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domingo, 30 de noviembre de 2014

Ración de vídeos del mes. Noviembre 2014

 Este otoño hubo un salto videófilo y no pasó octubre por él, vaya despiste. Quizá fue la saturación de la corrupción, el exceso mediático del ébola, la inexistente guerra en Ucrania (en los medios), alguna muerte ilustre, las primeras lluvias o simplemente la incapacidad para combinar dos vidas al mismo nivel. Así pasa noviembre, sin grandes novedades, los temas de actualidad siguen siendo los mismos, aderezados por un "coletas" en cada esquina. Uno que parece irritar a muchos y a la vez soltar palabras que otra mucha gente quiere oir, ¿será la gran esperanza? Mientras el circo, ajeno, sigue produciendo cosas bellas e impresionantes a un ritmo exponencial. A lo suyo, a disfrutar, a hacer felices, a superarse, a más, a más.

Pasen, hay sitio al fondo.

1) Hiroki Kamei, diábolo. Número clasificado en 2º lugar en último Encuentro Nacional de Malabaristas de Japón (JJF 2014). Decir altísimo nivel técnico es poco, son asiáticos, es mejor resumen. Para los que no entendáis qué está pasando, cuando el público hace Oooohhh, es que acabáis de ver una animalada imposible. Cuando no dicen Ooohh también.



2)  Lukasz Uckiewicz, pelotas. Este "hombre que tira bolas", es un joven polaco que decidió revolucionar las redes circenses con este vídeo. Es una retahíla de trucos absurdamente difíciles, y a cada uno le ha aplicado un punto extra de dificultad. Maravilloso.



3) David Eriksson. "Bald with balls". Una oda al humor, al malabarismo, a los trucos imposibles. Tocan pelotas de pingpong y mucha paciencia. No os perdáis sus otros vídeos, huele a verso libre.

4) Jorgen and Conny. Acróbatas. Uno de esos vídeos de la vieja escuela dónde se observa cómo se jugaba en otra liga, aunque se nos haya olvidado. También sirve para hacerse preguntas como: ¿A quién c*S.-%$ se le ocurre hacer eso? ¿Por qué? y a mí como médico: ¿Cómo no se ha luxado las cervicales aún?




5) Loooop. Cariocas. Pues sí, he tenido que ceder. Cinco años de blog y aún no se habían visto cariocas por aquí. Loooop es una compañía que consigue pasar de los típicos trucos y hacer combinaciones grupales. Han actuado en grandes eventos malabarísticos, como la Gala de la EJC de Munich, donde los disfruté pese a no ser las cariocas (o poi) santo de mi devoción. Aquí aprovechan además para hacer algo de turismo. Y muy bien que sienta.



6) Stanislav Vysotskyi. Nada, otro ser venido del este que quiere demostrar que están hechos de otra pasta. Él ha decidido que va a ser el más impresionante con los trucos de pies. Y doy fe de que lo está consiguiendo. Bonita manera de celebrar sus 30 años.




7) Consuelo Reyes. Suenan clásicos. Y es que los antipodismos me pueden. Creo que es una disciplina que no transmite lo absurdamente difícil que es. Y hay mujeres que han llegado a la excelencia por sus propios pies (chistaco), como Consuelo Reyes. Hija del mítico Tito Reyes, ha sabido forjar su camino y ser una de las mejores de su disciplina, con varios premios en su haber. Leed aquí parte de su biografía.



Postres variados:
Y eso es to...eso es to....eso es todo amigos

¡Salud y mucho circo!

domingo, 23 de noviembre de 2014

"Somos una escuela de arte". Entrevista a Donald B. Lehn

Satisfecho por el reciente nombramiento como presidente de la FEDEC (Federación Europea de Escuelas de Circo Profesionales), Donald B. Lehn consigue hacer un hueco en su apretada agenda para esta entrevista. Al día siguiente se va a Brasil al Festival Internacional de Circo de Río de Janeiro, donde se realiza la segunda edición del CRECE Sur, y donde se reúnen las escuelas de la FIC (Federación Iberoamericana de Circo). Por suerte las videollamadas permiten resolver estos escollos y adaptar agendas.


