Entradas populares

domingo, 24 de noviembre de 2019

La estrella de Francis Brunn

El pasado 15 de noviembre uno de los mejores malabaristas de la historia hubiera cumplido 97 años. Se trata de Francis Brunn y es una visita obligada para cualquiera que practique malabares o quiera conocer un poco de la historia del circo. Marcó una época y fue imitado por muchos malabaristas posteriores, sobre todo su famoso truco final. Falleció en 2004, debido a complicaciones de una cirugía cardiaca, cuando se encontraba aún en activo. Mucha gente conoce su historia o, al menos su impactante número, lo que poca gente conoce es que existe una estrella en el firmamento con su nombre.




Nació en Aschaffenburg, cerca de Frankfurt, Alemania. Tras aprender lo básico de malabares y acrobacias gracias a su padre, saltador de trampolín, asistió a la Escuela de Artes Escénicas de Berlín donde apredió más acrobacias. Entusiasmado tras ver a un malabarista en directo (Angelo Picinelli) y por lo que leía del gran Rastelli, comenzó a progresar en malabares de forma autodidacta. A los 17 años se enroló en un espectáculo junto a su hermana Lottie, tres años menor que él y también una magnífica malabarista. Pronto destacó en los escenarios, siendo rápidamente comparado con su admirado Rastelli. Su velocidad era endiablada y llegaba a lanzar en escena 10 aros, combinado con una gran capacidad gimnástica y realizando trucos con los pies, desarrollados de su afición al fútbol.



Su talento no pasó desapercibido para los empresarios y, tras muchos problemas burocráticos por la Guerra, en 1948 viajó a EEUU junto a su hermana para trabajar para el famoso circo Ringling Brothers, con gran éxito. Allí su carrera fue meteórica, actuando en los principales escenarios del país y compartiendo escena con los mejores artistas de la época, como Frank Sinatra o Sammy Davis Jr.

Su número va evolucionando y comienza a valorar más los trucos con pocos elementos, como explica en esta entrevista: "me alejé de ese tipo de trabajo [malabares con muchos objetos] porque me sentía muy limitado (...), las posibilidades son menores. Me parece que con pocos objetos hay más variaciones posibles. A mí me fascina controlar una bola, suena a poca cosa, pero es muy difícil hacerlo bien".

 

De hecho, su número nunca dejó de cambiar, y más cuando el flamenco se cruzó en su vida; desde aquella vez en que vio a Carmen Amaya y a Antonio Ruiz en Nueva York. Quedó tan impactado que los vio muchas noches seguidas, empapándose de sus movimientos y su arte. Convencido de las similitudes entre el flamenco y el circo, fue transformando su número, primero cambiando su música por una guitarra por bulerías, luego adoptando esos gestos que le fascinaban, transformándose en un bailaor malabarista, algo único.

Francis Brunn y Juan García, 1967


No solo cambió su número, si no que en su cabeza comenzaba a gestarse un gran espectáculo, mezclando circo y flamenco. Algo único, como nunca se había visto, pero aún no podía realizarlo. Como bien explica Paul Álvarez en esta preciosa entrada, era el comienzo de Incognito, su mayor obra. Una idea que por fin, en 1997 pudo hacerse realidad cuando conoció a Torombo, un bailaor del que se había enamorado años antes. Gracias a él pudo reunir a un elenco increíble en un show irrepetible: Nathalie Enterline [su mujer y asistente desde 1980], Oleg Izossimov como acróbatas; Van Porter y Robert Reed como tapdancers, El Torombo, Farruquito [sí, Farruquito], Farruco, Jairo Barrull, José Maya, Óscar de los Reyes, La Toromba y Adela Campallo como bailaores; Raphael Brunn [hijo de Francis], Martín Chico, Raúl el Perla y Jan del Gastor, como guitarristas; y El Vareta, Pepe de Pura y María Vizcárraga como cantaores. Se estrenó en 2000 en el Tigerpalast de Berlín y realizó una corta y exitosa gira por Alemania. No pudo exportarse por lo costoso del proyecto. Una joya de la que por desgracia no queda constancia accesible en Internet. Por suerte, se conservan programas de aquél espectáculo, como este, cortesía de Paul Álvarez:







En su cabeza siempre rondaba esa idea, como se puede leer en varias entrevistas, el silencio. Quería que el público se sintiese tan abrumado por lo que estaba viendo que no pudiera aplaudir; que el espectáculo se sucediese de forma tan intensa que no dejara ese hueco para el aplauso, alargando el clímax hasta el final. Ese era su sueño: "para mí el silencio significa éxito", decía.




