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miércoles, 31 de diciembre de 2014

Ración de vídeos del mes. Diciembre 2014

Bueno bueno, que se nos acaba el año y la casa sin hacer. Habrá que poner la última ración de vídeos del año, ¿no? Así, diciembre nos deja con frío, como corresponde, de ese que hace que se monopolice la conversación y los consejos de las madres. Así, pertrechado con una rebequita donde quiera que vaya, da la impresión de que la actualidad se ha detenido. Ah, no, espera, que hay una Infanta nuevamente imputada, y no nos sorprende. Hay un pequeño Nicolás que parece saber mucho más de lo imaginado, y nos lo tomamos a guasa. Rajoy dice que 2014 ha sido un año estupendo, y nos lo creemos. El PP ha conseguido volver a cambiar de juez que instruye los casos que le atañen, y nos siguen gobernando. El PSOE ha intentado echarse colonia sin haberse lavado, y para algunos va a colar. La Sanidad privada ha vuelto a ganar mucho dinero este año, habrá que recortar más la pública. Y así se puede seguir, en un mes en que parece que no ha pasado nada, porque hay que comprar regalos de forma desmedida, comer de forma desmedida y beber de forma desmedida. Al menos nos acordamos de viejos amigos y nos reencontramos con gente que queremos, que no es poco.

Pasen, hay sitio al fondo

1) Maxim Ivanov. Otro portento venido del este. Es un acróbata y verticalista con una buena serie de fotos en su Facebook (incluída una preciosa bajo la lluvia) y vídeos en su canal de Youtube, solo y a dúo. Pero el último vídeo que ha subido es una exageración. Por la cantidad de trucos mostrados en tan poco tiempo, por la técnica que muestra y por hacerlo todo de seguido con bastante facilidad. Habrá que seguirlo.


2) Loz Morgan. Si en vivo un escupefuegos es muy espectacular, a cámara lenta ya deja fascinado. Qué tendrá el fuego, que tanto nos atrae.



3) Seta Kazuhiro. Conectando puntos. Este japonés ha sacado una idea interesantísima, con mucho campo por delante: una pantalla que une puntos entre los objetos malabareados, creando patrones y formas nuevas. Esto abre un nuevo mundo de posibilidades, lo que es especialmente excitante. También la compañía Jonglíssimo está experimentando con el material audiovisual en vivo, consiguiendo resultados muy espectaculares. Os dejo los dos vídeos.




4) Norbet Ferré. Conocidísimo mago, famoso sobre todo por sus rutinas de manipulación de bolas. Es un alarde de técnica y prestidigitación (rapidez de dedos, si nos ponemos literales) lo que hace este hombre. Hay que fijarse en el detalle, e intentar procesar todo lo que hacen esos dedos frenéticos mientras las bolas aparecen y desaparecen entre ellos. Genial.




5) Brian O'Connell. Kick ups. Un truco de mazas muy vistoso, tradicional entre los malabaristas españoles clásicos como Manuel Álvarez, que este tipo ha llevado al extremo. Es lo que se dice obsesionarse con algo y sacarle todo el jugo posible. Es investigar y dejarse la cabeza en ello. Saldrán cosas bonitas y cosas feas, pero se desenmaraña un mundo nuevo, y eso mola.


6) Ray & Sunshine. Precioso acto de un corto de 1935 llamado Vaudeville (EEUU). No he conseguido más información sobre quiénes eran estas dos acróbatas y contorsionistas, que consiguen un número muy bruto y con coordinación perfecta. Me encanta que haya amigos y amigas que se hayan aficionado a esto de los vídeos y me sorprendan con joyas como ésta (gracias María).


7) Super circus.  Melissa & ...(?). Super Circus fue un show de la televisión estadounidense de los años 50. Lo bueno de que saquen a DVD algunos de sus capítulos es que luego se filtran a Youtube y los disfrutamos todos. Como este primer numerazo de ¿percha? de esos que ya no se hacen, todo un exceso de dificultad y de preguntarse por qué. Lástima que no he conseguido saber el nombre del portor, a ver si alguien me ayuda. A disfrutar (del min 1:50 al 8:00).



Este mes no hay minivídeos ni chupitos ni postre ni ná. Hay una remesa de cientos de vídeos impresionante. Los ha ido colgando con mimo y esmero Naftalinoff, rescatando con alta calidad vídeos clásicos imprescindibles. Os invito a que os zambulláis en su canal y alucinéis con el nivelazo imposible de los clásicos. ¡Salud y mucho circo en 2015!

lunes, 29 de diciembre de 2014

Vuelven los payasos por Navidad

El pasado lunes 22 de diciembre volvió a Madrid la Gran Gala de Payasos Sin Fronteras. Es un evento ya tradicional, de pequeña escala pero con un público fiel, como un servidor. Se trata de la Gala de circo que monta todos los años esta ONG para dar a conocer su labor y ayudar a financiar sus expediciones. Esta se combina con otras que van haciendo durante el año en distintas fechas, pero esta es la más tradicional de todas, la que es fija.



No sé ya cuántos años he ido a ver esta gala, pero considero que es de las que tienen algo especial. Así como Payasos Sin Fronteras no es una ONG al uso, su gala tampoco. Todo lo baña las buenas sensaciones que transmiten las narices rojas y las sonrisas que se contagian.

Este año cambiaron de escenario, el Teatro Bellas Artes de Madrid, pero repitieron el formato de gala infantil y de adultos. En la infantil contaron con artistas como Pepe Viyuela, Amelie, Anticiclón Clown o al dúo Flash & Border. Por la noche, en la sesión de adultos, esperaba el lujoso Teatro Bellas Artes de Madrid. Un ilustre recinto que no pudo estar tan decorado de globos como los teatros de galas previas. También se echaron en falta los juegos, travesuras y risas que transmiten los voluntarios al entrar, este año menos numerosos y menos activos. Quizá fue este año, por ser un teatro tan simbólico y engalanado.



Hubo cinco actuaciones, como los años previos, cosa que hace algo corta la Gala. Abrió la noche el dúo Cirkcello (Jelen e Iciar), con su bonito número mezcla de malabares y música al cello. Jelen ha conseguido afianzar su bonito estilo con bolas, reduciendo el número de fallos. La combinación con la música de Iciar está muy bien traída, dando lugar a pequeños gags y secuencias muy atractivas de ver y escuchar. Después le tocó el turno a la maga Amelie, que es una fija de estas galas. Con su número de magia de salón, presentó varios trucos clásicos bien ejecutados, incluida su bonita entrada de luces y su final de abanico y confeti. La actuación de Eleni Anastasaki, subida a su bola de equilibrios gigante, estuvo acompañada por Pau, que le hacía de asistente pasándole los aros que ella manipulaba sobre la bola. El número en conjunto es divertido y entretenido.

El dúo Circocido (Marta Amezcua y Óscar Alba), realizaron el divertido número de Paulina y Anacleto, unos paletos intentando representar su baile tradicional, pese a los fallos de la música. El cierre lo puso Javi Javichi, veterano artista curtido en las calles, con muchísimas tablas y saber estar, siempre haciendo bromas y chascarrillos mientras actúa. Viéndole, lo de menos a veces es sus números de equilibrios o diábolos, ya que el disfrute está asegurado.

Presentó toda la gala un inspirado Wilbur. Tras varios años en el mundillo, Wilbur ha encontrado su filón como presentador, como ya demostró en la pasada Gala del EUCIMA. Tiene un repertorio de habilidades y bailes como para estar dos horas en el escenario él solo, que acompaña con un sentido del humor muy particular que engancha al espectador. Gracias a él la Gala tuvo una duración normal, y consiguió que cada entrada fuera casi tan esperada como las actuaciones.

Foto: Zafir Fotografía

Así pues, una nueva gala de Payasos Sin Fronteras que se fue. Esperemos que en la siguiente haya más información sobre la ONG en sí, que este año se echó en falta el vídeo donde comentan los viajes que han hecho y dónde han trabajado. Lo que es seguro es que estará llena de sonrisas, ilusión y gente muy feliz por haberse acercado a PSF, aunque sea una noche.