Americano nacido en Nueva York en 1952, decidió dedicarse a la farándula tras terminar sus estudios universitarios  en Literatura Inglesa y Francesa en la State University of New York. La casualidad hizo que su furgoneta decidiera estropearse en Madrid, en mitad de un viaje de Londres a Marruecos. Lo que iba a ser una parada de 3 meses para reparar la furgoneta se han convertido ya en 32 años, y no parece que esa furgoneta vuelva a arrancar. Mientras tanto, Donald ha tenido tiempo de co-fundar la Asociación de Malabaristas, de escribir el primer libro de malabares en español, de organizar varios encuentros de malabaristas y festivales, de poner en marcha la Escuela de circo Carampa, de la que es director desde 1994; así como ser parte de la organización de federaciones internacionales como la FEDEC o la FIC. De pelo blanco revuelto y pobladas cejas negras, este "Malo Malísimo" habla con la calma que da la experiencia, repasa la historia de las escuelas de circo y la situación actual, aprovechando para lanzar críticas a aquello que le parece injusto.

Fuente: http://www.murodeespuma.com/profesores.html

¿Cómo ha sido la evolución de Carampa en estos 20 años? ¿Cuáles son sus objetivos?
Carampa, nace con la compra de una carpa por parte de la Asociación de Malabaristas (AM) en 1994. De hecho, eso significa, “carpa de la AM, Car-AM-pa”. Al principio teníamos tres objetivos claros: acoger las actividades de nuestra asociación, promover oportunidades para artistas (como pequeños espectáculos y campañas escolares) y empezar a dar cursos. Pronto nos dimos cuenta que la demanda para un programa de formación riguroso era cada vez mayor.

Del 94 al 99 se realizan cursos por la tarde, al principio solo 6 que fuimos ampliando. Empezamos a introducir disciplinas de arte escénico como clown, danza o teatro, porque lo considerábamos básico para formación circense. Como no había mucha cultura de elegir estos cursos, ideamos los “completos”, un pack de 5 cursos donde regalábamos uno de ellos si se contrataban juntos, donde obligatoriamente había que escoger una de estas artes escénicas. Así los alumnos que las escogieran harían creaciones diferentes, con otra textura, cultivando una formación más amplia.

En 1999 cambiamos la carpa por otra un poco mayor y pasamos de cursos trimestrales a también semestrales, mejorando la continuidad de la formación. Ante la demanda de alumnos y profesores, el curso 1999-2000 es el primero anual, que fue una ruina económicamente, pero marcó el camino.

Este curso anual nos permitió pedir ayudas de Formación al Empleo, primero como Casa de Oficios, después como Escuela Taller. Es un dinero que llega de Europa, pasa por el Ministerio de Trabajo, que lo cede a las Comunidades para gestionarlo como formación al empleo para jóvenes desempleados. Estas ayudas eran concursales, y no todos los años las disfrutábamos, de los 10 primeros cursos, 6 fueron a través de talleres. Esto permitía ofrecer gratis el “anual” (que en realidad son dos años y los no subvencionados cuesta más de 3000 €), y a los alumnos, cobrar algunos meses el 75% del Salario Mínimo Profesional. Nuestro presupuesto era muy oscilante, porque dependíamos de estos concursos, compitiendo con municipios y otras entidades contra las que era dificil conseguir tantos puntos del baremo.

Por suerte los funcionarios del programa entendían que nosotros sí cumplíamos con lo que se entiende que debe ser una Escuela Taller o Casa de Oficios. Hacían lo posible para que nos llegaran los puntos. Aunque luego nos hacían la vida imposible con gastos y burocracia (vestuarios, material, etc). Tuvimos que aprender a sortear todos estos escollos para no perder dinero.

¿Existe un modelo europeo de escuelas de circo? ¿En qué os habéis ido basando para fijar vuestra formación?
No, no existe ningún modelo de escuela. Es parte de la tarea que intenta realizar la FEDEC, poner en contacto a las distintas escuelas, saber qué es lo que están haciendo unas y otras, pero no reglar. Si cada escuela tiene una personalidad y carácter propios, los artistas que salgan de ellas serán diferentes, que es lo que enriquece el ámbito artístico.