Esto nos da una idea de la magnificencia de este artista, obsesionado por los detalles y por el malabarismo como arte, una cabeza repleta de ideas en ebullición. Era de los que dejaban huella, y no hay más que hablar con algunas de las personas que lo conocieron para darse cuenta del profundo impacto que podía dejar a su alredor. Un ejemplo es el citado Paul Álvarez, guitarrista de su espectáculo Incógnito, que lo conoció durante años y lo describe así: "Francis fue la persona más determinante que ha pasado por mi vida. Más que un padre. Nunca me he entendido con nadie como con él. Le echo de menos todos los días". Se puede leer mucho más de su relación con Brunn en la mencionada entrada, que no puedo dejar de recomendar. 


Otra persona muy influenciada por Brunn es el malabarista Viktor Kee, que lo menta con frecuencia en entrevistas y redes sociales. Kee conoció a Brunn gracias a Oleg Izossimov, amigo común y soberbio verticalista que actuaba en Incógnito. "Tuvimos una gran conexión, hablábamos de muchos temas mientras fumábamos puros. Nunca sobre cosas general, era más sobre sensaciones en el escenario, el propósito del arte, la confianza, la filosofía de estas cosas. Conversaciones profundas y honestas. La honestidad de Francis impactaba mucho", recuerda Kee. Y prosigue, "suponía un gran impacto en mí, como un padre. Me cambió, me hizo ver qué es real y qué es falso en el arte, qué ofrecer al público, cómo comprometerse. Me hizo ver que el show no es sobre lo que tú puedes hacer, si no lo que quieres transmitir al público".

Francis Brunn, Viktor Kee, Aurelia Cats, Ernest Montego y Paul Ponce


Durante los últimos 5 años de vida de Brunn, él y Kee se vieron unas 2-3 veces al año. Este recuerda el momento en que decidieron que Francis tendría una estrella con su nombre: "Cuando se acercaba la fecha de su 80 cumpleaños, Oleg [Izossimov] me dijo que iba a ir y pensamos en hacerle un regalo. Era casi imposible regalarle nada, apenas se preocupaba por las cosas materiales, tenía incluso sus viejos útiles con los que actuaba desde hace más de 30 años y no los quería cambiar. Yo estaba entonces en EEUU y no podía asistir. Miré por Internet y vi una página en la que se podían nombrar estrellas a cambio de dinero. Nos pareció una gran idea, muy simbólica. Buscamos una estrella en la constelación Tauro, cerca del corazón de la representación del toro. La compramos y nos entregaron un certificado, que le entregó Oleg junto a Ernest Montego". Pese a que reconoce que le costó comprender el regalo, luego le hizo ilusión e incluso lo enmarcó en su casa.




La estrella de Francis Brunn
 


Dos años después fallecería de forma inesperada. Con 82 años él seguía actuando en contadas ocasiones, pese a sus múltiples operaciones y achaques, pese a sus más de 60 años de carrera. Un gran artista, una verdadera estrella, de esas que siempre serán recordadas.



Gracias a Viktor Kee, Paul Álvarez y Natalie Enterline por su colaboración desinteresada en la elaboración de este artículo.

Para saber más:

miércoles, 6 de noviembre de 2019

Diábolos y flamencos rosas, Luis y Nando

Hace un mes tuvo lugar un curioso encuentro de diabolistas llamado ACUS, organizado por Hilo de Diábolo, una plataforma digital cuyo objetivo es crear una comunidad activa sobre el diábolo. Es pequeño pero con un ambiente excelente y todos los asistentes además procuran compartir sus conocimientos. A ese encuentro, entre otros, acudió Fernando "Nando" Kowarik (Almería 1990), como asistente y para realizar algunos talleres. Nando, junto con Luis "Wis" Hernández (Valladolid, 1984), forman Luis i Nando, una compañía creada en 2018 que está consolidándose como un espectáculo de diábolo fresco y divertido.

Esta no es una compañía al uso, ya que la forman dos malabaristas con un altísimo nivel técnico, ambos residentes en Polonia, que no han pasado por ninguna escuela, pero con una visión privilegiada para la creatividad y el entretenimiento. Además, en su imaginario personal, el flamenco rosa es el cúlmen de la evolución y merece ser homenajeado en todo momento.