Ver vídeo en RTVE:
http://www.rtve.es/m/alacarta/videos/espana-directo/ed-payasos-sf-231214/2925094/?media=tve

 Como dicen en el vídeo: la risa es el futuro, da esperanzas.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Ración de vídeos del mes. Noviembre 2014

 Este otoño hubo un salto videófilo y no pasó octubre por él, vaya despiste. Quizá fue la saturación de la corrupción, el exceso mediático del ébola, la inexistente guerra en Ucrania (en los medios), alguna muerte ilustre, las primeras lluvias o simplemente la incapacidad para combinar dos vidas al mismo nivel. Así pasa noviembre, sin grandes novedades, los temas de actualidad siguen siendo los mismos, aderezados por un "coletas" en cada esquina. Uno que parece irritar a muchos y a la vez soltar palabras que otra mucha gente quiere oir, ¿será la gran esperanza? Mientras el circo, ajeno, sigue produciendo cosas bellas e impresionantes a un ritmo exponencial. A lo suyo, a disfrutar, a hacer felices, a superarse, a más, a más.

Pasen, hay sitio al fondo.

1) Hiroki Kamei, diábolo. Número clasificado en 2º lugar en último Encuentro Nacional de Malabaristas de Japón (JJF 2014). Decir altísimo nivel técnico es poco, son asiáticos, es mejor resumen. Para los que no entendáis qué está pasando, cuando el público hace Oooohhh, es que acabáis de ver una animalada imposible. Cuando no dicen Ooohh también.



2)  Lukasz Uckiewicz, pelotas. Este "hombre que tira bolas", es un joven polaco que decidió revolucionar las redes circenses con este vídeo. Es una retahíla de trucos absurdamente difíciles, y a cada uno le ha aplicado un punto extra de dificultad. Maravilloso.



3) David Eriksson. "Bald with balls". Una oda al humor, al malabarismo, a los trucos imposibles. Tocan pelotas de pingpong y mucha paciencia. No os perdáis sus otros vídeos, huele a verso libre.

4) Jorgen and Conny. Acróbatas. Uno de esos vídeos de la vieja escuela dónde se observa cómo se jugaba en otra liga, aunque se nos haya olvidado. También sirve para hacerse preguntas como: ¿A quién c*S.-%$ se le ocurre hacer eso? ¿Por qué? y a mí como médico: ¿Cómo no se ha luxado las cervicales aún?




5) Loooop. Cariocas. Pues sí, he tenido que ceder. Cinco años de blog y aún no se habían visto cariocas por aquí. Loooop es una compañía que consigue pasar de los típicos trucos y hacer combinaciones grupales. Han actuado en grandes eventos malabarísticos, como la Gala de la EJC de Munich, donde los disfruté pese a no ser las cariocas (o poi) santo de mi devoción. Aquí aprovechan además para hacer algo de turismo. Y muy bien que sienta.



6) Stanislav Vysotskyi. Nada, otro ser venido del este que quiere demostrar que están hechos de otra pasta. Él ha decidido que va a ser el más impresionante con los trucos de pies. Y doy fe de que lo está consiguiendo. Bonita manera de celebrar sus 30 años.




7) Consuelo Reyes. Suenan clásicos. Y es que los antipodismos me pueden. Creo que es una disciplina que no transmite lo absurdamente difícil que es. Y hay mujeres que han llegado a la excelencia por sus propios pies (chistaco), como Consuelo Reyes. Hija del mítico Tito Reyes, ha sabido forjar su camino y ser una de las mejores de su disciplina, con varios premios en su haber. Leed aquí parte de su biografía.



Postres variados:
Y eso es to...eso es to....eso es todo amigos

¡Salud y mucho circo!

domingo, 23 de noviembre de 2014

"Somos una escuela de arte". Entrevista a Donald B. Lehn

Satisfecho por el reciente nombramiento como presidente de la FEDEC (Federación Europea de Escuelas de Circo Profesionales), Donald B. Lehn consigue hacer un hueco en su apretada agenda para esta entrevista. Al día siguiente se va a Brasil al Festival Internacional de Circo de Río de Janeiro, donde se realiza la segunda edición del CRECE Sur, y donde se reúnen las escuelas de la FIC (Federación Iberoamericana de Circo). Por suerte las videollamadas permiten resolver estos escollos y adaptar agendas.


Americano nacido en Nueva York en 1952, decidió dedicarse a la farándula tras terminar sus estudios universitarios  en Literatura Inglesa y Francesa en la State University of New York. La casualidad hizo que su furgoneta decidiera estropearse en Madrid, en mitad de un viaje de Londres a Marruecos. Lo que iba a ser una parada de 3 meses para reparar la furgoneta se han convertido ya en 32 años, y no parece que esa furgoneta vuelva a arrancar. Mientras tanto, Donald ha tenido tiempo de co-fundar la Asociación de Malabaristas, de escribir el primer libro de malabares en español, de organizar varios encuentros de malabaristas y festivales, de poner en marcha la Escuela de circo Carampa, de la que es director desde 1994; así como ser parte de la organización de federaciones internacionales como la FEDEC o la FIC. De pelo blanco revuelto y pobladas cejas negras, este "Malo Malísimo" habla con la calma que da la experiencia, repasa la historia de las escuelas de circo y la situación actual, aprovechando para lanzar críticas a aquello que le parece injusto.

Fuente: http://www.murodeespuma.com/profesores.html

¿Cómo ha sido la evolución de Carampa en estos 20 años? ¿Cuáles son sus objetivos?
Carampa, nace con la compra de una carpa por parte de la Asociación de Malabaristas (AM) en 1994. De hecho, eso significa, “carpa de la AM, Car-AM-pa”. Al principio teníamos tres objetivos claros: acoger las actividades de nuestra asociación, promover oportunidades para artistas (como pequeños espectáculos y campañas escolares) y empezar a dar cursos. Pronto nos dimos cuenta que la demanda para un programa de formación riguroso era cada vez mayor.

Del 94 al 99 se realizan cursos por la tarde, al principio solo 6 que fuimos ampliando. Empezamos a introducir disciplinas de arte escénico como clown, danza o teatro, porque lo considerábamos básico para formación circense. Como no había mucha cultura de elegir estos cursos, ideamos los “completos”, un pack de 5 cursos donde regalábamos uno de ellos si se contrataban juntos, donde obligatoriamente había que escoger una de estas artes escénicas. Así los alumnos que las escogieran harían creaciones diferentes, con otra textura, cultivando una formación más amplia.

En 1999 cambiamos la carpa por otra un poco mayor y pasamos de cursos trimestrales a también semestrales, mejorando la continuidad de la formación. Ante la demanda de alumnos y profesores, el curso 1999-2000 es el primero anual, que fue una ruina económicamente, pero marcó el camino.

Este curso anual nos permitió pedir ayudas de Formación al Empleo, primero como Casa de Oficios, después como Escuela Taller. Es un dinero que llega de Europa, pasa por el Ministerio de Trabajo, que lo cede a las Comunidades para gestionarlo como formación al empleo para jóvenes desempleados. Estas ayudas eran concursales, y no todos los años las disfrutábamos, de los 10 primeros cursos, 6 fueron a través de talleres. Esto permitía ofrecer gratis el “anual” (que en realidad son dos años y los no subvencionados cuesta más de 3000 €), y a los alumnos, cobrar algunos meses el 75% del Salario Mínimo Profesional. Nuestro presupuesto era muy oscilante, porque dependíamos de estos concursos, compitiendo con municipios y otras entidades contra las que era dificil conseguir tantos puntos del baremo.

Por suerte los funcionarios del programa entendían que nosotros sí cumplíamos con lo que se entiende que debe ser una Escuela Taller o Casa de Oficios. Hacían lo posible para que nos llegaran los puntos. Aunque luego nos hacían la vida imposible con gastos y burocracia (vestuarios, material, etc). Tuvimos que aprender a sortear todos estos escollos para no perder dinero.