Al inicio, cuando la FEDEC se estaba fundando, cada escuela tenía que entregar un dossier con sus actividades y plan formativo. Hicimos una tabla dividiendo los contenidos. Nos dimos cuenta que se cumplía lo que llamamos la "Regla del 30-30-30 mágico" en la suma de todas estas actividades. Un 30% era de preparación física y acrobacias, otro 30% de formación teatral y otro 30% de especialización. El otro 10% era una miscelánea de historia de circo, anatomía, etc. Esto es la media de todas las escuelas, pero nadie tenía este 30-30-30 perfecto. En la variación de estos pesos, de este canon, estaba la personalidad de cada escuela, su tendencia.

¿Cómo ves que se considere a Carampa como una "escuela puente"? Una escuela que prepara para ir a otras superiores.
Nosotros, en Carampa, entendemos que somos una escuela de arte, donde el propio artista es su propio autor, su propio dueño, su empresario y buscamos formarlo con esta capacidad de autonomía para su vida profesional. Nuestra escuela tiene mayor base de preparación física, perdiendo algo de la especialización artística. Enseñamos a la gente cómo afrontar sus necesidades físicas y técnicas para que en un futuro puedan ellos entrenar por su cuenta. En una escuela superior puede que no dediquen tiempo a esa preparación física, es problema del alumno en su tiempo libre, nosotros damos esa herramienta. En las escuelas más creativas asumen que los alumnos deben llegar con una base y fundamentos físicos ya aprendidos, no los trabajan porque suponen que ya deben estar.

Una escuela de 2 años te da muy poco tiempo. En el primer año, el primer trimestre se tienen que acostumbrar a hacer físico 6-7 horas al día. El segundo trimestre es de conocer su propio cuerpo y darse cuenta de que pueden aspirar a los diferentes retos técnicos que se planteen, es de asimilación. El tercero es eso, pero aplicado a un proceso de creación. Y ya se acaba el primer año. El segundo año comienza la especialización, pero están muy al comienzo. Cuando salen de Carampa están equipados para esa especialización y comenzar un proceso creativo personal. Es más, yo creo que una persona que sale de Carampa aspirando a tener un número hecho al salir, se equivoca. Es el momento de arriesgar, de meterte en problemas, de hacer cosas no comerciales ni perfiladas.



¿Cuáles son vuestras aspiraciones?
Aspiramos a tener una situación menos precaria, que venga como venga, sea cual sea nuestro modelo de escuela. Lo que queremos es que un alumno que quiere hacer este curso pueda hacerlo, aunque no tenga dinero. Es una barbaridad 3900 € al año, más vivir en Madrid, sin tiempo para trabajar, es poco asumible para un alumno de circo, sale más caro que la universidad.

El camino más corto hacia esto es la vía educativa. Tenemos que intentar que Educación reconozca nuestra enseñanza como Formación. Es cierto que un diploma o acreditación te sirve para bien poco como artista, pero es una forma de reconocimiento que en Europa ya se da. Llevamos años tocando diferentes puertas, ya sea dentro del Plan General de Circo, como Carampa, como la AM, etc.

Este año habéis incluido un “tercer año” de formación. ¿Para qué?
No puedo llamarlo exactamente "tercer año", lo llamaría estudio de creación, postgrado, formación continuada, o algo así. Este primer curso es un programa un poco más corto, pero ha sido el primer año por que ha sido el primer año que había realmente una demanda por parte de alumnos y profesores. La experiencia ha sido mixta, como en todo inicio. La lista de aciertos y fallos está pareja. Habrá que hacer un seguimiento de los artistas para hacernos una idea mejor. 

¿Cómo valoráis el éxito de vuestra escuela?
A parte de la solvencia económica, que es lo que te permite o no estar vivo, siempre nos tenemos que basar en el éxito profesional de nuestros alumnos. Ver dónde llegan nuestros egresados, si siguen felices en el circo y si siguen creciendo como personas. Por lo estamos siguiendo, tanto en proyectos como Circus Next, en los distintos Festivales, en otras escuelas, siguiendo sus trayectorias profesionales, estamos muy satisfechos con los alumnos de Carampa.

¿Cómo es la relación con otras escuelas del país?
El término escuela es muy ambiguo, para mí es un lugar que tiene un mismo grupo de gente cursando un programa variado sobre un periodo de tiempo de al menos un año. Hay otros sitios que ofrecen otro tipo de formación, pero no le llamaría “escuela”.

Así, en España hay buena comunicación entre las escuelas (Rogelio Rivel, Oreka, CAU...), a través de la FEDPAC hablamos de nuestras carencias y problemas, para intentar resolverlos y ayudarnos. También hemos desarrollado algunos programas de intercambio de alumnos o profesores. Buscamos potenciar nuestra formación juntándonos, evitando que cada escuela se convierta en una isla.


¿Crees que está aumentando el mercado circense en España? Sigue siendo algo minoritario.
Estamos en un momento muy gris, pero si comparas la cantidad de festivales que se realizan hoy día con los que se hacían hace 10 años, hemos mejorado, sí. No hay color. Hay muchos más espacios y municipios que han aceptado una oferta de circo como parte de su cupo anual cultural. También hay incluso espacio para que vengan compañías de fuera.

¿Cómo es la relación actual con la Administración en época de crisis? ¿Cómo os ha afectado en este sentido? ¿Sirvió de algo el Premio Nacional de Circo de 2011?
A nivel estatal, el Premio Nacional sirve de mucho. A la hora de pedir subvenciones sirve para que se tenga en cuenta el proyecto y se den cuenta que lo que nos aportan es ridículo comparado con lo que reciben otras escuelas en otros países. Por otro lado, nosotros no recibimos más que el 20% de nuestro presupuesto en forma de ayudas públicas, no conozco escuela europea que le suceda esto. Así, bienvenida sea la ayuda del Ministerio de Cultura, pero no llega casi ni a ser un salario (recibieron 20.000€ de dotación económica con el Premio Nacional de Circo de 2011). Por suerte todo esto se ha mantenido.

La CAM, por contra, ha disminuido. De 20.000 € anuales que teníamos de dotación económica hace año, se fue bajando a 18.000, luego a 12, luego a 7 y este año 2014 no hay ayudas. Pero lo grave es que en 2014 la CAM no ha destinado ni un euro a las asociaciones sin ánimo de lucro de su comunidad, es dramático.

Del Ayuntamiento no hemos recibido un euro nunca. Eso sí, nos contratan servicios, como actuaciones o cursos, o como fue el CRECE estos años pasados. Por suerte, el espacio que ocupamos dentro de la Casa de Campo, en el Albergue de Juventud, nunca se ha puesto en duda, es un espacio cedido que no parece que nos vayan a quitar.

¿Cómo os financiaréis el año próximo?
Los cursos de las tardes y los infantiles se mantienen solos. Se mantiene algo de ayuda desde el Ministerio, desde la Comunidad nada. Esto junto con sacrificios de todos, reducción salarial de todos, sobrecargas en los distintos puestos, recortes en inversiones en materiales, mantenimiento, y aun así estamos pagando a finales del mes. ¿Podemos seguir así sin que las cosas cambien? muy muy difícilmente.

Fuente: http://gaztea.euskonews.com/0501zbk/gaia50104.html

¿Cómo funciona la FEDEC?
Las escuelas profesionales de Europa funcionamos un poco como islas, pero como escuelas tenemos necesidades comunes: de mercado, de espacio artístico y que la formación creativa se desarrolle a nivel continental. Queremos que este proyecto común entre todos tenga presencia, diálogo y eventualmente apoyo para iniciativas a nivel europeo. También pone en contacto escuelas de todo el mundo, menos Kiev, Moscú y China, que no hemos conseguido que se introduzcan en este proyecto.

Intentamos definir qué es un profesor de circo de alto nivel, qué requisitos necesita, hacer un catálogo de competencias. También definir un proceso de formación continua, a modo de cursos de verano, para los alumnos que quieran estar más enfocados a la docencia.

También encuentros entre alumnos y escuelas. Ya sea un proyecto tipo CRECE, mediante intercambio de alumnos, grupos de trabajo sobre investigación, etc.

También para poner en contacto a los directores para resolver problemas comunes en el oficio. Creando un código deontológico de profesores y directores. Ayuda con los seguros para una escuela de circo, porque cada país aquí es un mundo. Ofrecemos contacto con profesionales y asesores en estos ámbitos. Son áreas donde cada cual está descubriendo América por su cuenta y así lo ponemos en común y facilitamos los procesos.