¿Cómo llegáis a Polonia?
Nando. Hace 5 años decidí irme de Erasmus a Lodz, Polonia, principalmente porque es un país barato y con una buena situación geográfica para viajar. Volví a España, terminé la carrera y decidí probar en Polonia junto con una novia polaca que tenía entonces. Me decidí por Wroclaw tras consultarlo con Wis y no me arrepiento. Actualmente trabajo como Team Leader en Hewlett Packard Enterprise.
Wis. Yo estuve de Erasmus en Noruega donde conocí a una chica con la que luego decidí mudarme a Polonia, pasé por varias ciudades hasta asentarme en Wroclaw. Trabajo como ingeniero de telecomunicaciones para Nokia.

¿Cómo os conocisteis?
N. Como muchos, en Circoforum [el mayor foro de circo en español, ya cerrado], luego seguimos en contacto en las redes sociales y coincidiendo en diferentes encuentros, el resto es historia.

Fotografía del primer show de Luis i Nando


Sois, técnicamente, dos de los mejores diabolistas españoles, aunque habéis frecuentado poco los escenarios ¿Cuándo surgió la idea de actuar juntos?
N. Llevábamos en Polonia más de un año entrenando juntos y nos invitaron a participar en una gala en Varsovia. Por supuesto no teníamos nada preparado ni tiempo, pero nos motivamos. Quisimos preparar algo más que "frikitrucos" y así obligarnos a actuar, salir del rol de "diaboleros nerds" que hacen trucos que nadie entiende. Fue un poco desastre pero a la gente le gustó y nosotros nos lo pasamos muy bien. Después hemos ido puliendo el show, aunque seguimos sin ensayarlo. Incluso hemos ganado algún festivalillo.

¿Os planteáis el diábolo como forma de vida?
N. La idea siempre ronda nuestras cabezas, pero ambos tenemos nuestras carreras profesionales paralelas en "corpos" y creemos que somos capaces de compaginarlo muy bien. Hacemos como que sabemos en la oficina y en el escenario.

Nando (Izda) y Luis (dcha) con un flamenco rosa hinchable

¿Por qué flamencos?
N. A Luis le han gustado desde hace mucho tiempo, y cuando se pusieron de moda mucha gente le compraba cosas de ellos. Así que cuando preparábamos el número se nos ocurrió que podría ser un toque distintivo con el que además nos sentimos cómodos e identificados.
¿Por qué le gustaban los flamencos? Nunca se lo planteó hasta que lo empezaron a preguntar. Ahora mismo cree que porque son elegantes, estéticos y esbeltos, sin dejar de tener un toque cómico. En realidad son muy como nosotros: delgados, guapos y molones. Tienen otras cosas que nos gustan, pero las hemos conocido a posteriori. Nos gustaban antes de que se pusieran de moda, pero no somos hipsters ni seguimos lo mainstream, pensamos que deberían estar de moda todas y cada una de las temporadas

¿Qué aporta Pinkie a la compañía?
L. Desde que Nando lo propuso, empezamos a llevar flamencos a todas las actuaciones. A partir de ahí la gente empezó a escribirnos cada vez que veía un producto de flamencos (#flamingoChallenge). Así, uno de los días, Emilia Gornisiewicz (eternas gracias) me envió un mensaje diciendo que había encontrado a Pinkie. Así tomó el control de Luis i Nando Productions. En un abrir y cerrar de ojos nos convenció para ser el punto principal de nuestra actuación, y eso sin hacer un solo movmiento.
¿Qué hace Pinkie? Hay gente que nos dice "lo vi en el escenario y me pasé toda la actuación preguntándome qué va a hacer". A nosotros nos pasa lo mismo, empezamos a creer que hace cosas cuando no lo miramos, igual que en Toy Story, revelando un abanico de habilidades que eclipsarían al propio Miguel Ángel (el que no tenía caparazón).


Foto tras de la gira en China, con Pinkie en el centro


En verano hicísteis una gira en China, ¿Cómo surgió esto? 
N. Luis es coordinador de la IDA (International Diabolo Association), ya estuvo en China para un evento de la IDA y en Taiwán cuando quedó finalista en la RedBull PAO (competición de diábolo organizada por RedBull en Taiwán) donde hizo muchísimos contactos. Los organizadores del 10º encuentro de diábolo internacional de Baoding, buscaban artistas internacionales (nosotros tampoco habíamos oído hablar de ese evento antes) y lógicamente uno de los primeros nombres que les vino a la cabeza fue el de Pinkie, contactaron con nosotros por redes sociales y pum! A la semana siguiente estábamos volando camino a China, todo muy precipitado, sin saber muy bien qué nos íbamos a encontrar.