¿Existe un modelo europeo de escuelas de circo? ¿En qué os habéis ido basando para fijar vuestra formación?
No, no existe ningún modelo de escuela. Es parte de la tarea que intenta realizar la FEDEC, poner en contacto a las distintas escuelas, saber qué es lo que están haciendo unas y otras, pero no reglar. Si cada escuela tiene una personalidad y carácter propios, los artistas que salgan de ellas serán diferentes, que es lo que enriquece el ámbito artístico.

Al inicio, cuando la FEDEC se estaba fundando, cada escuela tenía que entregar un dossier con sus actividades y plan formativo. Hicimos una tabla dividiendo los contenidos. Nos dimos cuenta que se cumplía lo que llamamos la "Regla del 30-30-30 mágico" en la suma de todas estas actividades. Un 30% era de preparación física y acrobacias, otro 30% de formación teatral y otro 30% de especialización. El otro 10% era una miscelánea de historia de circo, anatomía, etc. Esto es la media de todas las escuelas, pero nadie tenía este 30-30-30 perfecto. En la variación de estos pesos, de este canon, estaba la personalidad de cada escuela, su tendencia.

¿Cómo ves que se considere a Carampa como una "escuela puente"? Una escuela que prepara para ir a otras superiores.
Nosotros, en Carampa, entendemos que somos una escuela de arte, donde el propio artista es su propio autor, su propio dueño, su empresario y buscamos formarlo con esta capacidad de autonomía para su vida profesional. Nuestra escuela tiene mayor base de preparación física, perdiendo algo de la especialización artística. Enseñamos a la gente cómo afrontar sus necesidades físicas y técnicas para que en un futuro puedan ellos entrenar por su cuenta. En una escuela superior puede que no dediquen tiempo a esa preparación física, es problema del alumno en su tiempo libre, nosotros damos esa herramienta. En las escuelas más creativas asumen que los alumnos deben llegar con una base y fundamentos físicos ya aprendidos, no los trabajan porque suponen que ya deben estar.

Una escuela de 2 años te da muy poco tiempo. En el primer año, el primer trimestre se tienen que acostumbrar a hacer físico 6-7 horas al día. El segundo trimestre es de conocer su propio cuerpo y darse cuenta de que pueden aspirar a los diferentes retos técnicos que se planteen, es de asimilación. El tercero es eso, pero aplicado a un proceso de creación. Y ya se acaba el primer año. El segundo año comienza la especialización, pero están muy al comienzo. Cuando salen de Carampa están equipados para esa especialización y comenzar un proceso creativo personal. Es más, yo creo que una persona que sale de Carampa aspirando a tener un número hecho al salir, se equivoca. Es el momento de arriesgar, de meterte en problemas, de hacer cosas no comerciales ni perfiladas.



¿Cuáles son vuestras aspiraciones?
Aspiramos a tener una situación menos precaria, que venga como venga, sea cual sea nuestro modelo de escuela. Lo que queremos es que un alumno que quiere hacer este curso pueda hacerlo, aunque no tenga dinero. Es una barbaridad 3900 € al año, más vivir en Madrid, sin tiempo para trabajar, es poco asumible para un alumno de circo, sale más caro que la universidad.

El camino más corto hacia esto es la vía educativa. Tenemos que intentar que Educación reconozca nuestra enseñanza como Formación. Es cierto que un diploma o acreditación te sirve para bien poco como artista, pero es una forma de reconocimiento que en Europa ya se da. Llevamos años tocando diferentes puertas, ya sea dentro del Plan General de Circo, como Carampa, como la AM, etc.

Este año habéis incluido un “tercer año” de formación. ¿Para qué?
No puedo llamarlo exactamente "tercer año", lo llamaría estudio de creación, postgrado, formación continuada, o algo así. Este primer curso es un programa un poco más corto, pero ha sido el primer año por que ha sido el primer año que había realmente una demanda por parte de alumnos y profesores. La experiencia ha sido mixta, como en todo inicio. La lista de aciertos y fallos está pareja. Habrá que hacer un seguimiento de los artistas para hacernos una idea mejor. 

¿Cómo valoráis el éxito de vuestra escuela?
A parte de la solvencia económica, que es lo que te permite o no estar vivo, siempre nos tenemos que basar en el éxito profesional de nuestros alumnos. Ver dónde llegan nuestros egresados, si siguen felices en el circo y si siguen creciendo como personas. Por lo estamos siguiendo, tanto en proyectos como Circus Next, en los distintos Festivales, en otras escuelas, siguiendo sus trayectorias profesionales, estamos muy satisfechos con los alumnos de Carampa.

¿Cómo es la relación con otras escuelas del país?
El término escuela es muy ambiguo, para mí es un lugar que tiene un mismo grupo de gente cursando un programa variado sobre un periodo de tiempo de al menos un año. Hay otros sitios que ofrecen otro tipo de formación, pero no le llamaría “escuela”.

Así, en España hay buena comunicación entre las escuelas (Rogelio Rivel, Oreka, CAU...), a través de la FEDPAC hablamos de nuestras carencias y problemas, para intentar resolverlos y ayudarnos. También hemos desarrollado algunos programas de intercambio de alumnos o profesores. Buscamos potenciar nuestra formación juntándonos, evitando que cada escuela se convierta en una isla.


¿Crees que está aumentando el mercado circense en España? Sigue siendo algo minoritario.
Estamos en un momento muy gris, pero si comparas la cantidad de festivales que se realizan hoy día con los que se hacían hace 10 años, hemos mejorado, sí. No hay color. Hay muchos más espacios y municipios que han aceptado una oferta de circo como parte de su cupo anual cultural. También hay incluso espacio para que vengan compañías de fuera.

¿Cómo es la relación actual con la Administración en época de crisis? ¿Cómo os ha afectado en este sentido? ¿Sirvió de algo el Premio Nacional de Circo de 2011?
A nivel estatal, el Premio Nacional sirve de mucho. A la hora de pedir subvenciones sirve para que se tenga en cuenta el proyecto y se den cuenta que lo que nos aportan es ridículo comparado con lo que reciben otras escuelas en otros países. Por otro lado, nosotros no recibimos más que el 20% de nuestro presupuesto en forma de ayudas públicas, no conozco escuela europea que le suceda esto. Así, bienvenida sea la ayuda del Ministerio de Cultura, pero no llega casi ni a ser un salario (recibieron 20.000€ de dotación económica con el Premio Nacional de Circo de 2011). Por suerte todo esto se ha mantenido.

La CAM, por contra, ha disminuido. De 20.000 € anuales que teníamos de dotación económica hace año, se fue bajando a 18.000, luego a 12, luego a 7 y este año 2014 no hay ayudas. Pero lo grave es que en 2014 la CAM no ha destinado ni un euro a las asociaciones sin ánimo de lucro de su comunidad, es dramático.

Del Ayuntamiento no hemos recibido un euro nunca. Eso sí, nos contratan servicios, como actuaciones o cursos, o como fue el CRECE estos años pasados. Por suerte, el espacio que ocupamos dentro de la Casa de Campo, en el Albergue de Juventud, nunca se ha puesto en duda, es un espacio cedido que no parece que nos vayan a quitar.

¿Cómo os financiaréis el año próximo?
Los cursos de las tardes y los infantiles se mantienen solos. Se mantiene algo de ayuda desde el Ministerio, desde la Comunidad nada. Esto junto con sacrificios de todos, reducción salarial de todos, sobrecargas en los distintos puestos, recortes en inversiones en materiales, mantenimiento, y aun así estamos pagando a finales del mes. ¿Podemos seguir así sin que las cosas cambien? muy muy difícilmente.

Fuente: http://gaztea.euskonews.com/0501zbk/gaia50104.html

¿Cómo funciona la FEDEC?
Las escuelas profesionales de Europa funcionamos un poco como islas, pero como escuelas tenemos necesidades comunes: de mercado, de espacio artístico y que la formación creativa se desarrolle a nivel continental. Queremos que este proyecto común entre todos tenga presencia, diálogo y eventualmente apoyo para iniciativas a nivel europeo. También pone en contacto escuelas de todo el mundo, menos Kiev, Moscú y China, que no hemos conseguido que se introduzcan en este proyecto.

Intentamos definir qué es un profesor de circo de alto nivel, qué requisitos necesita, hacer un catálogo de competencias. También definir un proceso de formación continua, a modo de cursos de verano, para los alumnos que quieran estar más enfocados a la docencia.

También encuentros entre alumnos y escuelas. Ya sea un proyecto tipo CRECE, mediante intercambio de alumnos, grupos de trabajo sobre investigación, etc.

También para poner en contacto a los directores para resolver problemas comunes en el oficio. Creando un código deontológico de profesores y directores. Ayuda con los seguros para una escuela de circo, porque cada país aquí es un mundo. Ofrecemos contacto con profesionales y asesores en estos ámbitos. Son áreas donde cada cual está descubriendo América por su cuenta y así lo ponemos en común y facilitamos los procesos.

¿Ayudan las escuelas de circo a la difusión del circo? ¿Es uno de los objetivos?
Sí, claro que es uno de los objetivos. Hay diferencias en cuanto al papel que desarrollan los organizadores de festivales, por ejemplo, y nosotros. Nosotros no vendemos espectáculos, no somos festivales. Pero sí generamos profesionales, por lo que nos interesa generar también un mercado.
Así, tenemos que participar en estas actividades, hacer entender lo que hacemos, hacer ver que hay gente bien formada gracias a las escuelas de circo, gente con ganas de desarrollar trabajos de calidad. Todo está conectado. Es un paso a que haya una industria del circo. Tiene que haber proyectos comerciales y no comerciales. 

Versión extendida de la entrevista realizada en mayo de 2014 y publicada en el número 42 de la revista Zirkólika 

martes, 11 de noviembre de 2014

Y Malabaria cumplió 10 años

Así, sin darnos cuenta, 10 años. Muchísimos para un encuentro de malabares en España. De hecho el Malabaria de Herrera de Pisuerga (Palencia) se había convertido de lejos en el más veterano del país. Curioso siendo un encuentro familiar en un pequeño pueblo de unos 2000 habitantes del norte de Castilla.



El pasado fin de semana del 3 al 5 de octubre, la Asociación Juvenil Kaskabel nos volvió a convocar para lo que fue el X Malabaria.  El planning iba a ser similar al de otros años, pero con más actuaciones de calle que nunca. La lástima fue que este año la participación fue muy escasa, con apenas 50 inscritos en las listas. Por suerte el pueblo responde de maravilla y para todos los espectáculos había llenos.

El viernes comenzó con la habitual recepción, los abrazos y reencuentros. La noche se llenó de luz gracias al espectáculo de fuego realizado por la peculiar unión de Simon Dempsey (Malabarafootingman) y Laura. El espectáculo, de más de 30 minutos, usó casi todos los aparatos disponibles de fuego, combinados con gracia y humor. Después vino el animado concierto de los Bonitos del Norte en el pabellón de deportes, algo desangelado por haber poca gente para un espacio tan grande.



El sábado tenía un programa apretadísimo. A primera hora comenzaron los talleres, tanto de iniciación para niños, como de distintos niveles para malabaristas. Se realizó a la vez un bonito graffiti conmemorativo del X aniversario, gracias a Chisco Graffiti. Además, Iván Trasgu realizó un cuentacuentos infantil. Antes de comer, en la plaza mayor, Patty Diphusa (Malala Ricoy) realizó su espectáculo de calle. Irreverente y provocativa, demostró cómo la actitud lo es todo en la calle, entreteniendo al personal sin necesitar de habilidades imposibles.

Patty Diphusa


Tras la rica comida, en el salón de actos de la Casa de Cultura Quique Méndez relató su última participación en el proyecto de Payasos Sin Fronteras en Palestina. Emocionante e impactante, dio pie a un bonito coloquio que hubo que cortar porque estaba ya lista la siguiente actuación. Alicia Sanz presentaba en la Plaza Mayor su número de clown "El Desconcierto". Lástima que no estuviera muy acertada y no consiguiera mantener la atención o la risa del público. Sin tiempo para el respiro, en el pabellón esperaba el Profesor Karoli, con su número "The Wheel Man". Un surtido de vehículos imposibles de una o dos ruedas, regados con chistes de hace 20 años y un tempo algo lento, que aún así consigue entretener.

El Gran Karoli


Quedaba pues el plato fuerte, la Gran Gala. Presentada por un divertidísimo Gorka Ganso, en el papel de Aníbal Maldonado "Mediopelo", demostrando que un buen presentador siempre está atento a todo lo que sucede alrededor y entre el público. Abrió la noche Quique Méndez como Jean Philippe Kikolas, subido en su "casi-bici" acrobática (monociclo con manillar y rueda delantera soldados, mirad el vídeo). Precioso elemento con un buen surtido de trucos que hizo que se hiciera algo corto. Le siguió Guillermo Solo, gallego con un elegante número de bolas y sombrero, algo lastrado por los fallos. Después vino Marina Benítez con su número "La Artrópodo", donde a base de contorsiones se transmuta en un insecto gigante. Karoli repitió actuando, y esta vez fue haciendo un strip-tease sobre el monociclo. Era el turno de Isaac Posac, de la cía Casicirco, que presentó su número de mazas de luz, con trucazos al alcance de muy pocos. Llegando al final le tocó a Roxi con su hula-hoop, un número divertido y con el desparpajo al que acostumbra esta artista. Para cerrar, Sebastiano Ricardi mostró un número de aros de altísimo nivel, llegando a lanzar 6 aros mientras botaba una pelota en la cabeza. Gran final para una bonita gala bien compensada.

Isaac y Celso, practicando passing sin descanso


Y así, tras la mítica rifa que siempre ganan los del pueblo (ejem), llegaba la hora de un Renegade presentado por Malala. Como siempre, para saber lo que sucede en un renegade, hay que estar en uno, no vale que se lo cuenten a uno.

Kike Sebastián


El domingo, amaneció más tarde. Se preparó un breve pasacalles y se reunió a todo el mundo nuevamente en la Plaza Mayor. Actuó Kike Sebastián, con su espectáculo "Circo Entrañable". Es una actuación amable, sin grandes picos pero que mantiene la atención y la sonrisa en todo momento, con una escenografía muy cuidada marca de la casa "Kikolas". Después vinieron las larguísimas y disputadas olimpiadas, cuajadas de premios. La clásica lanzada de objetos y foto de familia, para asistir todos a la comida de despedida cortesía de la organización. Abrazos, despedidas y sonrisas para cerrar la décima edición del encuentro más veterano del país.





Quizá hemos visto el último año del encuentro como tal, los organizadores, aunque algo cansados, se plantean seguir en el proyecto quizá con un nuevo formato, más cercano al festival. Tendremos que esperar unos meses para ver si esta idea se consolida.







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sábado, 8 de noviembre de 2014

750 macetas, 100 pelotas de malabares, 3 acróbatas y 1 malabarista. Entrevista a La Trócola

Durante el IV Malabara’t en Villareal existen ratos de descanso donde los participantes intentan huir del sofocante calor levantino. El pequeño río que atraviesa la ciudad ofrece una tregua al bochorno. A su orilla, en una mesa, alrededor de un mate que viene y va de boca en boca, Guillem Fluixà, Lucas Escobedo y Federico Menini, responden a las preguntas sobre su joven compañía. Se percibe la ilusión por el proyecto en cada frase, en cada mirada, en cada sonrisa.


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Trócola: Polea.
1. f. Rueda acanalada en su circunferencia y móvil alrededor de un eje. Por la canal o garganta pasa una cuerda o cadena en cuyos dos extremos actúan, respectivamente, la potencia y la resistencia.
2. f. Más de 750 macetas en escena, 100 pelotas de malabares, tres acróbatas y un malabarista.

 


La compañía de circo La Trócola nació en agosto 2012 en Alicante, fruto del deseo de realizar un proyecto ambicioso por parte de sus integrantes. Previamente, Guillem Fluixà, Andrea Pérez y Jon Sádaba habían compuesto inicialmente un trío de portés y acrobacia. Tras alguna actuación, llegaron a la conclusión de que querían un número más largo. Surgió la idea de que se uniera su amigo Federico Menini para aportar diversidad y enriquecer el número con sus malabares. 

Todos ellos eran amigos y aficionados al circo gracias a la Asociación Donyet Ardit, de Alicante. Al poco de reunirse le comentaron a Lucas Escobedo que les ayudase con la dirección del espectáculo. “Cuando yo llegué ya se había decidido que la compañía quería ofrecer un número basado en acrobacia, malabares e investigación con macetas”, comenta el propio Lucas. Lo de usar macetas nació fruto de la casualidad, como tantas cosas. “Sabíamos que queríamos usar un objeto cotidiano, pero no sabíamos cual, hasta que un día vimos un macetón inmenso y pensamos que dentro cabríamos los cuatro juntos”, recuerda Guillem. A partir de ahí se dedicaron a recolectar macetas, por su cuenta y a través de donaciones de amigos; a investigar con ellas, a buscarles formas, juegos y usos diferentes. “Lucas nos hacia plantearnos preguntas como ¿Por qué macetas?, así definimos bien los por qués y cómo desarrollarlos”, continua Guillem. Actualmente utilizan más de 750 macetas, de las cuales 6 tienen capacidad para 500 litros, con más 20 kg de peso cada una. “Nos dimos cuenta que había que reforzarlas con metal por dentro porque no soportaban bien nuestro peso”, explica Fede.




Sobre el peculiar nombre de la compañía, Guillem aclara el origen: “una trócola son dos poleas en paralelo, y es una pieza de la loncha de seguridad que utilizamos en nuestros entrenamientos, nos gustó la sonoridad y que para nosotros tiene un gran significado”.

De esos inicios sin referencias en Alicante también habla el carácter emprendedor de esta compañía. Ninguno de sus integrantes procede de escuelas de circo, aunque han recibido numerosos cursos de formación y alguno ya sabía lo que significa vivir del circo. Guillem era componente de Voilà, una compañía de teatro y danza aérea, Fede había pasado por algunas compañías y por varios trabajos en solitario, Lucas tiene su propia compañía. En cambio Jon era educador social y Andrea se encontraba terminando un doctorado en ciencias ambientales.

Desde el inicio queríamos una apuesta fuerte, ofrecer algo profesional”, explica Fede. “Dejamos nuestros estudios y trabajos para dedicarnos por completo a ello”. Desde el primer momento se mostraron ambiciosos. “Conocíamos cómo estaba el panorama circense nacional y sabíamos que si queríamos que funcionara teníamos que ofrecer algo de un nivel similar. Esta premisa empujaba mucho a trabajar y autoexigirnos”, aclara Lucas.



En un momento dado del proceso creativo, su amigo Antonio Segura (integrante de la compañía Akoreacro) les ayudó con los entrenamientos y las acrobacias. “Después conocimos a Vitaly Motouzka, un artista de circo ruso jubilado que vive en Murcia y con el que trabajamos desde 2013”.

Con ese objetivo se encierran durante un año en la nave El Disparate, de Alicante, a entrenar, investigar, rechazar y pulir ideas. Inicialmente planteado para ser únicamente un espectáculo de sala, en agosto de 2013 les surge la oportunidad de presentar la versión de calle de su espectáculo, “Potted” (enmacetado, en inglés). Lo hacen en el festival Sagunt a Escèna, con una gran acogida por parte de crítica y público. “Fue muy esperanzador, nos confirmó que era el camino adecuado tras tanto encierro y renuncia; había merecido la pena”, recuerda Lucas con una sonrisa. “Para nosotros fue liberador. Lucas nos animaba diciéndonos que el trabajo era bueno, pero el resto no lo terminábamos de tener claro. Fue una satisfacción”, reconoce Guillem.


2014 parece el año de su confirmación. Durante el año pasado consiguieron algunos bolos sin apenas caché para poder rodar el espectáculo (Tabacalera de Madrid, Encuentro de Malabaristas de Herrera de Pisuerga, en La Chimenea Escénica de Murcia, etc). Este año, gracias a la ayuda en la distribución de Nacho Vilar Producciones han conseguido actuar en importantes festivales de todo el país, como Trapezi, La Bisbal, Igualada, Circada, Tárrega e incluso en el Aterteater de Italia; siempre con muy buen feedback. “Por ahora hemos movido más la versión de calle, que es más corta, pero pasado el otoño comenzará a rodarse el de sala, estamos muy ilusionados”, concluye Guillem mientras los demás integrantes asienten, confirmando que se encuentran en un momento dulce e ilusionante de la compañía.


Versión extendida de la entrevista aparecida en el número 42 de la revista Zirkólika.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Caca moderna

La apertura del circo, su reconocimiento como arte mayor y la tendencia actual a la mezcla de disciplinas ha aportado una riqueza y apertura de miras increíbles. Cada vez se valora más que un artista, como tal, no se limite sólo a la parte técnica; sino que una parte del público está, además, esperando que ese artista le cuente algo. El tirón de las escuelas de circo francesas, escandinavas y canadienses asientan esta tenencia, hasta el punto que no se concibe una escuela de circo sin profesorado de danza y teatro. Los programadores teatrales se atreven con el circo, ayudando a difundirlo entre otros ámbitos, dando la impresión de que se acerca a la madurez como arte.

Pero no todo es positivo en esta transición. Una sombra recorre los espectáculos de circo actuales, oscureciendo el brillo del circo, la ropa de los artistas y la mente de los espectadores. Es la Caca Moderna, el azote de los escenarios.



Es la modernidad mal entendida, escondiendo la mediocridad tras un halo de supuesta profundidad y expresividad. El teatro y la danza, complementos interesantísimos para el circo, abren el abanico de oferta artística, hasta el punto que los límites a veces quedan difusos. Pero hay que ser consciente de dónde está uno y de sus limitaciones. Eso quiere decir que si uno se ha formado en circo, y un 10% de esta formación ha sido teatro, no se puede pretender ser un intérprete como para abarcar un personaje complejo.

El patrón común de estos espectáculos suele ser la ausencia de música (o música triste), personajes vestidos de calle con colores oscuros, la ausencia de calzado, la querencia por el suelo, los personajes que sufren sin motivo, la supuesta intensidad del grito, el gusto por la repetición, el ritmo tan lento que desespera y el uso indiscriminado de palabras ya vacías como "conceptual" o "contemporáneo". Un espectador perdido, incapaz de prestar atención a lo que ve, con su mente viajando a su lista de la compra, que a veces quiere aplaudir por compromiso pero no sabe bien cuándo hacerlo, ni si debe hacerlo. Un artista con un inmenso mundo interior, pero con escasa capacidad técnica, que disfraza el espectáculo con la rarunez. Si no recibe el aplauso del público seguramente sea porque "no me han entendido", como dar margaritas a los cerdos. El enorme ego que lleva a mirar al espectador por encima del hombro, pasando éste a un papel de figurante en el espectáculo.