¿Ayudan las escuelas de circo a la difusión del circo? ¿Es uno de los objetivos?
Sí, claro que es uno de los objetivos. Hay diferencias en cuanto al papel que desarrollan los organizadores de festivales, por ejemplo, y nosotros. Nosotros no vendemos espectáculos, no somos festivales. Pero sí generamos profesionales, por lo que nos interesa generar también un mercado.
Así, tenemos que participar en estas actividades, hacer entender lo que hacemos, hacer ver que hay gente bien formada gracias a las escuelas de circo, gente con ganas de desarrollar trabajos de calidad. Todo está conectado. Es un paso a que haya una industria del circo. Tiene que haber proyectos comerciales y no comerciales. 

Versión extendida de la entrevista realizada en mayo de 2014 y publicada en el número 42 de la revista Zirkólika 

martes, 11 de noviembre de 2014

Y Malabaria cumplió 10 años

Así, sin darnos cuenta, 10 años. Muchísimos para un encuentro de malabares en España. De hecho el Malabaria de Herrera de Pisuerga (Palencia) se había convertido de lejos en el más veterano del país. Curioso siendo un encuentro familiar en un pequeño pueblo de unos 2000 habitantes del norte de Castilla.



El pasado fin de semana del 3 al 5 de octubre, la Asociación Juvenil Kaskabel nos volvió a convocar para lo que fue el X Malabaria.  El planning iba a ser similar al de otros años, pero con más actuaciones de calle que nunca. La lástima fue que este año la participación fue muy escasa, con apenas 50 inscritos en las listas. Por suerte el pueblo responde de maravilla y para todos los espectáculos había llenos.

El viernes comenzó con la habitual recepción, los abrazos y reencuentros. La noche se llenó de luz gracias al espectáculo de fuego realizado por la peculiar unión de Simon Dempsey (Malabarafootingman) y Laura. El espectáculo, de más de 30 minutos, usó casi todos los aparatos disponibles de fuego, combinados con gracia y humor. Después vino el animado concierto de los Bonitos del Norte en el pabellón de deportes, algo desangelado por haber poca gente para un espacio tan grande.



El sábado tenía un programa apretadísimo. A primera hora comenzaron los talleres, tanto de iniciación para niños, como de distintos niveles para malabaristas. Se realizó a la vez un bonito graffiti conmemorativo del X aniversario, gracias a Chisco Graffiti. Además, Iván Trasgu realizó un cuentacuentos infantil. Antes de comer, en la plaza mayor, Patty Diphusa (Malala Ricoy) realizó su espectáculo de calle. Irreverente y provocativa, demostró cómo la actitud lo es todo en la calle, entreteniendo al personal sin necesitar de habilidades imposibles.

Patty Diphusa


Tras la rica comida, en el salón de actos de la Casa de Cultura Quique Méndez relató su última participación en el proyecto de Payasos Sin Fronteras en Palestina. Emocionante e impactante, dio pie a un bonito coloquio que hubo que cortar porque estaba ya lista la siguiente actuación. Alicia Sanz presentaba en la Plaza Mayor su número de clown "El Desconcierto". Lástima que no estuviera muy acertada y no consiguiera mantener la atención o la risa del público. Sin tiempo para el respiro, en el pabellón esperaba el Profesor Karoli, con su número "The Wheel Man". Un surtido de vehículos imposibles de una o dos ruedas, regados con chistes de hace 20 años y un tempo algo lento, que aún así consigue entretener.

El Gran Karoli


Quedaba pues el plato fuerte, la Gran Gala. Presentada por un divertidísimo Gorka Ganso, en el papel de Aníbal Maldonado "Mediopelo", demostrando que un buen presentador siempre está atento a todo lo que sucede alrededor y entre el público. Abrió la noche Quique Méndez como Jean Philippe Kikolas, subido en su "casi-bici" acrobática (monociclo con manillar y rueda delantera soldados, mirad el vídeo). Precioso elemento con un buen surtido de trucos que hizo que se hiciera algo corto. Le siguió Guillermo Solo, gallego con un elegante número de bolas y sombrero, algo lastrado por los fallos. Después vino Marina Benítez con su número "La Artrópodo", donde a base de contorsiones se transmuta en un insecto gigante. Karoli repitió actuando, y esta vez fue haciendo un strip-tease sobre el monociclo. Era el turno de Isaac Posac, de la cía Casicirco, que presentó su número de mazas de luz, con trucazos al alcance de muy pocos. Llegando al final le tocó a Roxi con su hula-hoop, un número divertido y con el desparpajo al que acostumbra esta artista. Para cerrar, Sebastiano Ricardi mostró un número de aros de altísimo nivel, llegando a lanzar 6 aros mientras botaba una pelota en la cabeza. Gran final para una bonita gala bien compensada.