En Beijing nos juntamos con los otros 3 diaboleros invitados, Aldair de México, Alexis de Canadá  y Victor de Dinamarca. Tras mil aventuras y muchas risas, nos encontrábamos en Baoding (a 200km de Beijing), sobre un escenario gigante improvisando trucos delante de 3700 personas  y nosotros éramos las estrellas invitadas.  Es curioso que ni siquiera hicimos nuestro show, nos dijeron ¨subid al escenario e improvisad 1 minuto¨

Durante el fin de semana del festival nos invitaron a actuar en una escuela donde el diábolo es la principal actividad física para los estudiantes. Tras el festival, nos invitaron en Beijing a un evento retransmitido por la televisión nacional china y otros medios de comunicación deportivos, el propósito del evento era enseñarle a los medios y diferentes entidades allí presentes que el diábolo es algo también “importante” fuera de China. De repente y sin saber muy bien cómo nos nombraron embajadores del diábolo en nuestros respectivos países, con lo que sea que conlleve eso.

Aparición de Luis i Nando en periódico local chino

 ¿Cómo es el mundo del diábolo en China? ¿Y del circo en general?
N. A pesar de que China es la cuna del diábolo, como en tantas otras cosas, los chinos tienen un concepto muy distinto al nuestro. Lo primero es que hay muchísima gente que practica diábolo, la mayoría con el monobolo tradicional. Puedes ver a mucha gente, sobretodo de avanzada edad, practicando diábolo en la calle o en los parques junto con otros grupos que juegan con cometas, cantan, bailan o practican taichí. Nos dio la impresión de que simplemente juegan al diábolo tan sólo como forma de mantenerse en forma y hacer algo de ejercicio en compañía. Durante el festival en Baoding, nos sorprendió la cantidad de puestecillos con pequeñas tiendas locales y marcas de diábolo de las que ni habíamos oído hablar, tenían modelos muy estrambóticos, palos artesanales, accesorios estrafalarios y sobretodo copias, ¡Muchas copias!

Con respecto al circo en general en china, a pesar de que hay muchos grupos que hacen acrobacias y diábolo, no vimos conexión de ningún tipo con el resto de disciplinas circenses más convencionales o europeas.

¿Qué proyectos tenéis ahora en mente a corto y medio plazo? 
N. De momento estamos moviendo bastante un show de LEDs que parece que funciona bien y tenemos afianzado. A medio plazo queremos intentar hacer algo de calle ya que nuestra experiencia  es casi nula, llevamos un tiempo dándole vueltas pero apenas tenemos tiempo y la plaza nos da bastante respeto.
L. A mí me interesa el tema vídeos y tenemos varios planes que nos llevará tiempo realizar. Un proyecto que me gusta especialmente es una serie de vídeos explicando conceptos relacionados con los látigos, mi tipo de truco favorito, y en el que estoy un poco especializado. Luego aparte seguir con lo de la IDA que igual se mete Fernando, ahora se acerca la siguiente EJC Diabolo Battle [competición de diábolos gestionada por Wis que se celebra en cada European Juggling Convention y que cada año tiene más seguidores] que tenemos que organizar y participar.



¿Seguís la actualidad del diábolo en España? ¿Y del circo?
N. El diábolo en España parecía estar algo estancado en los últimos 5-6 años, seguíamos siendo prácticamente los mismos de siempre desde aquella época dorada de Circoforum (2009-12), pero gracias a las redes sociales y las iniciativas como ACUS creo que está volviendo a resurgir.

Sobre el circo en general en España somos bastante positivos al respecto, parece que por fin se está asentando como una disciplina artística más y que el público lo demanda. Gracias al esfuerzo de muchos como CircoRed y todo el resto de asociaciones, escuelas y compañías que buscan hacerse un hueco y ganarse el respeto del mundillo del arte. Nos encanta ver (aunque en la distancia) cómo espectáculos de circo, incluso de diábolo, son cada vez más comunes en los circuitos de artes escénicas por todo el país aunque aún queda mucho que trabajar y que jugar.




Más información: