sugerencias pasadas. Por intentar hacer un encuentro de circo un año más e intentar que fuera un poco mejor.

Foto: Cecile W.


Por los correos que inundan la bandeja de entrada. Por las ideas y problemas que van surgiendo y cómo se va saliendo del paso (todo sale, al final todo sale). Por las primeras convocatorias por las redes y la buena respuesta que íbamos recibiendo. Por la mano-brazo-hombro-pie que siempre nos tiende Tres Cantos con Víctor a la cabeza. Porque la otra mano nos la tiende el CMU Chaminade y sus trabajadores, siempre dispuestos a ayudarnos. 

Por la sorprendente respuesta de todos los inscritos, que superaron cualquier expectativa y llenaron la Almudena de tiendas, furgonetas y malabares. Por lo volcado que estaba todo el mundo en el propio encuentro, llenándolo de buenas sensaciones, sonrisas y abrazos.  Por un pabellón lleno a rebosar de gente deseando aprender y compartir circo. Por el despliegue de aéreos y los enormes grupos de alumnos. Por un espectáculo realizado por alumnos de la escuela de circo más representativa del país. Por un cabaret dentro de una carpa, donde las actuaciones se llenan de una magia especial. Por ver que ya no cabía más gente dentro de ella.

Itxaso durante su actuación en el cabaret

 
Por la idea loca de pedir el Price y su respuesta loca diciendo que sí. Por la sensación de que un lugar así se nos iba a quedar grande; maquinaria pesada de burocracia y papeles. Por el esfuerzo de los artistas que respondieron y ofrecieron lo mejor de sí mismos, dando lugar a una Gran Gala que hacía honor a su nombre. Por las 900 personas que llenaron ese circo tan especial y casi lo echan abajo aplaudiendo.

Por los conciertos que movieron la carpa, pese a las dificultades. Por los crepes con más chocolate que se han visto nunca y las hamburguesas de lentejas más ricas del mundo. Por la cerveza que se acabó. Por un renegade que murió sin llegar a aburrir, mostrando cosas bizarras, sorprendentes y partes escondidas de la anatomía. Por la cantidad de niños que participaron en la mañana familiar, parte esencial del cometido de transmitir y dignificar el circo. Por las olimpiadas más soleadas que recordamos, donde se alegran por igual los que ganan que los que pierden.

Equipo EUCIMA dispuesto a arrasar en el gladiator


Por la sonrisa que se nos quedó fijada a los organizadores durante 4 días muy especiales. Por esta sensación que parece sólo conseguir el circo. Por lo adictivo que es todo esto. Porque, pese al esfuerzo, el cansancio, algunos enfados y las pocas horas de sueño, tenemos ganas de más.

Por todo esto y mucho más: gracias de parte del Aula de Circo Chaminade. Así está claro que seguiremos muchos años.

¡Salud y mucho circo!







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