Isaac y Celso, practicando passing sin descanso


Y así, tras la mítica rifa que siempre ganan los del pueblo (ejem), llegaba la hora de un Renegade presentado por Malala. Como siempre, para saber lo que sucede en un renegade, hay que estar en uno, no vale que se lo cuenten a uno.

Kike Sebastián


El domingo, amaneció más tarde. Se preparó un breve pasacalles y se reunió a todo el mundo nuevamente en la Plaza Mayor. Actuó Kike Sebastián, con su espectáculo "Circo Entrañable". Es una actuación amable, sin grandes picos pero que mantiene la atención y la sonrisa en todo momento, con una escenografía muy cuidada marca de la casa "Kikolas". Después vinieron las larguísimas y disputadas olimpiadas, cuajadas de premios. La clásica lanzada de objetos y foto de familia, para asistir todos a la comida de despedida cortesía de la organización. Abrazos, despedidas y sonrisas para cerrar la décima edición del encuentro más veterano del país.





Quizá hemos visto el último año del encuentro como tal, los organizadores, aunque algo cansados, se plantean seguir en el proyecto quizá con un nuevo formato, más cercano al festival. Tendremos que esperar unos meses para ver si esta idea se consolida.







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sábado, 8 de noviembre de 2014

750 macetas, 100 pelotas de malabares, 3 acróbatas y 1 malabarista. Entrevista a La Trócola

Durante el IV Malabara’t en Villareal existen ratos de descanso donde los participantes intentan huir del sofocante calor levantino. El pequeño río que atraviesa la ciudad ofrece una tregua al bochorno. A su orilla, en una mesa, alrededor de un mate que viene y va de boca en boca, Guillem Fluixà, Lucas Escobedo y Federico Menini, responden a las preguntas sobre su joven compañía. Se percibe la ilusión por el proyecto en cada frase, en cada mirada, en cada sonrisa.


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Trócola: Polea.
1. f. Rueda acanalada en su circunferencia y móvil alrededor de un eje. Por la canal o garganta pasa una cuerda o cadena en cuyos dos extremos actúan, respectivamente, la potencia y la resistencia.
2. f. Más de 750 macetas en escena, 100 pelotas de malabares, tres acróbatas y un malabarista.

 


La compañía de circo La Trócola nació en agosto 2012 en Alicante, fruto del deseo de realizar un proyecto ambicioso por parte de sus integrantes. Previamente, Guillem Fluixà, Andrea Pérez y Jon Sádaba habían compuesto inicialmente un trío de portés y acrobacia. Tras alguna actuación, llegaron a la conclusión de que querían un número más largo. Surgió la idea de que se uniera su amigo Federico Menini para aportar diversidad y enriquecer el número con sus malabares. 

Todos ellos eran amigos y aficionados al circo gracias a la Asociación Donyet Ardit, de Alicante. Al poco de reunirse le comentaron a Lucas Escobedo que les ayudase con la dirección del espectáculo. “Cuando yo llegué ya se había decidido que la compañía quería ofrecer un número basado en acrobacia, malabares e investigación con macetas”, comenta el propio Lucas. Lo de usar macetas nació fruto de la casualidad, como tantas cosas. “Sabíamos que queríamos usar un objeto cotidiano, pero no sabíamos cual, hasta que un día vimos un macetón inmenso y pensamos que dentro cabríamos los cuatro juntos”, recuerda Guillem. A partir de ahí se dedicaron a recolectar macetas, por su cuenta y a través de donaciones de amigos; a investigar con ellas, a buscarles formas, juegos y usos diferentes. “Lucas nos hacia plantearnos preguntas como ¿Por qué macetas?, así definimos bien los por qués y cómo desarrollarlos”, continua Guillem. Actualmente utilizan más de 750 macetas, de las cuales 6 tienen capacidad para 500 litros, con más 20 kg de peso cada una. “Nos dimos cuenta que había que reforzarlas con metal por dentro porque no soportaban bien nuestro peso”, explica Fede.