Entramos ahí en un punto interesante. ¿Está el circo hecho para ser mostrado? Pues depende, como todo en la vida. Desde su nacimiento, el circo se concibió para entretener al espectador, mostrando el manido "más difícil todavía", haciendo que la realidad parezca mentira. El público siempre es cambiante y con los tiempos los espectáculos ofrecidos por el circo han ido a la par, adaptándose. Complementar con teatro y/o con danza ha generado espectáculos y números que emocionan y transmiten, a la vez que te levantan del asiento. Público y artista disfrutan y comparten. Por otro lado, hay malabaristas o acróbatas aficionados con una habilidad técnica altísima, pero que no tienen la intención ni necesidad de subirse a un escenario. Muy respetable. Hacen circo para ellos, y bien que lo disfrutan. Distinto es el caso de personas que quieren dedicarse al circo, ya que  inevitablemente dependes de un público que disfrute con lo que haces (o un mecenas que te financie, claro). Intentar hacer eso abrazando la Caca Moderna es contradictorio. Si tu espectáculo no funciona entre el público, hasta el punto que no saben si aplaudir o no, o se marchan antes de tiempo, uno debe plantearse qué está haciendo.

También existe el caso de los artistas de reconocido éxito que poco a poco se dejan seducir por la modernez. Gran parte de su público aguantará el cambio por el fenómeno fan, otra parte lamentará el cambio, para gustos los colores. Estos artistas existen también en el circo, el miedo a encasillarse o no ser capaz de superar ese éxito previo puede impulsar el cambio hacia lo raruno.

Así, la Caca Moderna acecha en cualquier escenario, donde menos te lo esperes, aunque se hace fuerte en las pequeñas salas de teatro. Caca Moderna es tirarse al suelo gritando sin venir a cuento. Es repetir una acción hasta que el espectador siente la necesidad de mirar el móvil. Es Yoko Ono gritando en una galería de arte. Es el espectáculo donde no sucede nada, pero tampoco han transmitido nada. Es abusar del desnudo gratuito. Es intentar bailar en escena cuando uno no sabe danza. Es usar objetos y situaciones raros, sólo por el hecho de que lo sean. Es creer que adoptando esa pose uno expresa más.

Eso es, la Modern-hez



PD: parece ser que la caca moderna abunda y rebosa en el mundo del arte, ya sea en exposiciones o en performances (como la de Yoko Ono, que tenía la culpa de todo).
El Metamorfódromo
escribe divinamente sobre este mismo tema, no dejéis de leerlo
.

martes, 21 de octubre de 2014

El espectáculo más viejo del mundo. Entrevista a Don Manuel Feijoo, por Julio Penedo Iglesias

Pues con este cierro la serie de artículos sobre circo escritos por mi abuelo, Julio Penedo Iglesias, para la revista LARMA (Laboratorios R. Malo de Molina) en los años 50 y 60 del pasado siglo. En esta ocasión a uno de los principales empresarios del circo, patriarca entonces de una de las "grandes familias del circo español": Manuel Feijoo

Ha sido para mí un orgullo y me ha hecho muchísima ilusión recuperar estas viejas entrevistas, rescatarlas y compartirlas. Mi abuelo no fue especialmente aficionado al circo, no más de lo habitual que la población de la época, cuando el circo era "el mayor espectáculo del mundo" y sus artistas grandes estrellas internacionales. Mientras estuvo en vida nunca hablamos de circo, yo apenas estaba empezando con esto de lanzar objetos y no me había zambullido en este mundo. Suerte que él guardó todo lo que escribió y que siempre habló con cariño de las entrevistas a Miss Mara o Pinito del Oro. Bien por la gente meticulosa. Sirva esto como homenaje a una especie de humanista que colaboró 19 años con La Codorniz como "Jupe", escribió tres libros, pintó cientos de cuadros, leyó todo lo leíble y entretenía a su nieto toledano llevándoselo a conocer Madrid y haciéndole pequeños trucos de magia. 
Gracias Xullo.




EL ESPECTÁCULO MÁS VIEJO DEL MUNDO.
DON MANUEL FEIJOO HABLA PARA LARMA.
He aquí, de nuevo en nuestras páginas, el espectáculo más viejo del mundo: el circo. Todos los años en Madrid, coincidiendo con las fiestas de San Isidro, el Circo Americano abre su mágico cajón de sorpresas. Este año de 1959, el circo presenta el programa titulado “Lar maravillas del mundo”. Artistas húngaros, alemanes, franceses, ingleses, italianos, americanos, chinos, africanos y españoles constituyen la gran familia. Los célebres empresarios españoles de este colosal circo – el mejor de Europa-, señores Feijóo y Castilla fueron el año pasado galardonados con la Medalla del Trabajo, en atención al esfuerzo realizado a favor del circo patrio, elevándolo al primer plano internacional.
¿Cómo nació su vocación de empresario circense, señor Feijóo?
Mi padre, Secundino Feijóo, fue el fundador del Gran Circo Feijóo. Tenía caballos y toros amaestrados y yo, desde pequeño, les cogí una gran afición a los animales. Me hice veterinario y cuando terminé la carrera, en 1919, me establecí y estuve tres meses en Narón, un pueblecito cercano a El Ferrol. Mientras fuimos jóvenes, nuestro padre tuvo a sus hijos apartados del circo. Un año, durante las fiestas de San Fermín, se le murió a mi padre el representante, entonces me llamó y me dijo si quería sustituirle. Le dije que sí, pues estaba deseando que me lo pidiese.
¿Cuándo se fundó el Circo Americano?
Este circo se fundó hace catorce años [1945]. Se llama así por estar inspirado en el famoso circo Ringling, de los Estados Unidos, que a pesar de su gran envergadura se puede montar en veinticuatro horas, y en memoria del creado por mi padre con el mismo título, en el año 1925, en el frontón que había donde hoy está el teatro Madrid. Caben 3000 espectadores y entre artistas y empleados pasan de los 400.
¿Cuál ha sido el número más importante que ha pasado por el Circo Americano?
Han sido varios. El de Buffalo Bill tuvo mucha aceptación, por tratarse de un personaje ya legendario y popularizado por muchas novelas. Lo presentamos hace ocho años en un programa titulado “El Rodeo”.
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El señor Feijóo nos comenta, uno por uno, todos los números del actual programa. Mientras tanto vemos en la pista al grupo exótico de Nigeria, perteneciente a la tribu del Príncipe Ahumah, que tragan y resisten el fuego y bailan con serpientes enroscadas al cuello, realizan una exhibición natural de sus ritos y danzas sagradas.

¿Cómo explica usted que estos negros resistan y puedan tragar el fuego?
No lo sé. Desde luego es un número auténtico, y le puedo asegurar que no hay truco. Deben de tener un tejido especial, sería curioso que los estudiasen desde el punto de vista médico. Creo, sin embargo, que antes de estar acostumbrados debe ser doloroso. No se trata de artistas de circo profesionales, los hemos contratado en Londres, donde actuaban para una revista, y los hemos traído para dar color al espectáculo.

¿Cuál es el número de más riesgo?
El de los trapecios volantes.

¿El accidente que más se repite?
El de las fieras.

¿Tiene actualmente algún domador herido?
No.

¿La especialidad circense más cara?
Por lo general los trapecistas.

¿La más económica?
Los olímpicos y los excéntricos son los más baratos.

¿Uno de los momentos más emocionantes de su vida profesional?
Fue el día que le concedieron la Medalla del Trabajo a mi padre.

¿El momento más trágico?
Lo peor que nos puede pasar es que nos pille una galerna. La lluvia no nos hace daño, pero el viento huracanado ya nos llevó varias lonas, afortunadamente fuera de horas de trabajo.

¿Ha trabajado usted alguna vez en la pista?
No. A mis sesenta y un años nunca he sentido ese deseo de actuar. A veces he hecho de jefe de pista, pero nada más.

¿Tienen ustedes médico de guardia?
Tenemos dos practicantes de guardia permanente. El doctor Jiménez Balgañón, que es nuestro médico, suele venir por las tardes. Mi yerno, que también está aquí, es médico. Cuando ocurre un accidente grave viene una ambulancia de la Cruz Roja.
Ya ha desfilado el circo. Nos vienen a la memoria ahora tres títulos de otros tantos libros inspirados en motivos circenses: “El romance del fantasma y doña Juanita” de Pelmán, “El Circo” de Gómez de la Serna, y “Doña Leopoldina y sus leones”, de Enrique Laborde. Son tres libros a través de los cuales se comprende aún más la humanidad que trascienden estos artistas ejemplares.
Hemos de felicitar, también desde estas páginas, a estos dos grandes empresarios, Feijóo y Castilla, que con su inteligencia, sentido humano e indudable esfuero logran, al cabo de los siglos, hacer nuevo, distinto y actual el espectáculo más viejo del mundo.