Sobre el peculiar nombre de la compañía, Guillem aclara el origen: “una trócola son dos poleas en paralelo, y es una pieza de la loncha de seguridad que utilizamos en nuestros entrenamientos, nos gustó la sonoridad y que para nosotros tiene un gran significado”.

De esos inicios sin referencias en Alicante también habla el carácter emprendedor de esta compañía. Ninguno de sus integrantes procede de escuelas de circo, aunque han recibido numerosos cursos de formación y alguno ya sabía lo que significa vivir del circo. Guillem era componente de Voilà, una compañía de teatro y danza aérea, Fede había pasado por algunas compañías y por varios trabajos en solitario, Lucas tiene su propia compañía. En cambio Jon era educador social y Andrea se encontraba terminando un doctorado en ciencias ambientales.

Desde el inicio queríamos una apuesta fuerte, ofrecer algo profesional”, explica Fede. “Dejamos nuestros estudios y trabajos para dedicarnos por completo a ello”. Desde el primer momento se mostraron ambiciosos. “Conocíamos cómo estaba el panorama circense nacional y sabíamos que si queríamos que funcionara teníamos que ofrecer algo de un nivel similar. Esta premisa empujaba mucho a trabajar y autoexigirnos”, aclara Lucas.



En un momento dado del proceso creativo, su amigo Antonio Segura (integrante de la compañía Akoreacro) les ayudó con los entrenamientos y las acrobacias. “Después conocimos a Vitaly Motouzka, un artista de circo ruso jubilado que vive en Murcia y con el que trabajamos desde 2013”.

Con ese objetivo se encierran durante un año en la nave El Disparate, de Alicante, a entrenar, investigar, rechazar y pulir ideas. Inicialmente planteado para ser únicamente un espectáculo de sala, en agosto de 2013 les surge la oportunidad de presentar la versión de calle de su espectáculo, “Potted” (enmacetado, en inglés). Lo hacen en el festival Sagunt a Escèna, con una gran acogida por parte de crítica y público. “Fue muy esperanzador, nos confirmó que era el camino adecuado tras tanto encierro y renuncia; había merecido la pena”, recuerda Lucas con una sonrisa. “Para nosotros fue liberador. Lucas nos animaba diciéndonos que el trabajo era bueno, pero el resto no lo terminábamos de tener claro. Fue una satisfacción”, reconoce Guillem.


2014 parece el año de su confirmación. Durante el año pasado consiguieron algunos bolos sin apenas caché para poder rodar el espectáculo (Tabacalera de Madrid, Encuentro de Malabaristas de Herrera de Pisuerga, en La Chimenea Escénica de Murcia, etc). Este año, gracias a la ayuda en la distribución de Nacho Vilar Producciones han conseguido actuar en importantes festivales de todo el país, como Trapezi, La Bisbal, Igualada, Circada, Tárrega e incluso en el Aterteater de Italia; siempre con muy buen feedback. “Por ahora hemos movido más la versión de calle, que es más corta, pero pasado el otoño comenzará a rodarse el de sala, estamos muy ilusionados”, concluye Guillem mientras los demás integrantes asienten, confirmando que se encuentran en un momento dulce e ilusionante de la compañía.


Versión extendida de la entrevista aparecida en el número 42 de la revista Zirkólika.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Caca moderna

La apertura del circo, su reconocimiento como arte mayor y la tendencia actual a la mezcla de disciplinas ha aportado una riqueza y apertura de miras increíbles. Cada vez se valora más que un artista, como tal, no se limite sólo a la parte técnica; sino que una parte del público está, además, esperando que ese artista le cuente algo. El tirón de las escuelas de circo francesas, escandinavas y canadienses asientan esta tenencia, hasta el punto que no se concibe una escuela de circo sin profesorado de danza y teatro. Los programadores teatrales se atreven con el circo, ayudando a difundirlo entre otros ámbitos, dando la impresión de que se acerca a la madurez como arte.

Pero no todo es positivo en esta transición. Una sombra recorre los espectáculos de circo actuales, oscureciendo el brillo del circo, la ropa de los artistas y la mente de los espectadores. Es la Caca Moderna, el azote de los escenarios.



Es la modernidad mal entendida, escondiendo la mediocridad tras un halo de supuesta profundidad y expresividad. El teatro y la danza, complementos interesantísimos para el circo, abren el abanico de oferta artística, hasta el punto que los límites a veces quedan difusos. Pero hay que ser consciente de dónde está uno y de sus limitaciones. Eso quiere decir que si uno se ha formado en circo, y un 10% de esta formación ha sido teatro, no se puede pretender ser un intérprete como para abarcar un personaje complejo.

El patrón común de estos espectáculos suele ser la ausencia de música (o música triste), personajes vestidos de calle con colores oscuros, la ausencia de calzado, la querencia por el suelo, los personajes que sufren sin motivo, la supuesta intensidad del grito, el gusto por la repetición, el ritmo tan lento que desespera y el uso indiscriminado de palabras ya vacías como "conceptual" o "contemporáneo". Un espectador perdido, incapaz de prestar atención a lo que ve, con su mente viajando a su lista de la compra, que a veces quiere aplaudir por compromiso pero no sabe bien cuándo hacerlo, ni si debe hacerlo. Un artista con un inmenso mundo interior, pero con escasa capacidad técnica, que disfraza el espectáculo con la rarunez. Si no recibe el aplauso del público seguramente sea porque "no me han entendido", como dar margaritas a los cerdos. El enorme ego que lleva a mirar al espectador por encima del hombro, pasando éste a un papel de figurante en el espectáculo.





Entramos ahí en un punto interesante. ¿Está el circo hecho para ser mostrado? Pues depende, como todo en la vida. Desde su nacimiento, el circo se concibió para entretener al espectador, mostrando el manido "más difícil todavía", haciendo que la realidad parezca mentira. El público siempre es cambiante y con los tiempos los espectáculos ofrecidos por el circo han ido a la par, adaptándose. Complementar con teatro y/o con danza ha generado espectáculos y números que emocionan y transmiten, a la vez que te levantan del asiento. Público y artista disfrutan y comparten. Por otro lado, hay malabaristas o acróbatas aficionados con una habilidad técnica altísima, pero que no tienen la intención ni necesidad de subirse a un escenario. Muy respetable. Hacen circo para ellos, y bien que lo disfrutan. Distinto es el caso de personas que quieren dedicarse al circo, ya que  inevitablemente dependes de un público que disfrute con lo que haces (o un mecenas que te financie, claro). Intentar hacer eso abrazando la Caca Moderna es contradictorio. Si tu espectáculo no funciona entre el público, hasta el punto que no saben si aplaudir o no, o se marchan antes de tiempo, uno debe plantearse qué está haciendo.

También existe el caso de los artistas de reconocido éxito que poco a poco se dejan seducir por la modernez. Gran parte de su público aguantará el cambio por el fenómeno fan, otra parte lamentará el cambio, para gustos los colores. Estos artistas existen también en el circo, el miedo a encasillarse o no ser capaz de superar ese éxito previo puede impulsar el cambio hacia lo raruno.

Así, la Caca Moderna acecha en cualquier escenario, donde menos te lo esperes, aunque se hace fuerte en las pequeñas salas de teatro. Caca Moderna es tirarse al suelo gritando sin venir a cuento. Es repetir una acción hasta que el espectador siente la necesidad de mirar el móvil. Es Yoko Ono gritando en una galería de arte. Es el espectáculo donde no sucede nada, pero tampoco han transmitido nada. Es abusar del desnudo gratuito. Es intentar bailar en escena cuando uno no sabe danza. Es usar objetos y situaciones raros, sólo por el hecho de que lo sean. Es creer que adoptando esa pose uno expresa más.

Eso es, la Modern-hez



PD: parece ser que la caca moderna abunda y rebosa en el mundo del arte, ya sea en exposiciones o en performances (como la de Yoko Ono, que tenía la culpa de todo).
El Metamorfódromo
escribe divinamente sobre este mismo tema, no dejéis de leerlo
.