Entrevista publicada en el número 28 de la revista LARMA (24 de mayo de 1959)




Si queréis ver las otras tres entrevistas, sólo tenéis que hacer click en los siguientes enlaces: 

martes, 30 de septiembre de 2014

Ración de vídeos del mes. Septiembre 2014

Se fue el verano y nos trajo un mes de reencuentros, preguntas vacías y el anunciado cambio de estación. El carrusel de conversaciones en bucle sobre el tiempo se dispara mientras decae el ratio de recuerdos de las vacaciones. Noticias repetitivas, con los nacionalismos mal entendidos chocando entre sí, la policía publicando datos privados de un acusado aún no condenado (aunque sí por la masa enfurecida), el islamismo mal entendido lanzando un pulso a todos, los rusos y ucranianos en una guerra que ha pasado al segundo plano, y Siria y Palestina ya casi olvidadas. Ah, y el fracaso del Mundial de baloncesto, cachis la mar. Una vez adquirido el "ritmo crucero" laboral, estudiantil o loqueseaqueunohagaconsuvidaestemes toca afrontar con buena cara los nuevos proyectos, el día a día y todo lo que se cruce. Nada mejor que algunos vídeos, seleccionados con mimo y esmero para paladares exigentes. Advierto que degustarán platos con aromas clásicos en su mayoría.

Pasen, hay sitio al fondo

1) Troupe del Circo de Pekín. El circo chino de calidad se caracteriza por realizar las cosas impensables y luego hacerlas aún más difíciles. Ver a 5 chicas subidas en monociclos jirafa ejecutando de forma simultánea el clásico número de monociclo y lanzamiento de cuencos a la cabeza impresiona. Luego viene la locura. Agárrense.



2) Ermoloff, malabares y música clásica. Ermoloff nos traslada inmediatamente al siglo XVIII, con las pelucas empolvadas y las calzas de época. Pero a parte de una actuación sublime, en un momento dado, se alza por los aires y sigue ejecutando trucos de dificultad altísima (no es chiste malo, lo siento). Curioso número, sin duda.



3) Anton Mikheev. Desde las tierras rusas también viene este artista, pero doy una concesión al moderneo porque es algo que no había visto nunca. Un número de cintas aéreas y pelota. Lo mejor de todo es que esta extraña mezcla, viene ejecutada, es muy vistosa. Meritoria combinación de fuerza y habilidad.



4) Matt Pasquet. Verticales, handbalancing. Este precioso vídeo, además de estar magníficamente grabado y editado, cuidando muchos detalles, ofrece una auténtica enciclopedia de verticales. Ejecutada por un artista muy plástico y elegante.



5) Donnie y Camila Rhodes. Vuelta a lo clásico. Numerazo de Frisbee, algo poco visto por estos lares, salvo por la presencia de Ayal en el panorama circense nacional durante estos pasados años. Aquí un dúo de los que impresionan, parece mentira que no haya más gente que haga esta disciplina tan espectacular.


6) Familia de malabaristas. 1898. Nada como ver un espectáculo con 116 años de historia para darse cuenta que las cosas que funcionan, seguirán funcionando. Divertidísimo número, sin duda.



7) Artistas Callejeros. Sudáfrica. El circo está en todas partes. Aquello de mostrar habilidades extraordinarias simplemente por deleite. La calle es exigente, y como tal general números de esos que no dan respiro, con aires de improvisación milimetrada, con energía y saltando de sorpresa a sorpresa. El mejor ejemplo, estos sudafricanos:




Guindas, chupitos y café, que invita la casa.
Uf, cuánto vídeo para una sola ración, y los que quedan por poner. Así da gusto. Espero que lo hayan disfrutado. A brindar tocan

¡Salud y mucho circo!

lunes, 29 de septiembre de 2014

CincocinccinqfivefünfbostcinquecirquecircO


Ahora que se cumplen 5 años de los primeros pasos de este blog.

Que el proyecto sigue firme y cambiante.

Que los huecos en "mi otra vida" cada vez son más escasos, pero siguen existiendo. 

Que no pasa un mes sin escribir. 

Que aún leo cómics, y sobre alguno incluso escribo

Que el circo sigue presente cada día de mi vida. 

Que el circo se va haciendo presente en las vidas de otros, poco a poco, piano, pero sin vuelta atrás.

Que descubro que no he perdido habilidad cuando vuelvo a coger los malabares. 

Que confirmo que las camisetas con calamares volando siguen gustando. 

Que en los encuentros se sigue conociendo a muchísima gente e impulsan el circo con buenas sensaciones. 

Que el EUCIMA está creciendo con salud y buena cara. 

Que sigo sacando algo positivo y sorprendente de cada espectáculo que veo. 

Que "el más dificil todavía" sigue muy empeñado en abrir bocas, ojos, mentes y traspasar límites. 

Que me sigo lamentando por no poder escribir más, leer más, entrenar más, ver más.

Que sigo conociendo personas y personajes increíbles, de los que siempre hay mucho que aprender, sean famosos, ilustres, o desconocidos.

Que estoy descubriendo la entrevista como medio para saber. 

Que las colaboraciones han crecido, ayudando a diversificar, ampliar y dar color.

Que no hago tanto caso a las estadísticas, aunque sé que siguen creciendo.

Que a veces me releo y no me reconozco, y en otras ocasiones me gusta, porque revivo las sensaciones que me llevaron a escribir eso.

Que los apoyos están ahí, en forma de cifra, de comentario, de abrazo, de enlace, de "me gusta", de sonrisa, de lectura. 





Ahora que nos reunimos todos, aunque sea por la Red. Esa red que antaño se interponía entre el artista en la altura y el suelo mortal. Esa, se ha transformado en una red virtual y cirquera que nos une, envuelve y aproxima.

Ahora.

Que hay que seguir pensando en lo siguiente sobre lo que quiero escribir.

Gracias por leer, por comentar, por el feedback y por escribir.

Chocad esos cinco, lanzad esas cinco, leed por cinco años más. De cinco a circo.

 CincocinccinqfivefünfbostcinquecirquecircO



Brindemos, como cada año, que esto sigue:

¡Salud y mucho cinco!



martes, 23 de septiembre de 2014

Adiós a Pinito del Oro. Entrevista por Julio Penedo Iglesias

Continúo con el tercero de los artículos y entrevistas que publicó mi abuelo Julio Penedo Iglesias en los años 60 a diversas personalidades de circo de la época. Lo hizo en la revista LARMA, una pequeña publicación de los extintos Laboratorios R. Malo de Molina, a modo de entretenimiento y autopromoción. Esta vez es sobre la otra gran trapecista española. Si ya escribió sobre Miss Mara, hoy toca rescatar la entrevista realizada con motivo de la gran estrella canaria: María Cristina del Pino Segura, "Pinito del Oro".



ADIÓS A PINITO DEL ORO
Pinito del Oro, nuestra estrella que voló por los cielos de lona de todo el mundo, se retira del circo.
Ha querido despedirse en España, en Madrid. Sus últimas actuaciones las está realizando en el Palacio de los Deportes como figura del grandioso espectáculo Festival de Circo 1960. Todos ustedes saben que el impresionante trabajo de esta valiente trapecista consiste en sostenerse cabeza abajo sobre el travesaño y, sin más apoyo, pendular sobre la pista sin red protectora.
Pinito nos recibe después de su actuación de la tarde. Con ella, su marido y su hijo. Nuestra conversación es varias veces interrumpida por una serie de admiradores que vienen en busca de una foto o de un autógrafo. Entre ellos también una niña de unos cuatro años que también se llama María del Pino y que también nació en Las Palmas.
- ¿Cuántos años lleva arriesgado la vida, Pinito?
- Catorce, trabajando continuamente.
- ¿Por qué se retira?
- Porque no quisiera que me ocurriera lo mismo que a Manolete.
- Su número, ¿es único en el mundo o tiene competidoras?
- De esta clase no hay otro. Quizá dentro de unos años aparezca alguien que haga lo mismo que yo y aún lo supere. Sin embargo, es difícil, porque para hacer esto se necesita un buen profesor que lo haya hecho. A mí me lo enseñó mi padre.
- ¿El elogio que más le agradó de todos cuantos le ha dedicado la Prensa?
- Varios: “el ángel del trapecio”, “la bailarina del espacio”, “que hago lo que nadie ha hecho ni hará…”
- ¿En cuántos países del mundo ha actuado?
- En todo Estados Unidos, Cuba, Canadá, Méjico, Portugal, Francia, Inglaterra, Suecia, Bélgica, Holanda, Italia…
- ¿Qué piensa hacer cuando ya no trabaje en el circo?
- No pienso hacer nada. Bueno, lo corriente en una mujer casada: cuidaré la casa y a mi hijo. Leeré mucho. También pienso escribir cuentos y reportajes sobre Canarias. El día 15 [de mayo de 1960] saldrá un cuento mío en la revista “Ama”.
- ¿Qué actuación suya recordará con más cariño?
- Mi presentación en Nueva York, en el Madison Square Garden. Me acompañaba un ballet de ciento veinte chicas. Sesenta en el aire y sesenta en la pista. Yo estaba muy nerviosa porque no había podido ensayar, pero gracias a Dios todo salió bien.
- ¿Se somete regularmente a examen médico para conservarse en forma?
- No, lo único que hago es comer poco.
- ¿Cuántos accidentes ha sufrido?
- Importantes, tres. El primero en Huelva. Me fracturé la base del cráneo y estuvieron a punto de hacerme la trepanación. Permanecí siete días en coma. Se puede decir que le debo la vida al doctor Vázquez Limón, que fue el que me atendió entonces. El segundo fue en Nueva York, me hice daño en una rodilla, con derrame sinovial. El tercero fue en Suecia, donde me fracturé la mano izquierda y la mejilla derecha. En el párpado derecho se me abrió una herida de siete centímetros que por poco pierdo el ojo. Al caer del trapecio tropecé con el bordillo de la pista.
Dentro de unos días Pinito del Oro se despedirá del Circo y todos la echaremos de menos.


Entrevista publicada en el número 50 de la revista LARMA (24 de abril de 1960)

Otros artículos de Julio Penedo sobre circo:

domingo, 14 de septiembre de 2014

El fallo

Existe un elemento fundamental en el malabarismo, aunque no nos guste: el fallo. El fallo está ahí, acechando, por mucho que uno trate de evitarlo, éste acaba encontrando su hueco y asoma la cabeza

¿Y qué es el fallo? Cuando un elemento que uno está manipulando no hace lo que estaba planeado y, normalmente, cae al suelo, creando un punto de ruptura con lo visto hasta el momento. Las artes circenses son algo orientado principalmente de cara a un potencial público. Uno muestra habilidades extraordinarias, hasta que se crea una magia muy especial. El malabarismo es probable que sea el arte circense menos agradecido. Conlleva las mismas horas de entrenamiento que las demás, pero durante la actuación las probabilidades de fallo se elevan a un grado exponencial. Cada lanzamiento y cada recogida está amenazada por el error. Un error que cambia completamente el foco de la actuación, que rompe, que despista.




¿Cómo se evita? Bien, esta pregunta es fácil. Entrenando. Ni más ni menos, así de fácil y de difícil. Practicando una y otra vez los movimientos, los lanzamientos, los trucos. Automatizando. Agachándose una y mil veces, pues ya se sabe que el malabarista mira más tiempo al suelo que al cielo. Dominando los nervios.

¿Cómo se resuelve? Para esto hay muchas versiones. Una vez se produce el fallo, hay que tener varias cosas en mente. La primera es dónde está uno. Es decir, si uno está entrenando, la respuesta es fácil, me agacho, pienso por qué he fallado y sigo lanzando cosas. Si estoy en escena la cosa cambia. ¿Tiene mi número un personaje? ¿Voy acoplado a la música? ¿Hago un número cómico? ¿Estoy en sala o calle? De todo esto depende cómo saldré del fallo. Uno debe ser consciente de qué estado viene en la rutina y a dónde va. 


Cada uno tiene que probar y ver con cuál solución se encuentra más cómodo y recibe mejor respuesta. Hay quien prefiere recoger del suelo el objeto y seguir como si nada hubiera pasado. Otros prefieren utilizar su personaje para recoger el objeto realizando movimientos similares a los previos (tipo danza o teatralidad). Los hay que aprovechan para hacer alguna broma o chascarrillo y relajar el ambiente (“es que así el truco parece más difícil”). Hay incluso páginas donde te dan varias de estas soluciones para que puedas ponerlas en práctica (ver abajo). Desde luego no parece buena idea poner malas caras en escena, lamentarse, o recoger los objetos con demasiada prisa, porque el daño ya está hecho. Eso transmite una inseguridad al público que hace que también lo pase mal y no disfrute del número.


Pero...¿Importa el fallo? Buenísima pregunta. El eje de todo. Tendemos a ignorar que el fallo existe. Como dijo Sean Gandini en esta entrevista: "El fallo es una parte muy grande del malabarismo, lo curioso es que se hace como si no existiera. Es como la muerte, estamos seguros de que vamos a morir, pero vivimos sin pensarlo, como si no fuera verdad". Todos los vídeos de Youtube de malabares dan fe de esta frase, ahí no se caen los objetos, todos son unos máquinas. Pero el fallo está ahí, esperando su momento, mirándonos de cerca. Viendo cuál es el momento para romper esa arquitectura aérea construida con tanto esfuerzo, bajando a la tierra esa ilusión que desafia la gravedad.

Es muy raro encontrarse con una actuación sin errores, son casi anecdóticas y como tales se recuerdan. Ése es quizá el punto clave, el recuerdo. Los fallos quedan en la memoria, se graban al son del gran "oohhh" que generan al verlos. Por muy complejo o espectacular que sea el número, todos, malabaristas y profanos, recuerdan los fallos tras el espectáculo. Y eso que se es muy permisivo con el fallo. No extraña una rutina con 10-12 errores. Además, se aplaude tras cada uno, es una costumbre. No se sabe si son aplausos de ánimo o de lástima, pero normalmente no son muy bien recibidos por el que actúa (aunque irá en gustos). Es el fino equilibrio entre algún fallo y un completo desastre donde artista y público están deseando que termine.



Ahora bien, ¿hay que evitar ese fallo? Un truco difícil que se consigue "a la tercera" recibe una ovación en pie, ya que se ha ensalzado la dificultad. Incluso la compañía Gandini Juggling, en su espectáculo Smashed utiliza el fallo continuamente, aunque no todo el público lo recibe bien. Algunos malabaristas contemporáneos se abrazan a la "extrañeza" o "modernidad" de su número para que los errores sean mejor aceptados, aunque a veces sea una forma de disfrazar la falta de técnica. Esto cambia por escuelas. En la disciplina rusa, por ejemplo, el fallo no se concibe, no existe, y la única solución es entrenar llevando la técnica a techos altísimos. Los clásicos como Rastelli, Brunn, Kremo, Gatto, Kiss y compañía tampoco fallaban, era impensable. Otros, como Steve "Thegoheads", los utiliza para crear nuevos trucos de una forma bastante vistosa.



Es, por tanto, el fallo, parte de los malabares, nos guste o no. El motor del progreso, lo que hace agacharse para intentarlo de nuevo. Aquél que, en su ausencia, aumenta la dificultad y la belleza de la rutina. Algo a tener en cuenta, que hay que valorar, observar, estudiar y manejar. Ignorándolo no desaparecerá.

 Webs que hablan del fallo: